CIUDAD DE WASHINGTON, 15 de septiembre de 2015. Las economías en desarrollo deben prepararse para atravesar las posibles turbulencias de los mercados financieros provenientes del próximo ciclo de endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos, según se indica en un nuevo documento sobre investigaciones relativas a políticas del Banco Mundial dado a conocer antes de la reunión de esta semana del Comité de Operaciones de Mercado Abierto, entidad encargada de establecer las políticas de la Reserva Federal.
En este documento, The Coming U.S. Interest Rate Tightening Cycle: Smooth Sailing or Stormy Waters? (El próximo ciclo de ajuste de las tasas de interés en los Estados Unidos: ¿Aguas calmas o tormenta?), se sugiere que, aunque se han dado señales evidentes de un probable aumento en las tasas de interés de los Estados Unidos —lo que sería la primera suba de la tasa de la Reserva Federal desde 2006— en los mercados financieros mundiales y entre el público, aún existe el riesgo de que esté asociado a la volatilidad de los mercados.
La Reserva Federal ha establecido las condiciones para el ciclo de ajuste cuidadosamente, por lo que se puede esperar una transición armoniosa, con efectos positivos para los mercados emergentes y de frontera. Sin embargo, puede producirse cierta volatilidad de los mercados financieros, incluso aunque se haya previsto un cambio en las políticas de la Reserva Federal desde hace mucho tiempo. Esto podría conducir a una considerable caída de los flujos de capital hacia los mercados emergentes y de frontera.
En el nuevo documento de investigación se evalúa el posible impacto en las economías en desarrollo si la reacción de los mercados financieros al ajuste planteado por la Reserva Federal es similar a la agitación que se produjo en mayo de 2013, cuando el Banco Central de los Estados Unidos señaló que estaba preparado para desacelerar el ritmo de flexibilización cuantitativa.
“Las tensiones financieras de los mercados mundiales tienden a afectar desproporcionadamente a las economías emergentes y de frontera”, dijo Kaushik Basu, primer vicepresidente y primer economista del Banco Mundial. “En este documento se analiza si una volatilidad de los mercados causada por el próximo ciclo de ajuste podría generar consecuencias adversas significativas para el crecimiento y la estabilidad financiera. Esto afectaría principalmente a los países más vulnerables”.
La volatilidad y las alteraciones son más comunes en una economía mundial que se está ajustando a menores perspectivas de crecimiento, al desaceleramiento del comercio internacional y a precios de los productos básicos que se mantienen bajos. En el contexto actual, algunos mercados emergentes y de frontera son más vulnerables que, por ejemplo, en la época de la reacción a la reducción paulatina de liquidez de 2013. La actividad se ha desacelerado en muchos mercados emergentes en los últimos años, y se espera que 2015 sea el año de menor crecimiento en estos mercados desde la última crisis financiera mundial.
“Los riesgos se ven agravados por los repuntes recientes de la volatilidad en los mercados financieros mundiales y el deterioro de las perspectivas de crecimiento en las economías en desarrollo”, dijo Ayhan Kose, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial. “Un cambio abrupto en la disposición a afrontar riesgos en relación con los activos de mercados emergentes podría ser contagioso y afectar los flujos de capital que reciben muchos países”.
Un cese repentino de los flujos de capital hacia los mercados emergentes podría crear enormes desafíos de política para los países vulnerables.
A fin de prepararse para las posibles conmociones ocasionadas por el endurecimiento de las políticas de la Reserva Federal, los países en desarrollo deben fortalecer la capacidad de adaptación de sus economías y tomar medidas para acelerar el crecimiento. Los países que se enfrentan a altos niveles de inflación deberían implementar políticas monetarias confiables para contener el problema. Las entidades de regulación deben supervisar de cerca a los bancos con grandes pasivos en moneda extranjera.
Las políticas fiscales pueden respaldar el crecimiento si los presupuestos lo permiten. Las reformas estructurales pueden tardar en generar beneficios, pero un programa de reforma sólido puede servir de señal para que los inversionistas vean que mejoran las perspectivas de crecimiento. La flexibilidad del tipo de cambio puede brindar protección ante las conmociones, pero debe estar complementada con medidas de política monetaria o intervenciones específicas para respaldar un funcionamiento ordenado del mercado.
“Las economías de mercados emergentes y de frontera deben mantener la esperanza durante el próximo ciclo de endurecimiento monetario, pero dados los considerables riesgos del proceso, no estaría mal que se ajustaran los cinturones por si el camino es irregular”, dijo Carlos Arteta, economista principal del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial.
El documento completo sobre investigaciones de políticas está disponible en https://www.worldbank.org/en/research/brief/policy-research-note-no2-the-coming-us-interest-rate-tightening-cycle-smooth-sailing-or-stormy-waters.