La pandemia de COVID-19 ha causado una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes que pone en peligro las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas, aumenta la pobreza y la desigualdad y revierte los avances logrados en el desarrollo. Para avanzar hacia una recuperación mundial será necesario un apoyo financiero y técnico sostenido, diferenciado y específico para los Gobiernos y el sector privado.
Estos fueron los mensajes clave del Comité para el Desarrollo, foro de nivel ministerial que representa a los 189 países miembros del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), contenidos en el comunicado que se emitió en las Reuniones de Primavera de ambas instituciones. El Comité instó al Grupo Banco Mundial y al FMI a seguir trabajando en estrecha colaboración y con otros asociados para ayudar a los países en desarrollo a responder a la pandemia de COVID-19.
Las reuniones también incluyeron una serie de eventos emblemáticos abiertos al público y accesibles en línea. En estos participaron líderes de opinión de todo el mundo que debatieron sobre el clima, la deuda, las vacunas y la recuperación económica.
En su discurso pronunciado en la Escuela de Economía de Londres previo a las reuniones, el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, señaló que la COVID-19 ha agravado varias otras "crisis de combustión lenta", como los conflictos y la violencia, el alto número de refugiados, el estancamiento de los ingresos medios, la deuda insostenible y los daños provocados por el cambio climático. Instó a avanzar hacia "oportunidades y soluciones que permitan lograr un crecimiento económico sostenible y de base amplia sin dañar el clima, degradar el medio ambiente ni dejar a cientos de millones de familias en la pobreza". Hizo hincapié en que
En el comunicado se destacó la labor crucial del Grupo Banco Mundial, en asociación con otras organizaciones mundiales, para ayudar a los países clientes a tener acceso y aplicar las vacunas contra la COVID-19. Los esfuerzos incluyen evaluaciones de la preparación, estrategias coordinadas para llegar a las poblaciones vulnerables y el apoyo de IFC a los fabricantes de vacunas y suministros médicos relacionados con la pandemia en los países en desarrollo. Malpass dijo que
Tanto el Comité como Malpass acogieron con beneplácito los avances logrados en materia de sostenibilidad de la deuda en los países más pobres del mundo; esto está ayudando a liberar espacio fiscal para inversiones clave en capital humano que son críticas para la recuperación económica a largo plazo. Antes de las reuniones, el Grupo de los Veinte (G-20) extendió la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda hasta finales de 2021. Malpass señaló en su discurso y en la conferencia de prensa (i) de apertura de las reuniones que el Grupo Banco Mundial y el FMI también están trabajando en la implementación del Marco Común del G-20 para enfrentar las situaciones de deuda insostenible. En palabras pronunciadas en la última reunión del G-20 (i), sostuvo que los países más pobres también necesitarán más asistencia a través de donaciones y recursos en condiciones altamente concesionarias de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), y acogió con agrado el apoyo del G-20 para adelantar la próxima reposición de la AIF un año.
El Comité destacó el importante papel del Grupo Banco Mundial en el ámbito del cambio climático. El Grupo Banco Mundial, que ya es la mayor fuente multilateral de inversiones climáticas en países en desarrollo, ha ampliado este financiamiento a niveles sin precedentes en los últimos dos años. En el comunicado y una declaración de Malpass se expusieron las características principales del Plan de Acción sobre el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial para el período 2021-25, que incluye la nueva y ambiciosa meta de que el 35 % de su financiamiento se dirija a iniciativas climáticas (en promedio), y el compromiso de que al menos el 50 % del financiamiento relacionado con el clima del Banco Mundial —Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)/AIF— se destine a apoyar la adaptación y la resiliencia. El Grupo Banco Mundial también alineará todos sus flujos de financiamiento con los objetivos del Acuerdo de París: en lo que concierne al BIRF y la AIF será a mediados de 2023, y en el caso de la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) será a mediados de 2025. Además, el Grupo Banco Mundial intensificará su apoyo para que los países puedan cumplir los compromisos climáticos del Acuerdo de París y realizará inversiones transformadoras en los sectores que más contribuyen a las emisiones.
Al respaldar el enfoque de desarrollo verde, resiliente e inclusivo —el enfoque GRID, por sus siglas en inglés—, el Comité observó que el Grupo Banco Mundial se encuentra en una buena posición para ayudar a los países a afrontar los desafíos que se avecinan, gracias a su poder de convocatoria, su alcance mundial y su capacidad para movilizar financiamiento, asistencia técnica y conocimientos, tanto para el sector público como el privado. En una nota optimista, Malpass describió al Grupo Banco Mundial como un aliado clave para ayudar a mejorar los resultados del desarrollo:
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