Yaoundé, 6 de marzo de 2017. Se aproxima la temporada de fuertes lluvias y para los habitantes de Pouss —una pequeña aldea a lo largo del dique que separa el pueblo del río Logone—, las lluvias son sinónimo de inundaciones. Eso ocurrió en 2012, cuando el dique entre los pueblos de Begue-Palam y Pouss se derrumbó debido al desbordamiento del río. Decenas de aldeas fueron afectadas gravemente, y las viviendas, los cultivos y el ganado quedaron destruidos o desaparecieron bajo la crecida de las aguas. Los sobrevivientes fueron evacuados hacia los pueblos de Pouss y Guirvidig.
Fatimatou, de 30 años de edad y madre de seis hijos, vive en Pouss. Ella sobrevivió a las inundaciones de 2012, pero si el río se desborda otra vez su fortuna podría cambiar ya que su casa se encuentra a menos de 30 metros del dique.
Para que esto no suceda, el Banco Mundial financia un proyecto de emergencia como respuesta a las inundaciones en la región del Extremo Norte, y que tiene como objetivo reparar y reforzar el dique y trasladar a las comunidades que viven a menos de 30 metros del mismo. Estas comunidades serán reubicadas antes del inicio de las obras a lo largo del dique. Fatimatou y su familia se encuentran entre los beneficiarios del proyecto.