Papas y maíz de Perú, quinua de Bolivia, manzanas de Chile, carne de Argentina. En la actualidad, la mayoría de supermercados ofrecen una variedad amplia alimentos de distintas calidades y procedencias. Para muchos, exportar alimentos nacionales al mundo puede parecer un buen y rentable negocio, pero ¿qué tan fácil o difícil puede ser el transportar y almacenar algún producto? ¿Es complicado el trámite de aduanas? ¿Cuánto puede costar enviar un producto (o toneladas del mismo) para ser comercializados en otros países?
En la actualidad, aún varias de las economías de América Latina tienen fuertes componentes de exportación agrícola, y el Perú es, sin duda, una de ellas. En esta entrevista, Cecilia Briceño, economista líder del Banco Mundial, explica los hallazgos del informe “Costos logísticos del Perú” sobre los avances y desafíos en este sector.
Pregunta: ¿Cuál es el objetivo de este informe? ¿Por qué analizar el tema logístico?
Respuesta: El estudio se realiza por interés del Gobierno del Perú en coordinación con la cooperación suiza - SECO, en el contexto del plan exportador de Perú. El país está interesado en aumentar la competitividad de los productos peruanos en el extranjero y de su inserción en mercados internacionales, esto se debe principalmente a la cantidad de tratados internacionales a los que se han suscrito como por ejemplo el recientemente firmado Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Lamentablemente, el Perú tiene un problema con los costos logísticos pero la evidencia aún es poca o no muy clara. Por eso se realiza un estudio que permita indagar a detalle la información de productos claves.
P: ¿Cómo se recogieron los datos y cuántas empresas fueron analizadas?
R: Realizar el estudio ha implicado un minucioso trabajo de campo de más de tres años. Varios grupos fueron involucrados: actores del gobierno, del sector privado, y consumidores, productores y exportadores. La metodología consistió en seguir un producto agrícola desde su producción hasta su punto de salida del país para la exportación. Es en ese acompañamiento, donde nos encontramos con los distintos costos logísticos y los agentes responsables.
P: ¿Qué productos se seleccionaron y por qué?
R: Los productos seleccionados fueron: uva, cebolla, café, cacao y quinua. Esto fue porque el Perú está interesado en posicionar estos productos en el mercado internacional. La quinua es un claro ejemplo. Son productos que requieren una logística compleja ya que la producción es fragmentada con un mercado incipiente que no lleva a tener los centros de acopio necesarios y adecuados para consolidar el producto producido para llevarlo a mercado intermedios o finales.. El café es otro ejemplo. Por ejemplo, existen entre 40 mil y 50 mil productores de café en diferentes partes del país. Para su exportación, es necesario consolidar cantidades substantivas para su limpieza y empaquetamiento. Afortunadamente el café tiene un mercado más desarrollado y los centros de acopio y cooperativas trabajan de una manera muy coordinada. Pero más allá de la logística de producción y acopio, el transporte complica ampliamente el proceso de exportación, por ejemplo, la cebolla y la uva, debido a la necesidad de cadenas logísticas de frío en las unidades de transporte terrestre y luego en las áreas de inspecciones varias y aduanas.
La estructura de las cadenas de suministros de estos productos cubre una gran parte del territorio del Perú y en especial de los corredores claves seleccionados por el Ministerio de Transportes por su importancia. Aunque el estudio tiene el foco principal en exportación, los costos logísticos afectan a muchos sectores e involucran a muchos actores, que van más allá del comercio exterior, como el transporte, agricultura, producción, etc.
P: ¿Cuáles son los principales hallazgos del estudio?
R: El reporte brinda una cuantificación de los costos logísticos muy detallada para cada producto a lo largo de sus diferentes fases y complejidades en su proceso logístico. La pregunta que realmente nos hicimos fue: ¿Cómo los costos logísticos afectan la competitividad de cada producto?
En el caso del café y del cacao, por ejemplo, los costos logísticos son del 21% del valor total del producto, incluyendo transporte, almacenamiento y otros. Esto quiere decir que un quinto del valor de producto, sin hablar de las ganancias, se va en su logística. Esto no incluye el flete al destino en el caso de la exportación, es solo el precio del producto puesto, literalmente, al lado del barco.
El café es un producto con una rentabilidad del 34%, lo cual deja un buen margen. Sin embargo, al comparar el costo logístico del Perú con otros países, nos damos cuenta que la situación no es tan buena. Por ejemplo, en Colombia, el costo logístico del café está entre el 8 y el 14% y en Nicaragua es del 10%, contra el 21% en el Perú. Esto no nos deja fuera de competencia, pero los exportadores enfrentan mayores obstáculos. La competitividad de los productos peruanos aumentaría si pudiéramos reducir esos costos.
Uno de los puntos más resaltantes del reporte es que es sumamente detallado. Para cada producto, los costos logísticos están descompuestos por fase e inclusive actividad y actor:
- La primera fase de transporte va desde la chacra al centro de acopio.
- La segunda fase es desde el centro de acopio a la planta de procesamiento y posteriormente preparación para exportación y venta.
- Finalmente, la tercera implica el traslado del producto hasta el puerto.
Estas etapas también incluyen otras sub-etapas como post cosecha, almacenamiento, carga y descarga, trámites, logística aduanera y operación portuaria. Este reporte llega incluso hasta detallar los costos y tiempos de los trámites, además de los costos transversales, como por ejemplo, seguridad en el transporte, pérdidas o mermas, inclusive en la calidad del producto, costos difíciles de cuantificar. Se ha incluido también el costo financiero, que es el costo producido los retrasos y el respectivo capital sin utilizar para el exportador.
Por ejemplo, el café, que utiliza el corredor de Vilcabamba, en Cusco, tiene un gran problema: el 100% de los caminos rurales que utilizan para el transporte están en mal estado, vías importantes para las fases uno y dos. Con el estudio se pueden ubicar exactamente los tramos que están produciendo problemas y en cuánto aumentan los costos logísticos.
Trabajar en el tema del transporte y carga terrestre es clave. Este sector es sumamente fragmentado e informal. Cuando realizamos una encuesta entre los conductores entrevistados, nos dimos cuenta por ejemplo que, sacar un brevete de conductor de camión cuesta casi 370 US$ y tarda 40 días. Esto se convierte en una barrera y en un incentivo para la informalidad.
Además, de los que participaron de la encuesta, un tercio de los entrevistados no tenía la tarjeta de propiedad y menos del 20% tenían pólizas de seguro vigentes. Esto nos hace ver que se requieren de diversas entidades y una coordinación interinstitucional para resolver los problemas.