Bruselas, Bélgica (14 de octubre de 2010). Según lo anunciado hoy por el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) y el Banco Mundial, las inundaciones que se abatieron sobre Pakistán en julio provocaron daños por US$9700 millones en infraestructura, establecimientos agrícolas y hogares, así como otras pérdidas directas e indirectas.
Estas estimaciones forman parte de la evaluación de daños y necesidades, un estudio que ambas instituciones realizaron en todo el país para determinar la magnitud de los daños ocasionados por el fenómeno. La versión final del documento, que ya se había presentado al Gobierno de Pakistán, se dio a conocer hoy en la reunión de Friends of Democratic Pakistan celebrada en Bruselas (Bélgica).
“Nueve mil setecientos millones de dólares es el doble de los daños causados por el terremoto que sacudió a Pakistán en 2005”, declaró Rune Stroem, director a cargo de las operaciones del BAD en Pakistán.
Rachid Benmessaoud, director a cargo de las operaciones del Banco Mundial en ese mismo país, señaló que, “ahora que la evaluación de daños y necesidades está concluida, nuestra función como amigos de Pakistán es ayudar al país a enfrentar este gran desafío de reconstrucción”.
Para llevar a cabo la evaluación, los equipos del BAD y el Banco Mundial examinaron el alcance del daño en 15 sectores clave del país. La estimación contempló los daños directos, las pérdidas indirectas y los costos de reconstrucción.
En la evaluación se concluyó que la agricultura y la ganadería han sido los sectores más afectados, a lo que se suman los daños totales o parciales provocados a una gran cantidad de viviendas.
Los caminos se han visto drásticamente afectados, sobre todo en los distritos y aldeas, y las instalaciones de riego también sufrieron graves daños.
Las inundaciones afectaron a una quinta parte del país y la populosa provincia de Singh, ubicada al sur, fue la más perjudicada.