El Banco Mundial (BM) nació en 1944 para apoyar la reconstrucción europea tras la segunda guerra mundial. ¿Pero cuándo comenzó a expandir sus operaciones para apoyar el desarrollo del mundo?
En 1948, Chile fue el primer país en recibir del BM dos préstamos centrados únicamente en el desarrollo. Se trataba del quinto y sexto préstamos (los cuatro primeros fueron para la reconstrucción de países europeos), y sus objetivos eran la construcción de las primeras centrales hidroeléctricas en Chile y el apoyo a la compra de equipos para aumentar la eficiencia de la producción agrícola.
A lo largo de estos 75 años de historia, el desarrollo de soluciones innovadoras para desafíos complejos en áreas clave para el progreso del país, ha estado en la base de la relación entre Chile y el BM.
Socios para el desarrollo del mundo
“Chile ha tenido una destacada trayectoria en su camino al desarrollo, experimentando varias décadas de fuerte dinamismo económico y reducción de la pobreza. El conocimiento que hemos obtenido trabajando en conjunto, ha beneficiado a diversos países alrededor del mundo, inspirando su desarrollo”, afirmó Virginia Brandon, representante del Banco Mundial en Chile.
Sin embargo, en los últimos años el crecimiento se ha ido desacelerando, estancándose la productividad y el progreso en equidad. Esto sumado al impacto de las recientes crisis globales, han hecho que Chile y el mundo enfrenten hoy una triple crisis: social, económica y climática.
“La cooperación internacional es más necesaria que nunca para reformular el desarrollo y avanzar hacia una mayor sostenibilidad e inclusión. Chile tiene condiciones que lo convierten en un socio estratégico para abordar estos desafíos. Por ello, estamos trabajando en conjunto en temas tan cruciales como los impactos del cambio climático, las oportunidades de crecimiento verde, un mejor acceso a servicios públicos de calidad, entre otros”, explicó Brandon.