Contrario a lo que cuentan las teorías de conspiración y los memes de la internet brasileña, el remoto estado de Acre no solo existe, sino que además posee una historia y una cultura rica. Desde agosto de 2023, este legado se encuentra debidamente documentado en un espacio accesible al público en general: el Museo de los Pueblos Acreanos, en el centro de Rio Branco. En contra de las bromas comunes, no hay dinosaurios circulando por el estado. Sin embargo, el museo alberga un fósil bien preservado de un purussauro, el gigantesco antepasado del caimán, ofreciendo a los visitantes una ventana única al pasado prehistórico de Acre.
El museo se hizo realidad a través del Proyecto de Inclusión Social y Económica y Desarrollo Sostenible de Acre (ProAcre), del gobierno del estado, con el apoyo del Banco Mundial. Se invirtieron alrededor de R$ 16 millones (aproximadamente USD2.8 millones) para transformar un antiguo colegio en un atractivo turístico.
El espacio cuenta con siete espacios de visita — todos climatizados y con iluminación especial—, además de un atrio interno, un auditorio, una cafetería y una tienda de souvenirs. Su colección incluye muebles, obras de arte, hallazgos arqueológicos y paleontológicos importantes, así como videos, libros y audios, entre otros. Todos estos recursos desempeñan un papel relevante para ampliar el conocimiento, el desarrollo sociocultural y fortalecer la identidad regional.
Entre las exhibiciones, llama la atención la Sala Chico Mendes, un espacio que recrea la casa de un recolector de caucho y la Sala de las Personalidades. Esta última presenta fotos y biografías breves de acreanos que alcanzaron notoriedad a nivel nacional, como el músico João Donato, la novelista Glória Perez y el político Enéas Carneiro. Otra de las atracciones es la sala interactiva, donde los visitantes pueden resolver un crucigrama y descubrir jerga y frases comúnmente usadas en Acre.