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ARTÍCULO

Una respuesta oportuna y confiable a los desastres naturales beneficia a los hogares y las economías sustancialmente

Septiembre 30, 2016


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En las últimas dos décadas, México ha implementado un sistema eficaz para mejorar la gestión del riesgo de desastres naturales. Desde un primer momento, el gobierno reconoció que la situación geográfica del país genera una exposición severa a eventos naturales relativamente frecuentes y extremos tales como terremotos, inundaciones y tormentas tropicales. Y que la preparación financiera, con el objetivo de elevar la capacidad de resiliencia financiera del país al impacto de los desastres, ofrece la promesa de proteger y promover el desarrollo.

Pero dado el costo del financiamiento de la reconstrucción post-desastre¾alrededor de US$1,500 millones al año para la infraestructura y activos públicos, así como viviendas de familias de ingresos bajos en México¾es importante comprender si un enfoque planificado para el financiamiento de tal reconstrucción puede realmente tener un impacto considerable en la actividad económica local.

Una investigación reciente realizada por un equipo dirigido por Alain de Janvry de la Universidad de California, Berkeley encuentra que el programa mexicano beneficia sustancialmente a los hogares y las economías.

En 1996, el gobierno de México estableció el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) con el mandato de proporcionar los recursos financieros adecuados para los esfuerzos de reconstrucción a nivel federal y, parcialmente, a nivel estatal, sin afectar el gasto público ya comprometido. Su estructura única permitió que el equipo de Berkeley estimase el impacto del FONDEN en la actividad económica durante el período 2004-2013.

Las medidas satelitales de alta resolución de las luces nocturnas sirven como una aproximación (proxy) para evaluar el desempeño económico diferencial creado por la rápida provisión de fondos para la reconstrucción a través del FONDEN, y los datos trimestrales de empleo se utilizan como una medición de alta frecuencia del empleo local después de un desastre.

En general, se estima que el FONDEN impulsa la actividad económica local entre 2 y 4 por ciento en el año posterior a un desastre natural.

¿Es ése efecto valioso con respecto a los recursos absorbidos por el FONDEN? Los investigadores encuentran que el beneficio para la economía en el año posterior al desastre es sustancialmente mayor que el gasto total del gobierno, lo que sugiere que el FONDEN probablemente proporciona beneficios por encima de su costo.

La escala de ganancias en la actividad económica local provocadas por la disponibilidad y el rápido desembolso de los fondos de desastres por parte del FONDEN podrían alentar a los responsables de las políticas en otros países a considerar el uso de sistemas de financiamiento del riesgo de desastres, tales como el FONDEN, para mejorar sus propias capacidades de respuesta.

El Programa de Financiamiento y Aseguramiento del Riesgo de Desastres está trabajando con más de 60 países de todo el mundo para desarrollar, implementar y aprender de las soluciones de protección financiera ex ante contra los desastres. El Grupo del Banco Mundial llevó a cabo esta investigación en colaboración con el gobierno de México y la Universidad de California, Berkeley, con financiamiento del Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido.


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