Beneficiarias de programas de protección social y nutrición financiados por la AIF en la aldea de Soavina en Madagascar. Foto: © Sarah Farhat/Banco Mundial.
Beneficiarias de programas de protección social y nutrición financiados por la AIF en la aldea de Soavina en Madagascar. Foto: © Sarah Farhat/Banco Mundial.
Una idea tan simple como construir un puente sobre un río transformó las vidas de los agricultores y mejoró los medios de subsistencia y bienestar de los pobladores de la República Democrática Popular (RDP) Lao (i). Antes de tener el puente, sus condiciones de vida eran muy duras. Su producción agrícola no era suficiente antes del inicio de la siguiente temporada. Peor aún, cuando llovía, no podían ir a trabajar o ir al hospital si estaban enfermos.
“El puente acortó la ruta hacia nuestras tierras de cultivo”, dijo Thoumphonea, líder comunitario de la provincia de Huaphan. “Ahora, es más fácil llevar a las mujeres embarazadas y a los niños al centro de salud o al hospital para ser vacunados”.
Este puente es uno de los más de 4500 proyectos que las comunidades laosianas de zonas remotas implementaron en el marco del Fondo de la Reducción de la Pobreza de la RDP Lao. (i) Se trata de una serie de iniciativas comunitarias financiadas por la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial para reducir la pobreza extrema y que son parte del esfuerzo del Gobierno por mejorar el bienestar de los habitantes más pobres y marginados. Tras la participación de la AIF, otros donantes siguieron su ejemplo. En los últimos 16 años, más de 10 000 familias se beneficiaron de estos proyectos.
El puente ilustra la labor de la AIF, el fondo del Banco Mundial para los países más pobres.
Desde Afganistán hasta Zambia, la AIF trabaja en los países más pobres del mundo.
Pero la AIF desempeña una función mucho más importante en el desarrollo mundial, que va más allá del financiamiento. Proporciona una plataforma nacional común para los donantes, los asociados de los sectores público y privado, la sociedad civil, las organizaciones multilaterales y las partes interesadas en el desarrollo local mediante la cual pueden colaborar y focalizar los esfuerzos para lograr un mayor impacto.
Infografía: Cómo la AIF reduce la pobreza.
Los asociados de la AIF reconocen el valor único y el poder de convocatoria que esta aporta. Como señaló Peter Maurer, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), “la AIF ha proporcionado una plataforma para mejorar las respuestas a la grave inseguridad alimentaria que atraviesan las personas afectadas por situaciones de conflicto. Aprovecha la ventaja comparativa de diversas partes interesadas a través del poder de convocatoria único del Banco”.
Para estar en condiciones de recibir asistencia de la AIF, un país debe tener un ingreso nacional bruto (INB) per cápita por debajo de un umbral establecido, el que era de USD 1145 en el ejercicio de 2019.
Aproximadamente dos tercios de la población extremadamente pobre —unos 500 millones de personas— viven en 75 países que reúnen las condiciones para recibir asistencia de la AIF. La pobreza extrema se concentra cada vez más en los países más frágiles del mundo, muchos de los cuales se encuentran en África. (i)
Es por eso que la AIF pone mayor atención en los Estados frágiles y afectados por conflictos (i) en asociación con otros organismos. Duplicó el apoyo financiero a los países que enfrentan situaciones de fragilidad a USD 14 000 millones, monto que incluye una asignación de USD 400 millones para Yemen, a los que se suman más de USD 2000 millones de financiamiento adicional para los refugiados y las comunidades que los acogen.
Si bien la tasa general de pobreza mundial se ha reducido, hacer frente a la pobreza extrema sigue siendo muy difícil. Esto se debe a que las personas más pobres del mundo se encuentran cada vez más en la primera línea de los problemas mundiales urgentes, como la fragilidad o el cambio climático, que los afectan de manera desproporcionada y sobre los que tienen poco control.
Para seguir siendo eficaz, la AIF se ha adaptado a las cambiantes necesidades mundiales, actuando con rapidez, focalizando el financiamiento y creando soluciones para los problemas de desarrollo más graves. Por ejemplo, movilizó USD 545 millones en apoyo de emergencia para Mozambique, Malawi y Zimbabwe luego del ciclón Idai, que devastó estos países en mayo de 2019.
Binita Biswokarma, beneficiaria del proyecto vial en Nepal. © Banco Mundial
Es por eso también que la AIF se centra en las cuestiones de género y el empleo, como en Nepal, donde un proyecto vial (i) contrata a mujeres pobres y marginadas para que se encarguen de mantener los caminos rurales.
Binita Biswokarma, una joven de 25 años del distrito de Kaski, en el oeste de Nepal, tenía una vida difícil: había perdido contacto con su esposo que migró al extranjero en búsqueda de empleo y no tenía educación, habilidades o tierras de cultivo para mantenerse a sí misma y a su hijo. En momentos tan duros como esos, la oportunidad de trabajar en el Grupo de Mantenimiento Vial fue una luz de esperanza. Después de empezar a trabajar en el mantenimiento del camino Rakhi Mijure Gahate Poshi, una sección del Proyecto para el Fortalecimiento del Programa Nacional de Transporte Rural (SNRTP), su vida cambió totalmente.
“No tenía dinero para alimentar o vestir a mi hijo. Ahora, gano 14 092 rupias nepalíes al mes. Envío a mi hijo a la escuela y he ahorrado algo de dinero en la cooperativa local”, contó Biswokarma. “Cambié el techo de mi casa e incluso compré dos cabras y cerdos con mis ingresos.
El trabajo cambió la vida de Biswokarma. “Estoy agradecida por esta oportunidad de poder trabajar, aprender y cuidar a mi familia”, dijo.
Esa es también la razón por la que la AIF ayuda a los países a prepararse para la economía digital, tal como sucede en Kosovo donde una alianza público-privada está ampliando la infraestructura de banda ancha a las escuelas rurales, clínicas de salud y 60 000 hogares en 200 aldeas (i) y brindando capacitación laboral a 2000 hombres y mujeres jóvenes en diseño de interfaz de usuario.
O el motivo por el que financia proyectos de protección social innovadores y trabaja con operadores privados de dinero móvil para dar acceso a transferencias de efectivo digitales (i) a hogares vulnerables y de difícil acceso en Côte d’Ivoire. Más de 300 000 personas, de las cuales más de la mitad son mujeres, se han beneficiado de las cuentas de dinero móvil y de la inclusión financiera digital.
O la causa por la que con sus asociados coordina esfuerzos de gran alcance en Haití que abarcan desde ayudar a reconstruir la infraestructura y restaurar las instituciones gubernamentales (i) hasta brindarles a los niños, como Jessica Prudent, de 11 años, la oportunidad de asistir a la escuela primaria. (i)
Jessica Prudent, de 11 años, vive en Puerto Príncipe, Haití. © Banco Mundial
Estos proyectos y otros ponen de relieve el enfoque de la AIF para mejorar la vida de las personas más pobres del mundo.
La asistencia de la AIF se centra actualmente en apoyar proyectos que crean empleo y estimulan el crecimiento económico; ayudar a las mujeres a participar plenamente en la economía; crear resiliencia frente al cambio climático, y abordar la fragilidad, el conflicto y la violencia.
El concepto detrás de la AIF —reunir y movilizar fondos para llegar a más personas y lograr un mayor impacto— fue innovador cuando se creó la entidad en 1960. En ese momento, los países pobres necesitaban urgentemente capital, pero no podían contraer préstamos con las mismas tasas de interés que los países de ingreso mediano, por lo que los accionistas del Banco Mundial establecieron la Asociación Internacional de Fomento (AIF), un fondo que proporciona donaciones y préstamos en condiciones concesionarias. Desde entonces, la AIF ha otorgado más de USD 360 000 millones para inversiones en 113 países.
Muchos países que ya no dependen del apoyo de la AIF ayudan a financiar la Asociación. Hoy, 55 países conforman la coalición de donantes de la AIF.
Los suplentes de la AIF (funcionarios de los países donantes) se reúnen cada tres años para debatir la dirección estratégica de la Asociación y reponer sus fondos. Se invita a los representantes de los países prestatarios a las reuniones para garantizar que las políticas y el financiamiento de la AIF se ajusten a las necesidades de los países.
Haga clic aquí para explorar el mapa interactivo (i).
De cara al futuro de la AIF-19: crecimiento, personas, resiliencia
El año 2019 es clave para la AIF, ya que los suplentes de la Asociación están elaborando el paquete de políticas para la AIF-19, que cubrirá los ejercicios 2021-23, y que se anunciará en diciembre.
La AIF-19 continuará profundizando su enfoque en cinco temas estratégicos: empleo y transformación económica; gobernanza e instituciones; género; cambio climático, y fragilidad, conflicto y violencia.
Al mismo tiempo, abordará nuevos desafíos como la sostenibilidad de la deuda, aprovechará las oportunidades que ofrece la economía digital y continuará invirtiendo en la gente (es decir, “el capital humano”) y en el desarrollo inclusivo, porque cuando las personas están saludables, instruidas y son capaces de participar pese a la discapacidad, pueden prosperar.
Con este sólido enfoque en el crecimiento, las personas y la resiliencia, y con la colaboración de una amplia coalición de asociados, la AIF tiene como objetivo poner fin a la pobreza extrema en la próxima década, crear oportunidades para las personas más pobres del mundo y ayudar a sus países clientes a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.