Cada vez que los apicultores locales de las zonas de amortiguamiento del Parque Nacional Sierra de Bahoruco en la República Dominicana ponen a la venta un nuevo lote de miel en Facebook, este se agota el mismo día. La demanda de miel de alta calidad que ellos producen supera con creces la oferta, lo que pone de relieve el éxito de sus esfuerzos y el potencial de crecimiento.
Esta próspera iniciativa apícola, liderada por Fondazione AVSI y respaldada por el Proyecto de Zonas Críticas del Caribe del Banco Mundial, está transformando vidas y promoviendo la conservación. Cuarenta mujeres de las comunidades locales han recibido capacitación en las áreas de apicultura y conservación de especies de flora esenciales y claves para la producción de miel y, en conjunto, han plantado 10 hectáreas de árboles nativos de gran valor para los polinizadores, sentando así las bases de medios de subsistencia sostenibles.
Ahora, al disponer de nuevos equipos que eliminan la necesidad de un procesamiento manual, estas mujeres se encuentran preparadas para ampliar la producción y satisfacer la creciente demanda. El próximo paso es establecer un plan de “pagos por servicios de los ecosistemas”, en virtud del cual las comunidades recibirán incentivos financieros por los beneficios ecológicos —como la polinización— que generan los árboles que han plantado.
Lo que comenzó como un esfuerzo de conservación se ha convertido en un modelo de crecimiento sostenible, lo que demuestra que proteger la biodiversidad y fortalecer las economías locales pueden ir de la mano.
En todo el Caribe se están llevando a cabo iniciativas similares. El Proyecto de Zonas Críticas del Caribe, ejecutado por el Fondo de la Alianza para la Protección de Ecosistemas Vitales (CEPF, por sus siglas en inglés), está ayudando a las organizaciones locales a crear soluciones innovadoras para conservar la biodiversidad, proteger las especies amenazadas y empoderar a las comunidades. Ya sea a través de la apicultura, el cultivo de café a la sombra, la elaboración de mapas de los riesgos climáticos o los programas de recuperación de especies, estas iniciativas ponen de manifiesto el poder de las organizaciones de la sociedad civil locales para impulsar los esfuerzos de conservación y, al mismo tiempo, crear un futuro sostenible para la población.
República Dominicana: Producción de café inocua para las aves y conservación de la biodiversidad
En la República Dominicana, la Sociedad Ornitológica de la Hispaniola (SOH Conservación) trabaja para proteger los ecosistemas únicos del país apoyando a los agricultores locales en la producción sostenible de café cultivado a la sombra. Este producto, que es muy apreciado en el mercado por su calidad superior, ofrece a los agricultores la oportunidad de obtener mayores ingresos y, al mismo tiempo, contribuir a los esfuerzos de conservación.
Gracias a esta iniciativa, más de 56 caficultores han sido capacitados en agricultura orgánica, agrosilvicultura y el programa Smithsonian Bird Friendly®, una certificación desarrollada por científicos para preservar los hábitats y proteger a las aves cantoras que migran. Con la ayuda de estos conocimientos, los agricultores locales han sembrado 34 725 plántulas de árboles en más de 30 hectáreas y han utilizado prácticas de cultivo de café inocuas para las aves.
Tales esfuerzos están dando frutos en la actualidad. El café ha obtenido la certificación Bird Friendly®, y los productores locales están exportando la variedad de café Bahoruco a Japón, la Unión Europea y Estados Unidos a precios más altos. Dada la complejidad del proceso de certificación, la donación de la iniciativa a SOH cubre el costo de la contratación de un especialista en certificación para orientar a los agricultores con respecto a los requisitos, lo que garantiza el éxito a largo plazo.
Al alinear la agricultura sostenible con la conservación, esta iniciativa no solo salvaguarda la biodiversidad, sino que también crea oportunidades económicas para las comunidades locales.
República Dominicana: Protección del gavilán de la Hispaniola, una especie en grave peligro de extinción
Con menos de 500 ejemplares que quedan en la naturaleza, el gavilán de la Hispaniola es una de las aves rapaces en mayor peligro debido a la destrucción de su hábitat y la persecución humana. Para abordar la necesidad urgente de protegerlos y evitar su extinción, The Peregrine Fund y el Fondo Peregrino desarrollaron un plan de acción de 10 años para la conservación de esta especie icónica. Estos esfuerzos, apoyados por el CEPF, han permitido gestionar entre 125 y 150 parejas de gavilanes en el Parque Nacional Los Haitises y sus alrededores.
El proyecto también ha promovido programas de extensión ambiental y fortalecimiento de la capacidad en 10 comunidades, creando conciencia sobre la importancia ecológica de estas aves. A través de programas de difusión y fortalecimiento de la capacidad, el proyecto empoderó a las comunidades para que asumieran un papel activo en los esfuerzos de conservación y fomentó un sentido de propiedad y responsabilidad respecto de la supervivencia de la especie.
Un logro histórico es la propuesta de una ley especial para la protección y reproducción del gavilán de la Hispaniola que, de aprobarse, protegerá legalmente a esta especie y establecerá el 25 de mayo como el Día del Gavilán de la Hispaniola.
San Vicente y las Granadinas: Elaboración de mapas de riesgos climáticos y de conservación
En San Vicente y las Granadinas, seis comunidades ubicadas a lo largo de la Cordillera Central elaboran mapas de riesgos climáticos y de conservación para salvaguardar sus ecosistemas. Bajo la dirección de JEMS, una organización comunitaria voluntaria que empodera a las comunidades para que protejan los recursos naturales, el proyecto desarrolló un mapa SIG de 30 capas que reunió datos valiosos sobre diversos factores ambientales, como la vegetación, la distribución de las especies y las vulnerabilidades climáticas, para orientar los esfuerzos de conservación y mejorar la comprensión de los riesgos que enfrentan los ecosistemas. Además, esta ONG organizó actividades de capacitación dirigidas a las comunidades locales sobre cómo utilizar las herramientas de elaboración de mapas de riesgos climáticos. Esta formación ayudó a las comunidades a entender mejor las posibles amenazas relacionadas con el clima, como los huracanes, y a prepararse adecuadamente. Cuando se produjo el huracán Beryl en julio de 2024, las comunidades que habían participado en la elaboración de mapas de riesgos se sintieron más preparadas y pudieron tomar medidas proactivas para protegerse a sí mismas y a su entorno.
JEMS también ayudó a establecer una Asociación sobre el Cambio Climático que ha sido eficaz en la respuesta a emergencias y movilización de recursos, especialmente durante el paso del huracán Beryl. El principio básico de la ONG es que las comunidades pueden configurar su propio futuro; para hacerlo, solo necesitan las herramientas y el apoyo apropiados. Con la asistencia del CEPF, esta visión está cada vez más cerca de ser realidad.
Planes de acción colaborativa e intercambio de conocimientos para proteger las especies amenazadas en toda la región
En cinco islas del Caribe, el CEPF apoya el desarrollo de planes de acción para la conservación de nueve especies prioritarias, entre ellas la culebra corredora de Antigua, la oropéndola de las Bahamas y la lagartija de Santa Lucía. Estos planes, encabezados por Re:wild, ponen énfasis en el fortalecimiento de la capacidad, la colaboración entre las islas y las acciones técnicas en materia de conservación.
La primera especie que se beneficiará de la implementación de un plan de acción para la conservación es el mirlo de Jamaica, al tiempo que se estudian planes para el resto de las especies. Además, Re:wild está creando plataformas para el intercambio de conocimientos, entre ellas una serie de seminarios web denominada “Conservation Call to Action”, que ha reunido a conservacionistas de toda la región y ha fomentado el intercambio de conocimientos y la colaboración. La serie también ha inspirado la creación de la Red de Acción para la Conservación de las Especies del Caribe (CSCAN, por sus siglas en inglés), una plataforma dedicada a promover la protección de la biodiversidad.
Un futuro basado en el empoderamiento de las comunidades
El Proyecto de Zonas Críticas del Caribe es visto por el Banco Mundial como una iniciativa única, ya que apoya directamente a las organizaciones de la sociedad civil a través del Fondo de la Alianza para la Protección de Ecosistemas Vitales. La jefa de equipo del proyecto y especialista sénior en medio ambiente del Banco Mundial, Natalia Magradze, considera que este proyecto es un modelo prometedor en materia de conservación de la biodiversidad y empoderamiento de la comunidad.