DESAFÍO:
Aproximadamente 1000 millones de personas —o alrededor del 13 % de la población mundial— viven sin luz eléctrica. (i) En África, hoy en día, 1 de cada 3 personas no tiene acceso a la electricidad, debiendo recurrir a menudo al uso de queroseno o pasar horas en la oscuridad. Casi el 87 % de las personas que carecen de electricidad vive en zonas rurales. Para aquellos que sí tienen electricidad, con frecuencia esta es poco confiable o costosa. La participación de África al sur del Sahara en el déficit de acceso mundial se duplicó entre 1990 y 2016. A pesar de los avances en todas las regiones, el mundo no está en vías de alcanzar el acceso universal a la electricidad para 2030, y África al sur del Sahara corre un gran riesgo de quedar rezagada. El acceso universal a energía asequible, confiable y sostenible —el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7— (i) es esencial para alcanzar otros ODS y ocupa un lugar central en los esfuerzos para combatir el cambio climático.
SOLUCIÓN:
El acceso a la electricidad hace que las comunidades sean más seguras, ayuda a prosperar a las pequeñas empresas y permite el funcionamiento de servicios esenciales, como las escuelas y los centros de salud. El Banco Mundial se ha comprometido a ayudar a los países en la transición hacia sistemas de energía con bajos niveles de emisiones de carbono y garantizar que todas las personas en el mundo tengan acceso a una energía asequible, confiable y sostenible. Entre 2014 y 2018, el Banco Mundial proporcionó más de USD 11 500 millones en financiamiento para iniciativas de energía renovable y eficiencia energética. Es fundamental tener un enfoque integral para aumentar el acceso a la electricidad. Las minirredes han surgido como opciones clave para la electrificación confiable y eficaz en función de los costos en las zonas rurales, y tienen el potencial de desempeñar un papel importante en los esfuerzos por lograr el acceso universal a la energía. Actualmente, el Banco es una de las principales entidades de financiamiento para este sector, respaldando aproximadamente el 25 % de las inversiones en minirredes en el mundo en desarrollo. Por ejemplo, en zonas rurales que no están conectadas a la red eléctrica principal, las minirredes solares híbridas en lugar de sistemas basados en combustibles fósiles podrían reducir las emisiones en alrededor de 80 %. El Banco Mundial moviliza activamente inversiones del sector privado en iniciativas de minirredes al ayudar a formular políticas propicias, probar modelos de negocio viables y proporcionar fondos iniciales que se pueden usar para movilizar financiamiento comercial.
RESULTADOS:
- En Nigeria, el Proyecto de Electrificación de Nigeria, (i) financiado por el Banco Mundial, tiene como objetivo ampliar el acceso a la electricidad eficaz en función de los costos para casi 80 millones de personas que actualmente no tienen dicho acceso. Se espera que las minirredes formen parte de la solución, estimándose que unas 850 minirredes ayudarán a que al menos 300 000 hogares y 30 000 empresas cuenten con luz eléctrica.
- En Mozambique, (i) la Corporación Financiera Internacional (IFC) apoya la primera planta de energía solar a escala comercial que ayudará a aumentar la resiliencia climática del sector eléctrico y proporcionará energía a las zonas rurales. El proyecto, que también incluye apoyo de los fondos de inversión en el clima, suministrará energía a la red nacional y generará suficiente energía para unos 175 000 hogares.
- En Senegal, el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) apoya el primer parque eólico a escala comercial (i) del país. Se espera que el proyecto suministre electricidad a aproximadamente 300 000 hogares, especialmente en zonas rurales. Por tratarse del proyecto eólico más grande en África occidental, tendrá también efectos de demostración útiles, resaltando la viabilidad técnica, financiera e institucional de proyectos eólicos a gran escala en el país y en la región.
- En Zambia, el programa Más Energía Solar (i) aglutinó un conjunto de inversiones y actividades de asesoramiento del Banco Mundial e IFC y servicios e instrumentos de MIGA bajo una única iniciativa orientada a crear mercados viables para plantas de energía solar fotovoltaica conectadas a la red. La electricidad generada por la planta de 48 megavatios (MW) ubicada fuera de la ciudad capital de Lusaka se venderá a la empresa de servicios eléctricos de Zambia mediante un contrato de compra de energía por un periodo de 25 años.
- En Ghana, el Banco Mundial lleva energía renovable a comunidades rurales al invertir en minirredes solares. El proyecto proporcionará electricidad confiable a unas 10 000 personas en comunidades isleñas alrededor del lago Volta, con una capacidad instalada de generación de energía de 1,7 MW.