Lin, una joven de 22 años, sostiene con firmeza a su hija de siete semanas mientras la envuelve con un trozo de tela. Está esperando su turno para hablar con una trabajadora de la salud sobre planificación familiar en la sección de salud materna, neonatal e infantil del Hospital Provincial de Sekong.
En la sala de consultas, Lin se resiste a la idea de vacunar a su hija. A diferencia de su primer hijo, su pequeña hija no ha recibido las vacunas requeridas.
“Yo cumplí con todas las vacunas que había que darle [a mi primer hijo], pero no quiero que mi hija pase por lo mismo”, confiesa. “Duele mucho y no me parece que sea necesario vacunarla. Mi hija está sana”. A Somsei Luangphukdee, trabajadora de la salud, le llevó un buen rato convencer a Lin de los beneficios de vacunar a su hija recién nacida.
La provincia de Sekong fue una de las cinco provincias seleccionadas por el Ministerio de Salud y respaldadas por el Banco Mundial para incrementar el uso y la calidad de los servicios de salud para las mujeres y los niños pobres, sobre todo en las zonas rurales. Con el proyecto se respaldaron establecimientos de salud para que prestaran servicios de calidad a la población, entre ellos vacunación; atención prenatal, posnatal y durante el parto; nutrición, y planificación familiar. Dado que muchos integrantes de hogares pobres ubicados en las zonas rurales del país no acuden a centros sanitarios debido a obstáculos geográficos, financieros y culturales, mediante el proyecto también se respaldaron sesiones de divulgación. De ese modo, se logró que el personal de dichos establecimientos brindara servicios básicos de salud, nutrición y planificación familiar a los miembros de las comunidades rurales, y generara conciencia entre ellos y los alentara (en particular, las embarazadas y los cuidadores de recién nacidos y niños pequeños) a visitar los establecimientos de salud para recibir servicios adicionales de salud y nutrición dirigidos a las madres y a sus hijos.
A través del Proyecto de Mejoramiento de los Servicios de Salud se han financiado más de 750 000 servicios que ayudaron a las personas pobres y vulnerables a acceder a un conjunto básico de servicios de salud, nutrición o salud reproductiva. Para atender a esas comunidades, se construyeron y reacondicionaron 424 establecimientos de salud, y se impartió capacitación a más de 3350 trabajadores sanitarios.
En el marco del proyecto, el Fondo de Capital para la Salud está ayudando a otorgar beneficios a los hogares en función de sus ingresos; todos los pobres de la provincia de Sekong cuentan con la cobertura de dicho fondo. Con el apoyo del proyecto, el Gobierno de la República Democrática Popular Lao contrató a la Cruz Roja suiza para que prestara servicios básicos de salud gratuitos a las familias pobres con el respaldo del Fondo, conocido localmente como la tarjeta de seguro de los pobres.
“Gracias al apoyo del Banco Mundial, que puso en marcha los sistemas necesarios, se ampliaron los servicios básicos de salud en toda la provincia de Sekong”, señala Vanhnakhone, la segunda autoridad del distrito de Lamam.