LONDRES, 3 de julio de 2014. Si bien no todos los desastres pueden evitarse, la planificación eficaz y la preparación pueden ayudar a mitigar su impacto.
Esta es una de las principales conclusiones del informe Learning from Megadisasters (Lecciones de los megadesastres), un informe conjunto del Grupo del Banco Mundial y el Gobierno de Japón divulgado hoy que se concentra en las enseñanzas en términos de gestión de desastres y riesgos que dejó el megadesastre de Japón: el Gran Terremoto del Este de Japón de 2011. Este fue el primer desastre registrado que incluyó un terremoto, un tsunami, un accidente en una central nuclear, fallas en el suministro eléctrico y la interrupción en gran escala de las cadenas de abastecimiento, con consecuencias a nivel mundial para varias industrias.
Se estima que, durante los últimos 30 años, los desastres naturales causaron pérdidas económicas por un valor de US$4 billones. Las comunidades pobres suelen ser las más afectadas y las que más demoran en recuperarse tras un desastre. En el informe se señala que, dadas las probabilidades de que los eventos climáticos sean más extremos, el mundo debe cambiar su tradición de respuesta por una cultura de prevención y capacidad de adaptación.
Sanjay Pradhan, vicepresidente de Liderazgo, Aprendizaje e Innovación del Grupo del Banco Mundial comentó que: “Los riesgos de todo tipo, desde desastres naturales hasta crisis financieras, tienen el potencial de devastar comunidades de todo el mundo. Sin embargo, la investigación demuestra que las sociedades que se adaptan a esos riesgos de forma exitosa pueden mostrar mejoras extraordinarias. Por esa razón, creemos que aprender de los desastres y las crisis es importante para todos”.
Junto con el informe, University College London (UCL) y la vicepresidencia de Liderazgo, Aprendizaje e Innovación del Grupo del Banco Mundial lanzarán un nuevo proyecto de investigación, llamado “Learning from Crisis” (Enseñanzas de las crisis), basado en el informe y con un alcance que excede los desastres naturales e incluye crisis financieras, de delito y seguridad, y otros escenarios de crisis. La investigación se realizará en ciudades, a fin de determinar cómo sus líderes aprenden e incorporan el aprendizaje de los desastres naturales en la planificación a futuro.
La Dra. Michele Acuto, directora de investigación del Departamento de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Políticas Públicas de UCL, señaló que: “Este proyecto responde a la mayor conciencia que se tiene respecto del papel que tienen los líderes municipales en países desarrollados y en desarrollo al momento de responder de manera sistemática a crisis repentinas con efectos dramáticos en las áreas urbanas, como en el caso del Tifón Haiyan o los disturbios en Londres. Trabajando con el Grupo del Banco Mundial, esperamos entender si las ciudades aprenden de las crisis (y cómo lo hacen), con la meta de desarrollar un conjunto de herramientas para estos líderes a futuro”.
En las próximas décadas, miles de millones de dólares se invertirán en infraestructura en las ciudades de los países en desarrollo de rápido crecimiento. La calidad de la infraestructura y los sistemas que se planifican hoy determinarán la capacidad de adaptación de sus ciudades y sus ciudadanos a futuro.