En las Reuniones de Primavera celebradas durante esta semana, el Grupo Banco Mundial mostró con claridad su afán por alcanzar metas más ambiciosas y generar impactos, a través de medidas que van desde nuevas alianzas y herramientas de movilización de fondos hasta planes audaces para ampliar el acceso a los servicios de salud y a la electricidad.
Bajo el lema “De la visión al impacto“, en las reuniones se pusieron de relieve los avances que ha logrado la entidad en su objetivo de transformarse, prestar asistencia con más rapidez y trabajar con los asociados para obtener resultados en mayor escala.
“Un Banco mejor, una ambición mayor: ese es el juego que estamos tratando de jugar”, dijo el presidente del Grupo Banco Mundial, Ajay Banga, a los periodistas en una sesión informativa justo antes de las Reuniones de Primavera.
Las numerosas iniciativas que se dieron a conocer durante el último año dirigidas a transformar la institución permitieron hacer anuncios nuevos y ambiciosos en estas reuniones. El miércoles, se comunicó el compromiso de proporcionar acceso a la electricidad a 250 millones de personas en África antes de que finalice la década, lo que representa una ampliación significativa del objetivo anterior del Grupo Banco Mundial. En un evento destacado en el que participó Ajay, el Banco Africano de Desarrollo dijo que brindaría ayuda a otros 50 millones de personas.
Esta iniciativa podría cambiar la vida de los habitantes de África: en este momento, 600 millones de personas de ese continente no tienen acceso a la electricidad. Esto constituye un obstáculo importante para la atención de la salud, la educación, la productividad, la inclusión digital y la creación de empleo. Para lograr que 250 millones de personas se conecten al servicio eléctrico se necesitarán USD 30 000 millones en inversiones del sector público y el compromiso de introducir cambios en las regulaciones. La Asociación Internacional de Fomento (AIF), institución del Banco Mundial que otorga donaciones y préstamos a baja tasa de interés, desempeñará un papel fundamental. Al mismo tiempo, el impulso para ampliar el acceso a la electricidad podría desbloquear oportunidades de inversión privada en energía renovable distribuida por valor de USD 9000 millones.