MATELILE, 28 de diciembre de 2016. Desde 2010, Koaile Seithleko ha estado criando ovejas en Ha Sello, Matelile, en el distrito de Mafeteng de Lesotho. Sin embargo, hasta este año, nunca ha ganado suficiente dinero para comprar ovejas de calidad, o construir las estructuras necesarias para protegerlas de daños.
Con fondos del Proyecto de Desarrollo Agrícola para Pequeños Agricultores (SADP, por sus siglas en inglés), su empresa, Seitlheko e Hijos, pudo comprar 40 ovejas Merino y un carnero. También pudo construir un cobertizo para proteger el ganado del clima severo, lo que le permitirá criar ovejas Merino con lana de calidad, un importante producto de exportación de Lesotho.
“Siempre he soñado con tener una granja de ovejas con una estructura protectora como esta”, dijo Seithleko. “Mi objetivo es convertirme en el mayor productor de merino de Lesotho. Mi plan es vender ovejas y subastar carneros a los agricultores locales para evitar que compren ovejas caras en la vecina Sudáfrica”.
Si bien la ganadería ovina es una industria potencialmente rentable en Lesotho, tiene sus desafíos. Los beneficios dependen de la calidad de las ovejas y, posteriormente, de la calidad de la lana producida. Los productores de ovejas carecen de medios financieros para comprar ovejas de calidad, y la mayoría no puede alojarlos adecuadamente. Pero con el SADP, que comenzó en marzo de 2012, los pequeños productores como Seithleko se han vuelto más productivos. El proyecto, llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura y Seguridad Alimentaria y apoyado por la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Grupo Banco Mundial para los países más pobres, ofrece una combinación de donaciones competitivas y asistencia técnica destinadas a aumentar la productividad y la producción de las actividades agrícolas minifundistas y aumentar las oportunidades del mercado.
Hasta la fecha, el proyecto de USD 24,46 millones, financiado en forma conjunta con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), ha beneficiado a más de 370 agricultores, la mayoría de ellos mujeres. Los beneficiarios de donaciones incluyen a propietarios de granjas protegidas tales como invernaderos y redes de sombra, granjas porcinas, productores de lana y mohair, avicultores y productores de semillas y plantones.
“Esta intervención ha ayudado a aumentar mi nivel de cultivo”, dijo Thoahlane, propietario de una red de sombra de Sekamaneng. “Espero duplicar los rendimientos de tomate y pimiento verde bajo estas redes de sombra compradas con contribuciones del SADP”.
Más de la mitad de los ciudadanos de Lesotho viven en zonas rurales y la mayoría se dedica a la agricultura de subsistencia. Dado que la economía urbana tiene una capacidad limitada para absorber a nuevos participantes en su mercado laboral, la agricultura seguirá desempeñando un papel importante en la estrategia de desarrollo de Lesotho. El SADP también tiene como objetivo promover iniciativas agroindustriales innovadoras centradas en maneras de aumentar la competitividad, mejorar el acceso a los mercados, agregar valor y aumentar la prestación de servicios.
“Las innovaciones agropecuarias pueden contribuir en gran medida a aumentar el crecimiento económico rural de manera sostenible”, dijo Mark Cackler, gerente de prácticas del Departamento de Prácticas Mundiales de Agricultura del Grupo Banco Mundial. “Nos complace estar asociados con el Gobierno de Lesotho para mostrar de qué manera mejorar la productividad sostenible y el acceso a los mercados de los pequeños agricultores puede ser un mecanismo poderoso para acabar con la pobreza, especialmente en las zonas rurales del país”.