El crecimiento mantendrá el impulso favorable a la reducción de la pobreza, aunque sigue habiendo riesgos considerables, según el informe East Asia and Pacific Economic Update, del Banco Mundial
Singapur, 19 de diciembre de 2012. Las economías en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico se mantuvieron resistentes a pesar del escaso rendimiento de la economía global. En la última edición del informe East Asia and Pacific Economic Update (Actualización económica sobre Asia oriental y el Pacífico), publicado hoy por el Banco Mundial, se prevé para la región un crecimiento del 7,5% en 2012, inferior al 8,3% registrado en 2011, aunque con una recuperación de hasta el 7,9% en 2013.
Frente a la escasa demanda de exportaciones por parte de los mercados globales, la demanda interna se ha mantenido como factor principal de crecimiento para la mayoría de las economías de la región. Según el informe, el desempeño económico de la región en 2012 se vio afectado por la ralentización económica de China.
Se prevé que el crecimiento de China alcance el 7,9% este año, un 1,4% menos que el 9,3% del ejercicio previo, y la tasa de crecimiento más baja desde 1999. En 2012, las escasas exportaciones y los esfuerzos del Gobierno para enfriar el sobrecalentado sector de la vivienda han lentificado la economía china, si bien ha experimentado cierta recuperación en los últimos meses del año. En 2013 se espera que la economía china crezca al 8,4%, alimentada por el estímulo fiscal y la implementación de grandes proyectos de inversión con mayor rapidez.
“La región de Asia oriental y el Pacífico está cobrando cada vez más importancia en la economía mundial, y se espera que en 2012 contribuya con casi el 40% al crecimiento global”, afirmó Bert Hofman, economista jefe de la Oficina Regional de Asia Oriental y el Pacífico del Banco Mundial. “Con tasas elevadas y constantes de crecimiento en la región, esperamos que la pobreza siga disminuyendo. Se prevé que, para fines de 2014, el porcentaje de personas que viven con menos de US$2 al día en la región alcance el 23,3%, lo que es notablemente inferior al 28,8% de
La previsión de crecimiento en 2012 para los países en desarrollo de Asia oriental, sin incluir a China, es del 5,6%, superior al 4,4% de esta recuperación han contribuido la recuperación de Tailandia tras las inundaciones de 2011, el fuerte crecimiento en Filipinas y la moderada ralentización en Indonesia y Viet Nam. Los firmes y continuados resultados de Indonesia, Malasia y Filipinas incrementarán el crecimiento del Asia oriental en desarrollo, sin incluir a China, hasta el 5,7% en 2013 y el 5,8% en 2014.
Otro elemento que ilumina la región es la reincorporación de Myanmar a la comunidad internacional. La economía del país continuó en proceso de aceleración en los ejercicios de 2011-12, con un crecimiento del PIB del 5,5%, que se espera que alcance el 6,3% en los ejercicios de 2012-13. Aunque el Gobierno sigue avanzando en las reformas, son importantes los desafíos que aún persisten para que Myanmar alcance todo su potencial, como la superación de las limitaciones en materia de infraestructuras, la mejora de los sectores de las finanzas y de las telecomunicaciones, y la gestión sostenible de los recursos naturales.
De acuerdo con el informe, los riesgos que podrían ralentizar el impulso de la región son considerables, y entre ellos se citan, como fuentes de incertidumbre, los posibles retrasos de las reformas en la Eurozona, el “acantilado fiscal” en Estados Unidos, y una hipotética y pronunciada disminución del crecimiento de las inversiones en China.
El informe analiza también la creciente inquietud según la cual una nueva expansión monetaria de los países del G-3 (integrado por Estados Unidos, Japón y los países de la Eurozona) podría desencadenar un aluvión de capital sobre la región susceptible de generar burbujas de activos y una excesiva expansión del crédito, así como el incremento del riesgo de provocar súbitas salidas de capitales en el futuro.
“La mayor parte del capital que fluye a la región está integrado por inversiones extranjeras directas, lo que genera empleo y un aumento de la capacidad de producción. Sin embargo, las autoridades monetarias deberían controlar estrechamente los movimientos en sus cuentas de capitales”, manifestó Hofman. “Unos regímenes apropiados de tipo de cambio y el desarrollo de los mercados de capital podrían amortiguar los efectos no deseados de las entradas de capitales, al tiempo que unas medidas macroprudenciales podrían proteger contra una expansión excesiva del crédito”.
Keiko Kubota, economista superior del Banco Mundial y autor principal del informe, señaló: “Si llegara a producirse algún tipo de alteración en el crecimiento, la mayoría de los países podrían contrarrestar el impacto mediante la relajación de sus respectivas políticas fiscales. Para las economías de la región que enfrentan dificultades en la ejecución presupuestaria, y en particular del presupuesto de capital, son muy importantes las intervenciones fiscales orientadas a incrementar la demanda privada interna, como una asistencia social selectiva o créditos fiscales a la inversión”.
East Asia and Pacific Update es un completo examen de las economías de la región preparado por el Banco Mundial. Se publica dos veces al año y está disponible en nuestro sitio web, en https://www.worldbank.org/en/region/eap/publication/east-asia-pacific-economic-update.