Ciudad de Washington, 2 de octubre de 2013 – Se espera que las remesas hacia el mundo en desarrollo aumenten en 6,3% este año, para llegar a US$414.000 millones, y que en 2016 superen el medio billón, indican las estimaciones y proyecciones actualizadas publicadas hoy por el Banco Mundial.
India y China representarán casi un tercio del total de las transferencias hacia los países en desarrollo este año. Este volumen seguirá incrementándose fuertemente a mediano plazo, a una tasa de crecimiento anual promedio de 9%, hasta alcanzar los US$540.000 millones en 2016.
Según la reseña sobre migración y desarrollo del Banco, se proyecta que las remesas mundiales, incluidas las que se envían hacia países de ingresos altos, sumarán US$550.000 millones este año, para llegar a una cifra récord de US$707.000 en 2016.
Las estimaciones reflejan los últimos cambios en la clasificación de países del Grupo del Banco Mundial, donde varios receptores de abultadas remesas, como Rusia, Letonia, Lituania y Uruguay, dejaron de ser considerados países en desarrollo[1]. Además, los datos sobre las transferencias también muestran las modificaciones a la definición del término hechas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde hoy se excluyen algunas transferencias de capital con el consiguiente efecto en las cifras de unos pocos países en desarrollo grandes, como Brasil.
"Estas estimaciones recientes muestran el poder de las remesas. Para un país como Tayikistán, constituyen la mitad del PIB, mientras que en Bangladesh, proveen protección esencial contra la pobreza. En términos de volumen, India –con US$71.000 millones– es líder en el panorama mundial. Para ponerlo en perspectiva, la cifra casi triplica la inversión extranjera directa (IED) que el país recibió en 2012. Estos envíos de dinero actúan como importante contrapeso cuando se reducen las afluencias de capital, como sucedió luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos anunciara su intento de frenar el programa de inyección de liquidez. Por otra parte, cuando la moneda de un país se debilita, las remesas entrantes aumentan y, en ese sentido, actúan como estabilizador automático”, señaló Kaushik Basu, vicepresidente superior y economista en jefe del Banco Mundial.
Los principales receptores de remesas registradas oficialmente en 2013 son India (con aproximadamente US$71.000 millones), China (US$60.000 millones), Filipinas (US$26.000 millones), México (US$22.000 millones), Nigeria (US$21.000 millones) y Egipto (US$20.000 millones). Otros países destinatarios importantes son Pakistán, Bangladesh, Viet Nam y Ucrania.
Como porcentaje del PIB, los principales receptores en 2012 fueron Tayikistán (48%), República Kirguisa (31%), Lesotho y Nepal (25% cada uno) y Moldova (24%).
Los envíos han aumentado de manera sólida en todas las regiones, salvo en América Latina y el Caribe, donde su crecimiento aminoró el ritmo debido al debilitamiento económico de Estados Unidos.
“Las remesas son el vínculo más concreto y menos controvertido entre migración y desarrollo”, sostuvo Dilip Ratha, gerente del equipo de migración y remesas del Grupo de Perspectivas del Desarrollo del Banco. “Las autoridades pueden hacer mucho más para potenciar el impacto positivo de las remesas, ya sea disminuyendo su costo o aumentando la productividad, tanto para el individuo como para el país receptor”.
El alto costo de enviar dinero a casa a través de canales oficiales continúa siendo un obstáculo al uso de las remesas para fines de desarrollo, puesto que la gente prefiere los canales informales. El costo promedio global de los envíos es de 9%, básicamente la misma cifra que en 2012.
La mencionada reseña destaca que si bien los costos de las transferencias parecen haberse estabilizado, los bancos de muchos países han comenzado a aplicar tarifas adicionales al “retiro” del dinero entrante, las que pueden alcanzar hasta el 5% del valor de la transacción.
Algunos bancos internacionales también están cerrando las cuentas de los operadores de transferencias monetarias debido a inquietudes relacionadas con el lavado de dinero y el financiamiento de actividades terroristas.
“Estos acontecimientos constituyen un retroceso inoportuno de los recientes avances en la facilitación de las remesas transfronterizas de parte de los migrantes”, indicó Ratha. “Y son contrarios a los compromisos asumidos por el G-20 respecto de reducir los costos de dichos envíos”.
Mientras debate la agenda de desarrollo para después de 2015, la comunidad de desarrollo mundial también tiene que dirigir su atención hacia la reducción de los altos costos de la migración, incluyendo los costos de contratación y los pagos para obtener visas, pasaportes y permisos de residencia.
El Grupo del Banco Mundial está decidido a mantener su compromiso con este aspecto tan importante del desarrollo, según lo demuestra la reciente creación de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD, por sus siglas en inglés), que ha sido concebida como un nodo de conocimientos y experiencia en materia de políticas de migración.
El programa de trabajo de KNOMAD se enfoca en 12 áreas temáticas, incluidas: migración de trabajadores calificados y no calificados; temas de integración en las comunidades receptoras; coherencia institucional y normativa; migración, seguridad y desarrollo; derechos de los migrantes y aspectos sociales de la migración; y migración interna y urbanización.
Además, KNOMAD abordará temas transversales relativos a género, monitoreo y evaluación, formación de capacidades y percepción del público y comunicaciones.
A partir de la experiencia mundial, los resultados obtenidos con KNOMAD serán difundidos ampliamente y estarán disponibles como bienes públicos globales.
[1]Para ver la clasificación de países más reciente del Grupo del Banco Mundial, publicada el 1 de julio de 2013, visite:
https://data.worldbank.org/news/new-country-classifications