Sabon Gari es uno de los mercados más grandes de Nigeria, y los habitantes locales lo llaman con cariño “mini África”. En este lugar se pueden encontrar, entre otros, artículos electrónicos, ropa, juguetes y herramientas. Las tiendas del mercado solían depender de costosos generadores diésel para tener electricidad. Pero hoy los propietarios de las tiendas dicen que gastan apenas una fracción de lo que solían pagar en electricidad anteriormente, gracias a una nueva minirred de energía solar.
A más de 8000 kilómetros de distancia, en la lejana isla de Monpura en Bangladesh, una minirred solar permite a Lhota Khatun manejar su propio negocio de costura desde su hogar. A partir de 2016, cuenta con acceso confiable a la electricidad y puede trabajar de noche, después de que sus hijos se van a dormir.
Hoy, el acceso confiable y asequible a la electricidad ayuda a comunidades de todo el mundo, como Sabon Gari y Monpura, a ser más productivas y prósperas.
La energía es una parte esencial del desarrollo. Con el acceso a servicios eléctricos aumenta la seguridad en las comunidades; las pequeñas empresas pueden prosperar, y lugares esenciales, como las escuelas y los hospitales, tienen electricidad. También se facilita un entorno propicio para la inversión, la innovación y nuevos sectores que estimulan el crecimiento y generan empleos para economías enteras.
El Banco Mundial colabora continuamente con los Gobiernos en el diseño de soluciones adaptables a las necesidades energéticas propias de cada país. Estos enfoques, liderados por los países, producen resultados.
Por ejemplo, se espera que un nuevo programa de electrificación en Nigeria por un monto de USD 350 millones atraiga unos USD 410 millones en inversión privada, y cree un mercado vibrante de redes pequeñas y soluciones energéticas sin conexión a la red.
En Kenya, el Banco Mundial apoya inversiones en generación, transmisión y distribución de electricidad, y de energía sin conexión a la red por un monto superior a los USD 1300 millones, ayudando al país a duplicar las tasas de acceso a la electricidad, del 23 % en 2009 al 56 % en 2016. Se diseñó un nuevo proyecto de energía sin conexión a la red por un valor de USD 150 millones para proporcionar electricidad a otros 240 000 hogares en zonas más alejadas y más pobres.
Y en Bangladesh, el Banco Mundial respalda el programa de energía solar sin conexión a la red más grande del mundo, brindando electricidad a más de 4 millones de hogares a través de sistemas solares domésticos, 1000 bombas de riego que funcionan con energía solar y 13 minirredes solares. Gracias a este programa, más de 18,5 millones de personas en las zonas rurales de Bangladesh tienen ahora acceso confiable a electricidad generada por energía solar.
En total, entre 2014 y 2017, el Banco Mundial ayudó a proporcionar nuevos y mejores servicios eléctricos a más de 45 millones de personas.