El silvicultor Enelsito Ramos cuenta que cuando comenzó a plantar árboles en 125 hectáreas ubicadas en el municipio de Restauración, en República Dominicana, la mayoría de las personas pensó que no sabía lo que estaba haciendo.
Recuerda haber escuchado a sus vecinos preguntarse: “¿Por qué siembra plántulas de caoba y pino una al lado de la otra? Comenzaron a decir que tenía un sancocho en mi finca”, se ríe, refiriéndose a una sopa dominicana tradicional que se prepara con diferentes tipos de carnes y tubérculos.
Ramos sabía exactamente lo que hacía. De hecho, su estilo de plantación “a lo sancocho” constituía una manera sostenible de manejar los bosques. Dicho método le permite ahora producir hasta 3,5 millones de pesos (aproximadamente USD 70 000) al año, y apoyar los esfuerzos nacionales de la República Dominicana para reducir las emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques (denominados REDD+).
Todo depende de la combinación correcta de árboles
Ramos descubrió rápidamente que uno de los beneficios de pasar de un monocultivo a plantaciones diversificadas es la simbiosis que se produce en todas las especies. Los pinos ayudan a repeler las plagas de la caoba. Y los maras que Ramos plantó en toda su finca ayudan a reducir la erosión del suelo y preservar los acuíferos en la zona.
Ramos dominó también el arte del raleo sistemático como parte de su gestión forestal sostenible. Él corta los árboles cuando alcanzan la madurez, y elimina los árboles más pequeños que no prosperan para permitir que aquellos más fuertes alcancen su pleno potencial. Este raleo se realiza de acuerdo con un programa predeterminado, de modo que su plantación siempre está creciendo a su capacidad máxima.
“Ahora, cuando otros agricultores vienen aquí y ven los camiones cargados con mi madera para la venta, entienden qué tan bien puede funcionar un enfoque sostenible, y se van convencidos de que la gestión forestal sostenible es realmente la mejor manera a largo plazo de hacer dinero”.
Como miembro fundador de la Asociación de Desarrollo Forestal Sostenible (ASODEFOREST) de Restauración, Ramos dice que ha visto aumentar el entusiasmo por la gestión forestal sostenible. La organización reúne ahora a más de 200 productores forestales de la zona que usan prácticas de manejo silvícola sostenible, como el fomento de especies forestales endémicas y nativas, el compromiso ambiental, la prevención de incendios, el manejo de plagas, el control de la erosión y la regeneración natural de los bosques.
ASODEFOREST es una de las nueve entidades que participan en la iniciativa nacional de la República Dominicana para reducir las emisiones de carbono de la deforestación y la degradación de los bosques. El programa es resultado de un extenso trabajo del Gobierno en los últimos cuatro años con el apoyo del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF, por su sigla en inglés) del Banco Mundial, y sienta las bases para los pagos basados en resultados por concepto de reducciones verificadas de emisiones en el sector forestal y en usos más amplios de la tierra.
Este enfoque de la gestión forestal sostenible promovido por agricultores como Ramos atrajo el apoyo financiero de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) del Gobierno de Alemania que financia los esfuerzos de REDD+ en el mundo en desarrollo, así como el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana que proporcionó a Ramos las plántulas iniciales antes de que tuviera su propio vivero.
Ramos es uno de los pioneros en su país en la implementación del modelo de gestión forestal sostenible. Su trabajo ayuda a mostrar a los silvicultores de toda la República Dominicana que este modelo puede mejorar los medios de subsistencia y reducir al mismo tiempo las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la deforestación y la degradación de los bosques. Es un gran ejemplo de cómo los esfuerzos forestales comunitarios se vinculan con las iniciativas mundiales para mitigar el cambio climático.
Una versión más extensa de este artículo se publicó originalmente aquí.