La tasa de crecimiento de China bajará al 7,7% en 2012, pero al año siguiente se recuperará, hasta llegar al 8,1%
Singapur, 8 de octubre de 2012. El crecimiento económico de la región de Asia Oriental y el Pacífico puede reducirse un punto porcentual completo —de 8,2% en 2011 a 7,2% en el presente año— tras lo cual se recuperará hasta alcanzar un 7,6% en 2013. En los países desarrollados las cifras seguirán siendo modestas, y la recuperación, en esa región, será impulsada principalmente por una vigorosa demanda interna en los países en desarrollo, expresó el Banco Mundial en su publicación East Asia and Pacific Economic Data, publicada en el día de la fecha.
Según el nuevo informe, las poco satisfactorias cifras de las exportaciones y la desaceleración del crecimiento económico harán que la tasa de crecimiento del PIB de China pase del 9,3% en 2011 al 7,7% en el presente año. Para 2013, en cambio, se prevé una recuperación del crecimiento de esa economía que lleve la tasa a un nivel del 8,1%, cuando ganen terreno las medidas de estímulo respaldadas, además, por un mayor dinamismo del comercio mundial.
“La proporción que representa la región de Asia Oriental y el Pacífico en la economía mundial se triplicó en las dos últimas décadas, pasando de 6% a casi18% en la actualidad, lo que significa que el continuo crecimiento de esa región reviste cada vez mayor importancia para el resto del mundo”, señaló el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
“Aun en difíciles circunstancias mundiales, la pobreza en la región seguirá disminuyendo; se prevé que la proporción de las personas que viven con US$2 diarios llegue al 24,5% en 2013, lo que supone una disminución frente a las cifras de 2010 (28,8%)”, expresó Pamela Cox, vicepresidenta de la región de Asia y el Pacífico del Banco Mundial”. El debilitamiento de la demanda de exportaciones de Asia Oriental está desacelerando la economía regional, pero en comparación con lo que sucede en otras partes del mundo, su crecimiento sigue siendo vigoroso, y una fuerte demanda interna hará posible la recuperación de la región que dé lugar a una tasa del 7,6% el año próximo”.
En el informe se hace referencia al gasto en reconstrucción registrado en Tailandia tras las inundaciones del año pasado como uno de los factores que apuntalan la demanda interna en la región. Además, países como Indonesia —junto con Tailandia y Malasia—disfrutan actualmente de altos niveles de gasto público y privado en bienes de capital.
En China, el incremento real de la demanda interna se redujo con respecto al año pasado, y en el segundo trimestre del año la tasa de crecimiento real del PIB registró un incremento de apenas 7,6% con respecto al año anterior. Según el informe, el aumento de la inversión se desaceleró particularmente por las medidas adoptadas el año pasado para poner coto a las inversiones inmobiliarias. No obstante, en los próximos meses la flexibilización de la política monetaria que tuvo lugar en el presente año y las medidas de estímulo adoptadas a nivel del Gobierno central y de los gobiernos locales podrían invertir esa tendencia.
En el informe se señala que las tensiones registradas en la zona del euro han disminuido tras el anuncio del Banco Central Europeo, en julio, de su intención de defender esa moneda y de la puesta en marcha de su programa de compra de bonos, que calmó significativamente a los mercados. Además, los recientes anuncios de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre una nueva serie de medidas cuantitativas de flexibilización tendientes a estimular la economía de ese país han contribuido a revitalizar los mercados de capital del mundo.
En el informe se señala, no obstante, que subsisten considerables riesgos. Si la situación en Europa se deteriora en forma pronunciada, existen graves riesgos de que las economías en desarrollo puedan verse afectadas. Una crisis en la zona del euro afectará desfavorablemente a las economías de Asia Oriental y el Pacífico, principalmente por sus repercusiones en el comercio y sus vínculos con el sector financiero. Según el informe, el riesgo será menor para Asia Oriental en esta etapa, ya que los mercados de arroz siguen estando bien abastecidos.
En el informe se expresa que los encargados de la formulación de políticas de la región tendrán que seguir realizando la gestión del crecimiento y reduciendo la pobreza en un entorno de persistente volatilidad. Los países en que se ha dado un acelerado aumento del crédito deben actuar con prudencia; los exportadores de productos básicos, por su parte, deberían seguir adoptando medidas y creando instituciones que ayuden a la gestión de los ingresos provenientes de productos básicos, que se muestran inestables.
“A mediano plazo, los aumentos de la productividad que se registren en la región de Asia y el Pacifico —que se está convirtiendo paulatinamente en una región de ingreso mediano— darán impulso al crecimiento. Aumentará la importancia de las continuas reformas estructurales, la mejora en el clima de negocios y las inversiones en infraestructura y en los sistemas de educación”, expresó Bert Hofman, economista jefe del Banco Mundial para Asia Oriental y el Pacifico.
East Asia and Pacific Economic Data Monitor proporciona un análisis sucinto de indicadores y tendencias de indicadores económicos clave de las economías en desarrollo de esa región.