De hecho, en la década pasada, el Banco Mundial y el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR) colaboraron con diversos asociados para crear conciencia acerca del sector hidrometeorológico y aumentar las inversiones en este ámbito. En la actualidad, el equipo hidrometeorológico del GFDRR y el Banco Mundial se han asociado con importantes servicios nacionales de meteorología de todo el mundo, incluidos organismos de Austria, China, Finlandia, Japón, Suiza, Suecia, el Reino Unido y Estados Unidos, y colaboran estrechamente con la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“Se reconoce que es necesario mejorar la entrega de servicios hidrometeorológicos en los países vulnerables, y que los nuevos sistemas hidrológicos y meteorológicos pueden proporcionar beneficios y evitar las pérdidas de vidas humanas”, explicó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. “Así que, aunque todavía queda mucho más por hacer, la inversión en el sector ha aumentado de manera considerable”.
Lejos de centrarse únicamente en las nuevas tecnologías, con las mayores inversiones se apunta a responder a la necesidad de tener un sistema hidrometeorológico moderno y eso se hace mediante el fortalecimiento de la capacidad institucional. El Banco Mundial por sí solo ha invertido más de USD 400 millones en proyectos hidrometeorológicos en los últimos 10 años, y ha trabajado para introducir un enfoque integrado de los proyectos de modernización de los servicios hidrológicos y meteorológicos.
“Con la inversión en servicios hidrometeorológicos no se trata solo de modernizar las tecnologías para hacer pronósticos”, dijo el director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Desarrollo Social, Urbano y Rural, y Resiliencia del Grupo Banco Mundial, Ede Ijjasz-Vasquez. “Nuestro enfoque, a partir de las necesidades de los usuarios, promueve el diálogo entre los organismos nacionales de meteorología y los sectores a los cuales prestan servicios. El objetivo no es solamente renovar la infraestructura anticuada, sino también fortalecer la capacidad y, en última instancia, mejorar la prestación de servicios”.
y relacionados con el clima, es decir se trata de una situación en que se benefician todas las partes.
Ese financiamiento proviene de diversas fuentes, y los programas son cruciales dado que más de 100 países de todo el mundo necesitan con urgencia modernizar sus sistemas hidrológicos y meteorológicos.
El 75 % de los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo puede emitir un nivel mínimo de alertas tempranas o bien ninguna alerta en absoluto. La iniciativa para mejorar los sistemas de alerta temprana de desastres climáticos (CREWS), (i) creada por el GFDRR en asociación con Francia, el Banco Mundial, la OMM y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), entrega financiamiento para estaciones meteorológicas, instalaciones de radar y sistemas de alerta temprana en estos países.
Mientras tanto, en África, casi la mitad de todas las estaciones meteorológicas en superficie y tres cuartas partes de las estaciones en las capas superiores de la atmósfera no proveen información. El Programa hidrometeorológico de la región de África, (i) impulsado por el Banco Mundial y la OMM, se diseñó para apoyar la planificación a largo plazo (i) del desarrollo, en particular el desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático.
Para apoyar la planificación de largo plazo, el Banco Mundial y el GFDRR han ayudado a fortalecer la capacidad humana de los países al facilitar el intercambio de conocimiento transfronterizo. La Conferencia Anual InterMET de Asia, (i) mediante un programa especial de delegados, reúne a representantes de países de todo el mundo que trabajan para mejorar sus servicios hidrometeorológicos. Estos países enfrentan desafíos muy complicados: para modernizar sus sistemas necesitan más de USD 1500 millones (PDF, en inglés) en inversiones adicionales, además de los USD 300 millones que se requieren anualmente para la operación de los nuevos sistemas.
Pero estas inversiones podrían producir beneficios económicos cuantiosos. En Myanmar, por ejemplo, un proyecto del Banco Mundial respaldado por el GFDRR ayuda a poner en marcha un sistema de alerta temprana. “Pronósticos y alertas tempranas más precisas reducirán las pérdidas que sufren los agricultores”, dijo la subdirectora de agrometeorología del Departamento de Meteorología e Hidrología de Myanmar, May Khin Chaw, agregando que esto “los ayudará también a proteger sus ingresos”. Como resultado, la cuenca del río más grande del país podría contribuir a ahorrar más de USD 8 millones al año en concepto de pérdidas evitadas y generar hasta USD 200 millones en beneficios económicos.
Gracias a estos tipos de beneficios, junto con su potencial de prevenir pérdidas humanas y económicas, los servicios hidrológicos y meteorológicos están listos para convertirse en “la tormenta perfecta” para las oportunidades de inversión.