Las pérdidas económicas derivadas del cambio climático son enormes. Solo en 2022, la recuperación tras los desastres naturales —muchos de ellos impulsados por el clima— tuvo un costo de USD 300 000 millones (i) en todo el mundo.
El costo humano del cambio climático es más difícil de cuantificar, pero tiene impactos amplios y duraderos. Las conmociones relacionadas con el clima interrumpen los servicios de educación y de salud, limitan la capacidad de las personas para obtener ingresos y desplazan a millones de habitantes. Quizás las tendencias climáticas de evolución lenta no aparecen en los titulares, pero no por ello son menos peligrosas. La sequía y la desertificación reducen el rendimiento de los cultivos, y aumentan la malnutrición y empujan a muchas familias a la pobreza. El ciclo de la pobreza puede ser duradero, ya que se pierden puestos de trabajo y los niños no reciben una salud y una educación adecuadas.
Lamentablemente, tanto entre los países como dentro de ellos, los más pobres y más vulnerables (PDF, en inglés) son los más expuestos a los riesgos climáticos. Es probable que los impactos en la salud, la destrucción de los medios de subsistencia y el alza de los precios de los alimentos debido al cambio climático impulsen los mayores aumentos de los niveles de pobreza inducidos por el clima.
En las Reuniones de Primavera de 2023 del Grupo Banco Mundial y el FMI, más de 40 ministros de Finanzas y Planificación de los países pertenecientes a la Red del Proyecto de Capital Humano se reunieron con el fin de analizar la inversión en capital humano para mejorar los resultados climáticos. En un evento público posterior, la presidenta de la Red de Capital Humano, la ministra Oulimata Sarr (i) de Senegal, estuvo acompañada por la premio Nobel Esther Duflo (i), profesora de la cátedra Abdul Latif Jameel de Alivio de la Pobreza y Economía del Desarrollo del Instituto Tecnológico de Massachusetts; Andrew Steer (i), presidente y director ejecutivo del Bezos Earth Fund, y Axel van Trotsenburg, director gerente sénior del Banco Mundial.
En los debates se hizo hincapié en que, con una inversión adecuada, las personas no tienen que ser víctimas pasivas del cambio climático. De hecho, la educación es el principal indicador de las conductas respetuosas del clima (i).