Back office, gobierno electrónico, gestión en línea. Son conceptos que pueden parecer ajenos a la vida diaria, pero que tienen el potencial de cambiarla profundamente. Durante la pandemia de COVID-19, su impacto se hizo más evidente que nunca: personas que ya no tuvieron que recorrer largas distancias para obtener un documento, niños del medio rural que continuaron aprendiendo desde casa, pequeñas empresas que optimizaron sus operaciones con trámites simplificados, y científicos que accedieron a investigaciones de forma gratuita para impulsar la innovación.
Esta no fue la experiencia en la mayoría de los países pero sí en Uruguay, un país que ha centrado sus esfuerzos en reducir la brecha digital y mejorar la prestación de servicios a través de tecnologías avanzadas.
Transformación digital en marcha
Para 2016, el 87% de los hogares uruguayos tenía acceso a internet, casi todas las escuelas contaban con conexión inalámbrica, y el 96% de los estudiantes de escuelas públicas disponía de una computadora portátil proporcionada por el Estado. A pesar de estos avances, en 2016 Uruguay aún enfrentaba desafíos: el 43% de las personas que necesitaban información sobre un proceso administrativo prefería acudir a una oficina pública, y solo el 27% optaba por hacerlo en línea. Para abordar estos retos, el Banco Mundial y Uruguay pudieron en marcha el Proyecto de Mejora de Servicios de Gobierno Electrónico a Ciudadanos y Empresas (PROMESEG), diseñado para mejorar la calidad y el acceso a los servicios de gobierno electrónico.
Los resultados de PROMESEG (1918-2023) se han visto en varias áreas:
- Cerrar la brecha en educación: Antes, alrededor del 40% de las escuelas rurales no contaban con banda ancha. Eso cambió. Hoy, en 1,200 escuelas, los docentes de materias como inglés pueden enseñar de manera remota, cerrando la brecha educativa y brindando acceso a comunidades que antes tenían oportunidades limitadas de aprendizaje digital. Además, PROMESEG fortaleció el portal Timbó, una plataforma digital que permite el acceso gratuito a publicaciones científicas y tecnológicas. Esta expansión ha consolidado a Uruguay como un referente en servicios digitales en el ámbito educativo, demostrando que la tecnología puede ser una poderosa herramienta para la equidad.