El proceso de embarcarse en el Aeropuerto Internacional Hazrat Shahjalal de Dhaka casi nunca está completo si uno no se encuentra con jóvenes vestidos con uniformes, ansiosos y con los ojos muy abiertos, y en algunas ocasiones mujeres, que hacen fila con sus pertenencias para el que será posiblemente su primer viaje fuera de Bangladesh.
En otras partes del aeropuerto, se observan escenas muy emotivas de niños aferrados a sus padres, madres con ojos llorosos y a veces aldeas enteras despidiendo a sus familiares. Ir a un nuevo país sin la certeza de regresar es abrumador, por decir lo menos.
Para lograr sus aspiraciones, los trabajadores migrantes de Bangladesh ponen mucho en juego. Dejar atrás a sus familias e hijos desatendidos en una sociedad dominada por los hombres es solo una parte de la historia.
No obstante, la migración continúa siendo un pilar importante para la economía de Bangladesh.
Medio millón de bangladesíes migraron a distintos países en 2015 y se sumaron a los 9 millones de migrantes del país que ya vivían en el extranjero, muchos de los cuales emigraron en la década de los setenta.
En el ejercicio de 2016, los flujos de remesas por sí solos ascendieron a aproximadamente USD 15 000 millones y, sobre la base de un promedio de cinco años, representan alrededor del 9 % del PIB de Bangladesh. Además, el proceso de migración internacional permite reducir la presión sobre la economía interna al absorber hasta 500 000 trabajadores cada año.
Desafíos
Sin embargo, uno de los problemas persistentes es que más de la mitad de los trabajadores migrantes de Bangladesh son calificados como menos calificados. Al tener poca educación y escaso acceso a información, la desesperación por salir de la pobreza puede nublar el buen juicio y la capacidad básica de decidir y aumentar así la probabilidad de usar servicios poco fiables y canales de migración inseguros.
Solo el 10 % de los trabajadores de Bangladesh migran a través de vías formales. Como consecuencia, una amplia mayoría suele ser víctima de fraudes cometidos por intermediarios y de la explotación de empleadores, lo que lleva a pérdidas de sus ahorros y activos de toda una vida, acoso, abusos y encarcelamiento.
Apoyo a los migrantes y sus familias
El Proyecto de Migración Segura para los Trabajadores de Bangladesh (SMBW) apunta a beneficiar a los trabajadores migrantes vulnerables, jóvenes y semicalificados, dándoles acceso a oportunidades de capacitación, información confiable y servicios para mejorar su proceso de migración.
El proyecto SMBW es implementado por el Comité de Fomento Rural de Bangladesh (BRAC), financiado por el Fondo japonés de desarrollo social (JSDF) y administrado por el Banco Mundial. Entrega asistencia para seleccionar organizaciones comunitarias y establecer alianzas con organizaciones no gubernamentales (ONG) con el objetivo de poner a prueba actividades de asistencia y servicios adicionales para los migrantes en 80 upazilas de 20 distritos en Bangladesh.
Las organizaciones comunitarias proporcionan información antes de la partida y sobre migración segura a las personas que desean migrar a través de talleres de sensibilización realizados en patios y escuelas, actividades de entretenimiento informativo y radios de la comunidad. Además, las organizaciones comunitarias ayudan a los migrantes y sus familias a llenar formularios de solicitud y completar documentos migratorios para obtener permisos de trabajo, contratos laborales y autorizaciones exigidas por los países anfitriones.
De un total de 77 organizaciones comunitarias y ONG asociadas que colaboran con el BRAC en la ejecución del proyecto SMBW, ocho han recibido subsidios a la innovación para diseñar sesiones de sensibilización sobre migración segura de bajo costo y alto impacto, promover el empoderamiento de las mujeres y la migración, mejorar las calificaciones de los trabajadores y proporcionar servicios de arbitraje en caso de fraudes.