CIUDAD DE WASHINGTON, 7 de octubre de 2013. El crecimiento económico en África al sur del Sahara sigue siendo sólido y, según las previsiones, debería llegar al 4,9% en 2013. Casi un tercio de los países de la región crece a una tasa de 6% o más, y los países africanos actualmente suelen contarse entre los de más rápido crecimiento del mundo, según la nueva edición de Africa’s Pulse, un análisis sobre las cuestiones que configuran las perspectivas económicas de África publicado dos veces al año por el Banco Mundial.
El crecimiento del producto interno bruto (PIB) en África continuará aumentando y se elevará al 5,3% en 2014 y al 5,5% en 2015, sustentado en el aumento de la inversión privada en la región y en las remesas que respaldan los ingresos de los hogares y que actualmente ascienden a US$33 000 millones al año. Los importantes volúmenes de inversión pública y el aumento de la producción en los sectores de recursos mineros, agricultura y servicios respaldan gran parte del crecimiento económico.
Si bien las tasas de crecimiento continúan aumentando y la región atrae en mayor medida tanto inversiones como turismo, en Africa’s Pulse se señala que “la pobreza y la desigualdad, así como la lentitud de los avances para reducirlas, siguen siendo inaceptables”. En la actualidad, casi uno de cada dos africanos vive en situación de pobreza extrema. Con optimismo, esa tasa disminuirá a entre el 16% y el 30% para el año 2030. En el informe se señala que, de aquí al 2030, la mayoría de los pobres del mundo vivirán en África.
“Mantener el sólido crecimiento de África a más largo plazo y, al mismo tiempo, reducir considerablemente la pobreza y fortalecer la capacidad de recuperación de las personas ante la adversidad puede ser difícil debido a las numerosas incertidumbres internas y externas que enfrentan los países africanos”, dice Makhtar Diop, vicepresidente de la Región de África del Grupo del Banco Mundial. “En África, los desastres naturales, como las sequías y las inundaciones, se están volviendo más frecuentes, y la amenaza de conflictos continúa; los acontecimientos recientes en la República Centroafricana y Malí refuerzan la necesidad de que la paz, la seguridad y el desarrollo ocurran en forma simultánea. Por esa razón, en mayo de este año, el Grupo del Banco Mundial prometió US$1000 millones para ayudar a reanudar la paz y el desarrollo en la región de los Grandes Lagos de África mediante la mejora de los servicios de salud y de educación, el aumento del empleo y el comercio entre los países de la región, y un mayor suministro de electricidad. En las próximas semanas, llevaremos este mismo mensaje de paz, seguridad y desarrollo a los países del Sahel.”
Tras la crisis financiera mundial y ante la inestabilidad climática recurrente en África, un número cada vez mayor de países de ese continente está creando redes de protección social para salvaguardar la salud y los medios de vida de las personas pobres y vulnerables durante períodos de adversidad. En Africa’s Pulse se señala que dichas redes pueden proteger a las familias de los peores efectos de las crisis, y contribuir también al crecimiento, al permitir que las personas aumenten sus ingresos.
El mayor crecimiento de África se sustenta en sólidas inversiones privadas. La formación bruta de capital fijo en la región ha aumentado continuamente de alrededor del 16,4% del PIB en 2000 a aproximadamente el 20,4% en 2011. El aumento de las inversiones ha contribuido directamente al crecimiento económico y también ha ayudado a incrementar la capacidad productiva de la economía de la región.
En medida creciente, los proyectos de infraestructura se financian con nuevas fuentes de financiamiento, como China y, cada vez más, Brasil e India, según el análisis.
Lograr que el crecimiento contribuya a reducir considerablemente la pobreza
A pesar del sólido crecimiento de África, los avances para garantizar que el crecimiento contribuya a reducir considerablemente la pobreza han sido lentos y se han visto obstaculizados por los altos niveles de desigualdad.
“En la última década, África creció más rápidamente que la mayoría de las otras regiones, pero el impacto en la pobreza ha sido mucho menor de lo que habríamos deseado. El crecimiento en África no ha logrado reducir la pobreza en la medida que habría sido posible debido a los altos niveles de desigualdad. El crecimiento con equidad es posible, pero para ello debe haber menos desigualdad tanto en los resultados como en las oportunidades,” dice Francisco Ferreira, economista en jefe interino de la Región de África del Banco Mundial.
Los destinos turísticos siguen teniendo gran demanda en toda África: el ingreso de turistas a la región aumentó 4% en comparación con igual período el año pasado. Entre los destinos respecto de los cuales se dispone de datos trimestrales, los más solicitados en el sector de turismo fueron Cabo Verde (aumento de 18%), Seychelles (13% de aumento), Sudáfrica (4% de aumento), Swazilandia (2% de aumento) y Mauricio (1% de aumento).
En Africa’s Pulse se observa que las exportaciones procedentes de África al sur del Sahara siguen concentrándose en unos pocos productos básicos tales como aceite, metales y minerales. En toda la región, los países han diversificado sus socios comerciales, y Brasil, Rusia, India y China (los BRIC) representan actualmente el 36% de las exportaciones de la región. Esas exportaciones alcanzaron los US$144 000 millones en 2012, es decir, casi el mismo nivel de las exportaciones africanas a la Unión Europea y Estados Unidos en conjunto, que totalizaron US$148 000 millones.
“Pero dada su gran dependencia de uno o varios productos básicos, los países africanos con abundancia de recursos son vulnerables a las bruscas fluctuaciones de los precios de esos productos,” dice Punam Chuhan-Pole, economista principal de la Región de África del Banco mundial y autora de Africa’s Pulse.
En la región se necesitan mejores estadísticas
Según Africa’s Pulse, a medida que el continente adquiere más importancia en la lucha mundial contra la pobreza, los países tendrán que invertir en aumentar su deficiente capacidad estadística para que puedan hacer un mejor seguimiento de sus estimaciones de la pobreza y de las cuentas nacionales y tomar medidas al respecto.
Contar con estadísticas periódicas y fiables es fundamental para determinar los avances en materia de desarrollo y para el análisis de las políticas, pero en África las estadísticas son insuficientes. Por esta razón, el Banco Mundial redoblará su apoyo a los países, a fin de mejorar la calidad y frecuencia de sus datos y estadísticas.
En el nuevo informe se señala que la tecnología puede ayudar en este sentido. Por ejemplo, se podría aprovechar la proliferación de teléfonos móviles en África al sur del Sahara para recopilar frecuentemente información actualizada sobre los hogares. A su vez, esos datos podrían utilizarse para estimar las tendencias en materia de pobreza. Las estadísticas agrícolas tales como los rendimientos de los cultivos podrían mejorarse utilizando Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) portátiles de bajo costo.