SEÚL, 15 de octubre de 2012. El presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y el ministro de Estrategia y Finanzas de Corea del Sur, Jaewan Bahk, anunciaron hoy la apertura de una nueva oficina del Grupo del Banco Mundial en Corea, prevista para 2013, con el objetivo de intensificar los esfuerzos conjuntos por encontrar soluciones de desarrollo sostenible para los países emergentes de todo el mundo. Esta oficina centrará su labor en proyectos de infraestructura, tecnología de la información y las comunicaciones, el sector financiero y el intercambio de conocimientos.
En un nuevo signo del fortalecimiento de los lazos entre el Grupo del Banco Mundial y Corea, anunciaron también la puesta en marcha del Fondo de Asociación entre Corea y el Banco Mundial, de US$90 millones, destinado a respaldar a los países en desarrollo. Mediante este mecanismo, se financiará una amplia gama de iniciativas de desarrollo económico haciendo hincapié en el fomento de prácticas óptimas y sacando provecho de los conocimientos y el poder de convocatoria del Banco, así como de la experiencia y los conocimientos técnicos de Corea en áreas tales como políticas de desarrollo económico, tecnología de la información y las comunicaciones, infraestructura y sector financiero.
“En un momento de incertidumbre en el plano internacional, se torna aún más imperiosa la necesidad de ayudar a los países en desarrollo a resolver sus dificultades para reducir la pobreza y generar más prosperidad para sus pueblos”, dijo Kim. “La experiencia de Corea del Sur en el ámbito del desarrollo sostenible, con la creación de infraestructura y servicios eficientes para mejorar la calidad de vida de la gente, junto con su transición hacia una economía del conocimiento dinámica, permiten extraer enseñanzas que pueden beneficiar a muchos otros países en desarrollo”.
Kim sostuvo que la nueva oficina ayudaría a divulgar tanto los éxitos logrados por Corea en el desarrollo como su experiencia en el manejo de la crisis financiera asiática de 1997 y de la reciente crisis financiera mundial de 2008, de manera que sirvieran de enseñanza para otras economías emergentes que procuran mitigar los impactos de la crisis de la eurozona.
Corea del Sur es un ejemplo excepcional de un país receptor transformado en donante: su PIB per cápita creció rápidamente de US$67 a comienzos de la década de 1950 a más de US$20 000, 50 años después. Corea, que ahora integra el Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (el CAD de la OCDE), es un miembro muy apreciado de la comunidad internacional de donantes, un socio clave del Grupo del Banco Mundial en el desarrollo y una importante fuente de contribuciones a la Asociación Internacional de Fomento (AIF).
“Este es un momento crucial. Estos acuerdos reflejan el peso creciente de Corea en la escena internacional y son testimonio de nuestra notable asociación con el Banco Mundial”, dijo el ministro Bahk. “Corea es uno de los pocos países receptores de ayuda para el desarrollo que logró transformarse en uno de los principales donantes y en la 13.a economía mundial. En consecuencia, comprende las dificultades que enfrentan hoy en día los países en desarrollo. Corea está lista para transmitir los conocimientos y los saberes prácticos que adquirió en el curso de su desarrollo”.
El nuevo Fondo de Asociación entre Corea y el Banco Mundial aportará US$90 millones en un período de tres años para financiar proyectos regionales y de alcance mundial dirigidos a respaldar el desarrollo económico, y para cofinanciar inversiones dentro de los países. Se hará hincapié en la elaboración y difusión de prácticas óptimas en materia de desarrollo; los países que podrán recibir financiamiento a través de este nuevo mecanismo serán los de ingreso bajo y mediano-bajo. El fondo también solventará los gastos de la oficina del Grupo del Banco Mundial.
En la actualidad, el Grupo del Banco Mundial participa con sus socios coreanos en una serie de asociaciones y proyectos conjuntos que tienen como objetivo mejorar la gestión del sector financiero, promover las inversiones en infraestructura ecológica y energías renovables, intercambiar saberes y conocimientos prácticos en materia de tecnología de la información y las comunicaciones, y brindar asistencia a Estados frágiles y afectados por conflictos.
La nueva oficina del Grupo del Banco Mundial incluirá representantes de la Corporación Financiera Internacional (IFC), la principal institución de desarrollo internacional dedicada exclusivamente al sector privado, y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), la entidad del Grupo del Banco que ofrece seguros contra riesgos políticos a fin de promover la inversión extranjera directa en los países en desarrollo.
IFC se apoyará en la sólida experiencia del sector privado de Corea para respaldar la ampliación de proyectos clave en infraestructura y servicios y en el sector financiero; para ello, se asociará con empresas coreanas con el fin de invertir en mercados emergentes de todo el mundo.
MIGA está afianzando sus lazos con el sector privado de Corea de modo de promover sus inversiones en países en desarrollo; asimismo, espera poder colaborar más estrechamente con el Gobierno y con entidades del sector público y privado para intercambiar conocimientos y experiencias. Esta mayor presencia permitirá a la entidad prestar ayuda a los inversionistas asiáticos y facilitar sus planes de inversión tanto dentro del país como en otros mercados.