Cuando tienes un hijo y trabajas ¿quién lo cuida mientras estás en la oficina? Si una madre cuenta con ayuda de parientes, puede contratar una niñera o pagar una guardería, la respuesta es fácil. Pero no siempre estas opciones están disponibles o son compatibles con el ingreso de la trabajadora y su jornada laboral, por lo que muchas veces las mujeres dejan sus empleos, e incluso algunas de ellas lo hacen antes de disfrutar de su licencia por maternidad.
Eso perjudica sobre todo a las mujeres más pobres, que dejan de tener una fuente de ingresos, e impide a sus hijos la oportunidad de acceder a una educación de calidad en la primera infancia. "Sin ese beneficio, esos niños pueden quedar atrapados en un ciclo intergeneracional de pobreza del que es prácticamente imposible liberarse", evalúa un reciente estudio de la Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo del grupo Banco Mundial para el desarrollo del sector privado.
La publicación incluye buenos ejemplos de empresas de variados sectores – algunas con más, otras con menos participación femenina – que ofrecen diversos tipos de apoyo a madres y padres, y concluye: cuando se invierte en políticas para esos trabajadores, todos ganan, empezando por las mujeres, que pueden conquistar más y mejores oportunidades en el mercado global.
Según la Organización Internacional del Trabajo, la participación laboral de las mujeres sigue siendo cerca de 30 puntos porcentuales menor que la de los hombres. “El acceso al cuidado infantil subsidiado puede tener un impacto positivo significativo en las tasas de empleo y en el número de horas que las mujeres trabajan”, añade el reporte, basándose en evidencia de países de América Latina, Caribe y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Menos errores, más productividad
El reporte combina ejemplos de empresas de todo el mundo con un análisis en profundidad de 10 corporaciones en ocho países, incluido Brasil, el único latinoamericano de la muestra. Algunos de los beneficios propiciados por ellas son, entre otros:
- Guarderías en el trabajo;
- Alianzas con guarderías privadas;
- Áreas donde las madres puedan amamantar;
- Licencias por paternidad e incentivos para que los hombres tengan un rol más activo en la educación de los hijos, ya que globalmente las mujeres gastan tres veces más horas en el trabajo de cuidado no remunerado que los hombres;
- Horarios flexibles para madres y padres;
- Campamentos veraniegos infantiles organizados por las empresas durante los períodos de vacaciones escolares.
Después de adoptar una combinación de beneficios de este tipo (para mujeres y hombres), un banco japonés participante de la encuesta celebra el hecho de que el 90% de las funcionarias sigan trabajando luego de la licencia por maternidad. Antes de eso, pedían la dimisión sin siquiera haber dado a la luz.
En Brasil, donde se analizó una empresa de alimentos, la investigación encontró que las mujeres cuyos hijos están en la guardería – una institución privada aliada de la compañía –cometen menos errores y no faltan al trabajo con tanta frecuencia, lo que mejora la productividad.
"Puedes verlo en los informes de salud y seguridad: las personas están más tranquilas si saben que sus hijos están a salvo", explica el gerente de la planta al equipo que realizó el reporte. Además de estar más concentradas, las mujeres tienen más posibilidades de permanecer en las empresas que ofrecen este tipo de beneficio.
Al mantener en plantilla a esas profesionales, las empresas disminuyen el problema de la rotación laboral, que afecta a la producción y acarrea costos que varían del 5,8% al 213% del salario de un trabajador (según datos de 2012).
El aumento en la diversidad y la mayor ascensión de mujeres a cargos directivos es una ventaja obvia para ellas y no tan explícita - pero igualmente interesante - para los empleadores. ¿Por qué? Investigaciones en economías en desarrollo, emergentes y desarrolladas muestran que las empresas con una mayor diversidad de género en el liderazgo corporativo superan financieramente a los competidores, pues tienden a innovar más en la toma de decisiones, por ejemplo.