Según los pronósticos, la región crecerá alrededor de un 7 % este año y el próximo
SINGAPUR, 6 de octubre de 2014. De acuerdo con el informe Actualización económica sobre Asia oriental y el Pacífico, que el Banco Mundial dio a conocer hoy, este año los países en desarrollo de Asia y el Pacífico registrarán un crecimiento económico ligeramente más lento, pero el ritmo de crecimiento de la región, sin contar a China, repuntará en 2015, a medida que la recuperación gradual de las economías de ingreso alto impulse la demanda de exportaciones de la región. Con todo, Asia oriental y el Pacífico sigue siendo la región en desarrollo de más rápido crecimiento del mundo.
Asia oriental crecerá un 6,9 % este año y el próximo, lo que representa una disminución respecto del 7,2 % registrado en 2013, se señala en el informe. En China, el crecimiento se reducirá levemente al 7,4 % este año y al 7,2 % en 2015, a medida que el Gobierno procure encauzar la economía por un rumbo más sostenible con políticas que permitan abordar las vulnerabilidades financieras y las limitaciones estructurales. Se espera que este año el crecimiento de los países en desarrollo de la región, sin contar a China, descienda a un mínimo de 4,8 %, antes de aumentar al 5,3 % en 2015, a medida que aumenten las exportaciones y las reformas económicas internas avancen en las grandes economías de Asia meridional.
“Para que Asia oriental y el Pacífico pueda seguir creciendo a tasas más elevadas —y con mayor rapidez que otras regiones en desarrollo—, los responsables de las políticas deben implementar un ambicioso programa de reforma nacional que incluya la eliminación de las barreras a la inversión interna, la mejora de la competitividad en materia de exportaciones y la racionalización del gasto público”, señaló Axel van Trotsenburg, vicepresidente para la región de Asia oriental y el Pacífico del Banco Mundial.
Si bien la región en su conjunto se beneficiará más que cualquier otra con la recuperación de la economía mundial, el impacto variará entre los distintos países, según el entorno que estos ofrezcan para las inversiones y las exportaciones. China, Malasia, Viet Nam y Camboya están en condiciones de incrementar sus exportaciones, lo que refleja su creciente integración en las cadenas de valor mundiales y regionales que han impulsado el comercio internacional en los últimos 20 años.
En el informe se ajustó el pronóstico del Banco Mundial sobre el crecimiento de la economía de Malasia en 2014: este valor se incrementó del 4,9 % (abril) al 5,7 %, debido al sólido nivel de exportaciones registrado en la primera mitad del año. Se espera que Camboya crezca a una tasa del 7,2 % en 2014, gracias al aumento de las exportaciones de indumentaria. También se prevé que, de mantenerse la calma en el contexto de malestar político, Tailandia se beneficiará con la recuperación de la economía mundial, dada su fuerte integración en las cadenas de valor mundiales.
Pero en Indonesia, que aún depende de las exportaciones de productos básicos, el crecimiento se reducirá del 5,8 % (2013) al 5,2 %, lo que responde a la caída del precio de los productos básicos, un consumo del sector público más bajo de lo previsto y una expansión más lenta del crédito.
Un dato positivo para las economías de la región es el sólido nivel de consumo privado, respaldado por varios factores, como el gasto relacionado con las elecciones en Indonesia y un mercado laboral sólido en Malasia.
En Filipinas, el creciente volumen de remesas favoreció el consumo privado, que representa más de la mitad del crecimiento general del país. Según las previsiones, este último se ubicará en un 6,4 % este año y en un 6,7 % en 2015. Este año y el próximo, la economía de Myanmar crecerá un 8,5 %, gracias a las reformas institucionales y de políticas llevada a cabo recientemente, así como a la reinserción del país en la economía mundial.
Persiste un importante grado de incertidumbre que podría afectar el crecimiento de la región. Las economías de ingreso alto, especialmente en la zona del euro y en Japón, podrían enfrentar riesgos de deterioro en el corto plazo. Las condiciones financieras internacionales podrían volverse restrictivas abruptamente, y las tensiones geopolíticas regionales e internacionales podrían afectar las perspectivas. La región también sigue siendo vulnerable a la marcada desaceleración de la economía china, lo que, si bien es improbable que ocurra, podría perjudicar especialmente a los productores de productos básicos, como los exportadores de metales en Mongolia y los exportadores de carbón en Indonesia.
“Lo mejor que pueden hacer los países de la región para lidiar con estos riesgos es abordar las vulnerabilidades provocadas por políticas financieras y fiscales anteriores, y complementar estas medidas con reformas estructurales destinadas a mejorar la competitividad de las exportaciones”, afirmó Sudhir Shetty, economista superior de la región de Asia oriental y el Pacífico del Banco Mundial.
En el informe se recomiendan políticas específicas para que los distintos países puedan afrontar el riesgo y emprender un rumbo de crecimiento sostenible. Mongolia y la República Democrática Popular Lao, por ejemplo, deben reducir el déficit fiscal y endurecer la política monetaria. En Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia, la adopción de medidas encaminadas a acrecentar los ingresos y reducir los subsidios mal orientados ayudará a generar espacio para las inversiones destinadas a mejorar la productividad y el gasto asignado a la reducción de pobreza, al tiempo que se restablecen gradualmente los mecanismos fiscales de amortiguación.
Según el informe, en China, a medida que el Gobierno procura lograr un equilibrio entre la contención de los riesgos crecientes y el cumplimiento de las metas de crecimiento, la implementación de reformas estructurales en sectores antes reservados a las empresas y los servicios públicos podría ayudar a atenuar el impacto de las medidas destinadas a controlar la deuda de los Gobiernos locales y frenar las operaciones de la banca paralela.
En el informe también se analizan las reformas estructurales a largo plazo que ayudarán a los países a maximizar los beneficios de la recuperación de la economía mundial. Entre las reformas principales se incluyen el aumento de la inversión en infraestructura, la mejora de la logística comercial, y la liberalización de los servicios y la inversión extranjera directa. Asimismo, dado que varios sistemas educativos de la región no están generando las aptitudes y habilidades que se exigen en el mercado laboral, en el informe se recomienda una estrategia integral para abordar cuestiones que van desde el desarrollo en la primera infancia hasta la educación superior y la formación permanente.
El informe Actualización económica sobre Asia oriental y el Pacífico, del Banco Mundial, es un análisis exhaustivo de las economías de la región. Se trata de una publicación semestral que puede consultarse sin cargo en www.worldbank.org/eapupdate
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