Grecia está avanzando rápidamente para reducir el uso de carbón, que ahora representa solo el 9 % de su suministro total de energía, frente al 25 % de hace seis años. El Gobierno planea suprimir, para 2028, toda la producción de energía a partir del carbón y, si tiene éxito, la hoja de ruta de Grecia para una transición justa podría ayudar a otros países a eliminar el uso del.
Para emprender una tarea tan ambiciosa se requiere de una planificación cuidadosa. Hace dos años, el Banco Mundial se asoció con la Comisión Europea (CE) para ayudar a Grecia a hacer precisamente eso. Este país se convirtió en el primer estado miembro de la Unión Europea (UE) en presentar una hoja de ruta detallada (i) a la CE sobre una transición justa hacia la eliminación del uso de carbón que apoye a los trabajadores y las comunidades.
El trabajo del Banco Mundial relacionado con la hoja de ruta recibió el respaldo de la CE a través de su Dirección General de Apoyo a las Reformas Estructurales (i), que ayuda a los países de la UE a diseñar e implementar reformas para sentar las bases de la creación de empleo y el crecimiento sostenible. Dicha labor también apoya el Marco sobre Clima y Energía para 2030 del Consejo Europeo (i), que insta a los Estados miembros de la UE a reducir la energía generada a partir del carbón de aquí a 2030. El Banco Mundial trabaja en varias regiones que dependen del carbón para ayudar a los Gobiernos a dejar de utilizar este combustible fósil (i).
Con su hoja de ruta en marcha, Grecia está lista para invertir miles de millones de dólares en zonas que dependen del carbón. El plan impulsará el desarrollo económico, al ayudar a absorber los empleos perdidos en el sector carbonífero y, al mismo tiempo, sentar las bases de nuevas industrias de energía limpia. Las lecciones aprendidas de la experiencia de Grecia, que incluyen la importancia de planificar de manera anticipada y hacer participar a las partes interesadas y la necesidad de comprender las oportunidades únicas en la región afectada, serán valiosas para otros países donde el Banco Mundial y la CE apoyan una transición justa hacia la eliminación del uso de carbón, como Bulgaria (i), los Balcanes Occidentales y Ucrania (i).
"Con su hoja de ruta en marcha, Grecia está lista para invertir miles de millones de dólares en zonas que dependen del carbón. El plan impulsará el desarrollo económico, al ayudar a absorber los empleos perdidos en el sector carbonífero y, al mismo tiempo, sentar las bases de nuevas industrias de energía limpia".
Por ejemplo, el Banco Mundial, la CE y otros asociados crearon una Plataforma de Apoyo a las Regiones Carboníferas en Transición de los Balcanes Occidentales y Ucrania (i), que permite a los participantes compartir y comparar experiencias mientras preparan hojas de ruta de transición y proyectos de inversión iniciales en regiones carboníferas. Países que dependen del carbón fuera de Europa, como Sudáfrica, India e Indonesia, ya se están beneficiando con la transferencia de conocimientos.
La transición de Grecia llega en un momento crítico: su economía se contrajo cerca de un 10 % durante la pandemia de COVID-19, y la tasa de desempleo general llega a alrededor del 14 % y casi al 34 % en el caso de los trabajadores jóvenes. La hoja de ruta brinda la oportunidad de reconstruir mejor y de manera más ecológica.