Después de un largo día de vaciar tanques sépticos en Ouagadougou, Burkina Faso, Olivier Batoro apareció todo sucio. No había usado equipo para protegerse de los gases tóxicos, por lo que estaba mareado cuando salió de su lugar de trabajo. Unos minutos antes, sin usar guantes sacó de una letrina una jeringa que estaba cubierta de aguas residuales.
"Nuestro trabajo es un aporte a la sociedad", dijo Olivier. "Pero la gente no nota nuestra contribución".
Los trabajadores del saneamiento —hombres y mujeres que vacían fosos y tanques sépticos; limpian retretes, alcantarillas y pozos, y trabajan en estaciones de bombeo y plantas de tratamiento— realizan un servicio público fundamental, aunque a veces enfrentan riesgos extremos para su salud y seguridad. En muchos países en desarrollo, no tienen protecciones o derechos legales. Por el hecho de no ser visibles, pueden ser estigmatizados, marginados e ignorados.
Con el fin de llamar la atención sobre este problema que ha sido desatendido, la Organización Internacional del Trabajo, WaterAid, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial se reunieron para redactar el informe, Health, Safety and Dignity of Sanitation Workers – An Initial Assessment (La salud, la seguridad y la dignidad de los trabajadores del saneamiento – Una evaluación inicial). Las cuatro organizaciones publicaron el documento justo antes del Día Mundial del Retrete, una jornada para inspirar medidas destinadas a abordar la crisis mundial del saneamiento que se traduce en 4200 millones de personas que viven aún sin servicios gestionados de manera segura y 673 millones, entre ellos, que siguen practicando la defecación al aire libre.
Como un primer esfuerzo para defender las condiciones de los trabajadores del saneamiento en los países en desarrollo, este informe conjunto presenta estudios de casos para ayudar a identificar maneras de mejorar sus vidas y bienestar.
Riesgos para la salud y la seguridad
La exposición a gases tóxicos durante las labores realizadas en tanques sépticos y alcantarillas puede causar tos crónica, fatiga, mareos y dificultades para respirar. En concentraciones muy altas, el amoníaco, el monóxido de carbono y el dióxido de azufre, presentes en los tanques y las tuberías donde laboran los trabajadores del saneamiento, pueden hacerlos perder el conocimiento o causarles la muerte. Además, el contacto continuo de ellos con numerosos organismos patógenos de las materias fecales puede causarles efectos debilitantes a largo plazo en su salud, lo que también puede provocarles la muerte.
A pesar de los riesgos y las condiciones pésimas en que trabajan, los trabajadores del saneamiento continúan realizando sus labores. «Dicen que el trabajo es sucio, pero no hay trabajo sucio, solo hay problemas de suciedad», dijo Inoussa Ouedraogo, otro trabajador que se dedica al vaciado manual de tanques sépticos en Ouagadougou.
Derechos de los trabajadores
Uttam Kumar, de Khulna (Bangladesh), ha trabajado vaciando tanques sépticos desde los 21 años. Para él, proteger los derechos de los trabajadores del saneamiento significa un futuro mejor para sí mismo y sus hijos.
"Quiero mis derechos y mejores condiciones de vida", dijo. "¿Cómo se espera que mejore mi situación de otro modo? ¿Cómo se espera que mi hija tenga una mejor vida que la mía?".
Uttam no está solo. Los trabajadores del saneamiento comprenden desde los empleados públicos o privados permanentes con beneficios de salud, pensiones y protecciones legales claras hasta los miembros de la sociedad más marginados, pobres y abusados que trabajan en labores peligrosas, de bajas calificaciones y que requieren mucho esfuerzo. Se sabe que desafortunadamente, en la mayoría de los países en desarrollo, prevalece la última situación. Los trabajadores del saneamiento informales reciben malos salarios, muy pocos beneficios y su realidad financiera es precaria. A menudo están expuestos a una protección jurídica deficiente, procedimientos operativos inexistentes o procedimientos estandarizados débiles, y una aplicación y supervisión escasa de las leyes y políticas que protegen sus derechos y salud.