Entre las muchas revoluciones tecnológicas ocurridas en los últimos 10 años, existe una crucial para el éxito de todas las economías, especialmente aquellas en desarrollo como las de América Latina y el Caribe: la de datos sobre comercio exterior.
Con la creciente digitalización de las informaciones obtenidas por las agencias aduaneras, será posible determinar cómo reducir los costos de importaciones y exportaciones y de qué forma los servicios de promoción comercial pueden ser más eficaces, entre otros.
Es así como surge Exporter Dynamics Database (EDD), la primera base de datos pública sobre los flujos de comercio, basada en empresas exportadoras y recopilada por el Banco Mundial. La EDD recoge informaciones sobre empresas de 70 países -tanto los desarrollados como los que están en desarrollo-, y abarca áreas como número y tamaño, concentración y diversificación, además de las dinámicas de entrada y supervivencia en los mercados exportadores.
"La apertura comercial es una condición fundamental para el crecimiento económico de los países. Pero el comercio no es realizado por países, sino por las empresas. La globalización cambió su cara y las colocó en una posición central. Por eso es tan importante estudiarlas", comenta Ana Margarida Fernandes, economista sénior del Banco Mundial y quien está al frente de la EDD.
Las empresas exportadoras son más productivas e innovadoras, las que pagan mejores salarios y las que dan más importancia a las habilidades, según los estudios. Al mismo tiempo, ese es un mercado que todavía favorece a las grandes. Globalmente, el 1% de las empresas manejan el 56% de las exportaciones (excepto de petróleo y derivados). A largo plazo, estas firmas tienden a responder por más del 40% en el crecimiento de las exportaciones.
Sin embargo, en todo el mundo, solo el 43% de los nuevos exportadores sobreviven al primer año de competencia. Mientras más pobre es el país de origen, más alta es la probabilidad de que la empresa fracase.
Aunque la mayor parte de la información de la EDD se refiere al período entre 2005 y 2012, para algunos países hay cifras disponibles desde la década de 1990 hasta 2014. Estos datos ya están inspirando una serie de investigaciones, incluso sobre América Latina y el Caribe.