El Banco ha incorporado nuevos instrumentos que podrían generar una capacidad de financiamiento adicional de USD 157 000 millones en un período de 10 años. Entre esos instrumentos figuran la emisión de capital híbrido, un mecanismo de garantía de cartera y el ajuste de la relación entre préstamos y capital. Durante las reuniones se analizaron otras medidas que permitirían liberar aún más financiamiento, como una mejor utilización del capital exigible y de los derechos especiales de giro, y la creación de un Fondo para un Planeta Habitable mediante la apertura del Fondo para los Bienes Públicos Mundiales a los Gobiernos y las entidades filantrópicas, aumentando su ambición e incentivando aún más la cooperación transfronteriza.
En su alocución durante la sesión plenaria, Ajay reveló que el Banco está analizando establecer en los préstamos plazos de vencimiento de entre 35 y 40 años para ayudar a los países a implementar más adecuadamente inversiones en capital humano y social a largo plazo. Indicó además que la institución investiga la posibilidad de reducir las tasas para incentivar el abandono del carbón como parte de las transiciones energéticas.
Las Reuniones Anuales volvieron a celebrarse en África por primera vez desde 1973, cuando el presidente Robert McNamara acuñó la expresión “pobreza absoluta”. En el encuentro de Marrakech se tomó como base esta visión al reconocer que la erradicación de la pobreza no puede separarse de la sostenibilidad y la protección del planeta.
El presidente del Comité para el Desarrollo, un foro de nivel ministerial que representa a los 189 países miembros, emitió una declaración en la que refrenda la nueva visión (i) y señala la necesidad de redoblar los esfuerzos y completar las ambiciosas reformas que se han iniciado, de modo que la institución cuente con el financiamiento y la capacidad operativa necesarios para convertirse en un Banco mejor, más grande y más eficaz.
Las reuniones se desarrollaron en un contexto mundial turbulento: los recientes terremotos en Marruecos y Afganistán, las catastróficas inundaciones en Libia y la escalada de violencia en Israel y Gaza. Esas crisis intensificaron las amenazas a las que están expuestos las personas que viven en pobreza en todo el mundo, así como la necesidad de encontrar soluciones urgentes.
En la cuarta mesa redonda ministerial sobre el apoyo a Ucrania (i),el presidente de ese país, Volodymyr Zelensky, exhortó a establecer mecanismos confiables para estimular la inversión privada. “Agradezco a todos los que colaboran en la reconstrucción de Ucrania”, indicó.
Los eventos en vivo organizados en Marrakech convocaron a diversos líderes para analizar temas sumamente prioritarios, como el empleo, el capital humano, el clima, la igualdad de género y la deuda, entre otros. Una serie de entrevistas diarias con funcionarios, líderes de la sociedad civil y del sector privado realizadas en la Zona Digital del Banco Mundial (i) permitió acercar diversas ideas a una audiencia digital de todo el mundo.
En un evento sobre el nuevo modelo estratégico para el desarrollo, la directora gerente Anna Bjerde hizo hincapié en los factores por los cuales es necesario que el Banco Mundial introduzca un nuevo modelo estratégico: la creciente frecuencia de las crisis, el costo humano y el hecho de que esas crisis se suman al cambio climático, la inseguridad alimentaria y el aumento de la fragilidad.
“El mundo está cambiando. Se sucede una crisis tras otra, una conmoción tras otra”, sostuvo Bjerde.
