Quito, 23 de enero de 2014 - Académicos y funcionarios de los gobiernos de Afganistán, China, India y Pakistán, visitarán al Ecuador para conocer el programa regional de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales (PRAA) del 27 al 30 de enero. El PRAA es financiado en su mayor parte por el Fondo Global del Ambiente (GEF) y se implementa en Bolivia, Ecuador, Perú y algunas actividades en Colombia, con el apoyo del Banco Mundial y con la administración de la Secretaría General de la Comunidad Andina de las Naciones.
Tanto en los países andinos como en los países ubicados en la cuenca del Río Indo, parte de su desarrollo económico y su crecimiento depende de los sistemas de recursos hídricos alimentados por glaciares. Estos países ribereños (de glaciares de la Cordillera Andina en el caso de Bolivia, Ecuador y Perú, y de la Cordillera de los Himalaya en el caso de Afganistán, China, India y Pakistán) enfrentan varios retos comunes, incluyendo el crecimiento de la población, la vulnerabilidad al cambio climático, y la variabilidad hidrológica durante el año y de año a año.
En efecto, el impacto del cambio climático en la cuenca del Río Indo es de gran preocupación porque sus poblaciones dependen en gran parte de la nieve y del agua del deshielo de los glaciares, los cuales contribuyen significativamente al flujo anual de agua. Sin embargo, más de los 18 000 glaciares que alimentan esta cuenca no han sido estudiados y han sido escasamente monitoreados. El cambio climático representa un gran reto para el manejo, altamente complejo, de los recursos hídricos en la cuenca. Según ciertas estimaciones, se espera que el impacto combinado del cambio climático y el crecimiento de la población reduciría la disponibilidad per cápita de agua renovable de 1329m3 a por debajo de 750m3 para el 2050 en las poblaciones ribereña al Río Indo.
Bajo este escenario, el monitoreo de glaciares es esencial para proveer de datos e información que llevan a decisiones clave sobre la adaptación al cambio climático y sobre el crecimiento económico de la cuenca.
En el caso de los Andes, a través del ya mencionado proyecto PRAA y otras iniciativas nacionales, en los últimos años se está progresando mucho en consolidar un estudio sistemático de los glaciares, su monitoreo a nivel nacional y regional, así como entender mejor las implicaciones que su retroceso genera en los ecosistemas y economías locales. En los Andes se ha avanzado mucho en procesos de concertación regional, y en la implementación en el terreno de medidas específicas de adaptación al cambio climático en zonas de alta montaña. Por lo tanto, el intercambio de información y experiencias entre participantes de ambas cuencas es particularmente provechoso, ya que ambos grupos se pueden enriquecer de las experiencias y lecciones aprendidas de los demás. Los países integrantes del proyecto PRAA tienen mucho que decir y compartir en la implementación de tecnologías de monitoreo de glaciares, creación de redes regionales y medidas específicas de adaptación para mejorar el manejo de los recursos hídricos, y esta visita genera una gran oportunidad para poder hacerlo.
El intercambio incluye una visita al glaciar Antisana, cuyas estaciones de monitoreo, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, son las más altas del Ecuador y las únicas instaladas cerca y directamente sobre la superficie del glaciar. Con esto, se obtiene información valiosa sobre las condiciones de la atmósfera y se conoce más y mejor la relación entre el clima y el balance hídrico resultante.
Además, la visita está diseñada para promover las capacidades técnicas de sus participantes así como informar e iniciar la implementación regional conjunta del manejo de datos y compartir información acerca de los glaciares entre países. Adicionalmente, durante la visita a Ecuador también se ilustrarán y compartirán los aprendizajes y experiencias obtenidos a través del proyecto PRAA en Bolivia y Perú.