Kampung Pelangi (Aldea del arco iris) en Semarang, Java central (Indonesia). © Ruby Mangunsong/Banco Mundial.
Kampung Pelangi (Aldea del arco iris) en Semarang, Java central (Indonesia). © Ruby Mangunsong/Banco Mundial.
No hay dos ciudades iguales ¿Qué significa tu ciudad para ti?
Para Razi, (i) un camarero de 18 años de edad de Kuala Lumpur, y millones de otros jóvenes con aspiraciones de Malasia, las ciudades son el lugar en el que los sueños de ser parte de la clase media pueden hacerse realidad.
Para Liao Xianmei, (i) una trabajadora migrante de 45 años en Chongqing (China), y Fatma y Peter, una pareja de Tanzanía que se trasladó de su hogar rural a Dar es Salam, las ciudades son el lugar en el que pueden construir un futuro mejor para sus familias.
Y para los 65,6 millones (i) de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, encontrar una ciudad de refugio significa una oportunidad de recuperar la fuerza y la dignidad.
En la actualidad, más de 4000 millones de habitantes en todo el mundo —más del 50 % de la población mundial— viven en ciudades. Por ejemplo, solo en Asia oriental y el Pacífico las ciudades albergan a 1200 millones de personas, (i) casi la misma población de la India.
Y el número sigue creciendo rápidamente, especialmente en Asia y África, ya que las personas y las familias continúan migrando hacia las zonas urbanas en busca de mejores medios de subsistencia.
La rápida urbanización conlleva desafíos sin precedentes
Al ser un enorme imán para el talento y las inversiones, no sorprende que las ciudades se hayan convertido en el principal motor de crecimiento del mundo, generando más del 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial y ayudando al mismo tiempo a cientos de millones de personas a salir de la pobreza extrema.
Sin embargo, la velocidad y la escala de la urbanización traen consigo enormes desafíos. El aumento de las disparidades de ingresos, el empeoramiento de la contaminación y el deterioro de los edificios y puentes con el paso de los años son señales reveladoras de que las ciudades actuales tienen dificultades para satisfacer las crecientes aspiraciones de sus habitantes de tener un futuro sostenible y próspero.
Por ejemplo,, principalmente en Asia, África y América Latina, (i) y con frecuencia están excluidos del acceso a viviendas asequibles, servicios básicos de buena calidad y mejores empleos.
“La mayoría de nosotros somos pescadores y unos pocos tenemos otras habilidades, así que cuando hay un derrame de petróleo o plásticos en el agua, perdemos dinero”, dijo Stephen Aji, (i) jefe de una comunidad pesquera ubicada en uno de los barrios marginales más grandes de Lagos en Nigeria.
El cambio climático complica aún más el desafío de la urbanización. , y empujar a la pobreza a otros 77 millones de residentes urbanos.
La nueva agenda urbana
No todo está perdido. Como el 60 % de los lugares que se urbanizarán para 2030 aún se están por construir, todavía tenemos la oportunidad de ayudar a los pobres urbanos a liberar el potencial económico y salvaguardar para las generaciones futuras los avances en materia de desarrollo que tanto ha costado alcanzar.
Pero lo que ocurra después depende de nosotros.
La buena noticia es que,
En octubre de 2016, en la conferencia Hábitat III, (i) que se realizó después de 20 años, los países de todo el mundo aprobaron la histórica Nueva Agenda Urbana, (PDF) que establece un nuevo estándar mundial para el desarrollo urbano sostenible y orienta los esfuerzos mundiales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la era del cambio climático.
A comienzos de febrero de 2018, los líderes nacionales y municipales se reunirán nuevamente en la novena sesión del Foro Urbano Mundial (WUF9) (i) en Kuala Lumpur, Malasia, para seguir adelante con debates más profundos en torno al tema: Ciudades 2030, ciudades para todos: Implementar la Nueva Agenda Urbana.
La labor del Banco Mundial para construir ciudades y comunidades sostenibles
Las operaciones y la asistencia técnica que reciben apoyo del Banco Mundial contribuyen al Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 y a la implementación de la Nueva Agenda Urbana (i) para lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles para todos.
“Como uno de los principales organismos de financiamiento para el desarrollo en el mundo, el Banco Mundial ha invertido un promedio de USD 6000 millones por año en desarrollo urbano y resiliencia en todo el mundo”, señaló Sameh Wahba (@SamehNWahba), director de Desarrollo Urbano, Desarrollo Territorial y Gestión del Riesgo de Desastres del Banco Mundial. “El Banco se compromete más que nunca a ayudar a los países a responder a las demandas fundamentales de la urbanización y hacer que las ciudades y las comunidades sean inclusivas, resilientes, productivas y sostenibles para todos”.
¿Qué será necesario?
Tres grandes ideas, innumerables soluciones
En el Foro Urbano Mundial, el Banco Mundial propondrá tres ideas importantes (i) que son esenciales para implementar con éxito la Nueva Agenda Urbana:
El Banco mostrará además algunos de los conocimientos innovadores y las acciones transformadoras que han demostrado ser de ayuda para acabar con la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida en ciudades de todo el mundo.
Financiar la Nueva Agenda Urbana
Solo el 3 % de esta cantidad está disponible a través de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD). Esto significa que las ciudades deben fortalecer sus finanzas municipales, buscando al mismo tiempo nuevas maneras de aumentar el financiamiento para la infraestructura urbana.
El Banco Mundial otorga financiamiento y ayuda a las ciudades y los Gobiernos nacionales a formular el marco financiero que les permita atraer inversiones para crecer de manera sostenible. Los siguientes son algunos ejemplos:
Promover el desarrollo territorial
Solo el 1,5 % de las tierras del mundo alberga la mitad de su producción. Las densas y persistentes divisiones entre los lugares que logran buenos resultados y los que no lo hacen exacerban las desigualdades y el sufrimiento humano, alimentando el descontento y perturbando el desarrollo. Existe una necesidad urgente de estimular el crecimiento económico sostenible e inclusivo en estas tierras y espacios urbanos rezagados.
Aquí es donde entra en juego el desarrollo territorial. Ayuda a entender a las ciudades no solo como entidades individuales, sino también por la conectividad entre ellas que permite un crecimiento económico más rápido y vincula a las personas con mejores trabajos.
Generar resiliencia ante los desastres naturales y el cambio climático
A medida que las ciudades crecen, también aumenta su exposición y vulnerabilidad a los desastres naturales. Dado que más del 90 % de todos los centros urbanos se encuentran ubicados en zonas costeras, las ciudades enfrentan crecientes riesgos de ser afectadas por devastadores huracanes, inundaciones y otros peligros naturales que están ocurriendo cada vez con más frecuencia, mayor intensidad y gravedad debido al cambio climático.
En los últimos años, el Banco Mundial colaboró con más de 7000 ciudades y pueblos de 130 países. Durante el ejercicio de 2017, invirtió más de USD 4000 millones en gestión de riesgos de desastres y comprometió más de USD 50 000 millones a través de 900 proyectos que incluían actividades relacionadas con el clima.
El Banco Mundial ha propiciado también asociaciones mundiales para apoyar a los países en sus tareas de resiliencia urbana: