¿Cuáles son algunas de las características clave de un buen sistema tributario?
Un buen sistema tributario es simple y transparente y recauda recursos de una manera eficiente y eficaz. También promueve la equidad, a través de una tributación progresiva. Finalmente, un buen sistema tributario minimiza las distorsiones económicas y promueve la competitividad.
¿Cómo se asegura una recaudación eficiente y eficaz?
Si la recaudación efectiva está muy por debajo de la recaudación potencial, típicamente es una señal de una alta incidencia de evasión, y/o una administración tributaria poco eficiente y eficaz. El fortalecimiento de la administración tributaria a través de la modernización de la tecnología, la mejora de la fiscalización y el fortalecimiento del régimen sancionatorio son algunos elementos clave. Tales reformas han sido exitosas en varios países y han contribuido de manera significativa a un incremento en la recaudación. Algunos países establecieron la presentación de las declaraciones juradas del Impuesto a la Renta y del IVA en forma electrónica – a través del internet – como en los casos de Argentina, Chile y Brasil, entre otros. En Perú, por ejemplo, el recaudo se ha incrementado como resultado de la mejora en el cumplimiento tributario que se logró a través de mejoras en la asistencia y servicios a los contribuyentes, incrementos en la cobertura de la facturación electrónica y extendiendo los servicios electrónicos de registro, solicitud de devolución y pago; (ii) la implementación de un sistema de gestión de riesgos y reestructuración del proceso de devolución del IVA; y (iii) fortalecimiento de los sistemas informáticos.
¿Cómo se promueve la equidad a través del sistema tributario?
El sistema tributario – juntamente con un gasto público bien focalizado - puede contribuir de manera significativa a una reducción en la inequidad de ingresos. Típicamente son los impuestos directos – sobre todo el impuesto a la renta personal – los que se pueden diseñar con tasas progresivas. Esto quiere decir, que se imponen tasas más altas a los contribuyentes con altos ingresos, y tasas más bajas a los de menores ingresos. Este mecanismo de redistribución funciona bien si el impuesto se impone sobre una base muy amplia. Sin embargo, en países como Colombia, el número de contribuyentes es bajo y las exenciones altas, por lo tanto, también se necesitan esfuerzos para ampliar la base tributaria. En cuanto a los impuestos indirectos como el IVA, que por su diseño tienden de ser regresivos, el principio central es que se deberían evitar subsidios generalizados que benefician relativamente más a los que consumen más. En el caso del IVA, por ejemplo, exenciones y tarifas reducidas para ciertos productos o servicios pueden ser costosos y son menos efectivos que transferencias focalizadas a las personas con bajo ingreso. Sin embargo, eliminar exenciones existentes puede ser difícil, y el costo de mecanismos de compensación puede ser considerable.
¿Cuáles son los elementos más importantes de un sistema tributario que incentiva la competitividad?
Un sistema tributario eficiente tiene un costo administrativo y de cumplimiento bajo, además, es simple, transparente, neutro y minimiza las distorsiones causada por los tributos. Un sistema tributario que incentiva el crecimiento y la competitividad permite la movilización de recursos tributarios minimizando las distorsiones que afectan las decisiones de los agentes económicos de invertir, ahorrar y participar en el mercado laboral. En el año 2012, Colombia aprobó una reforma tributaria que disminuyó los impuestos sobre la nómina (parafiscales) en 13,5 puntos porcentuales y como resultado se ha logrado un incremento en la formalidad laboral. Para lograr un sistema más eficiente es necesario reducir las inequidades horizontales y verticales, minimizando las exclusiones y exenciones. Perú, por ejemplo, ha implementado reformas para incrementar la base impositiva y la eficiencia de sistema tributario, principalmente eliminando exenciones sectoriales y regionales.