En la última década, la ampliación de la cobertura para los pobres en los países está sentando las bases para mejorar los resultados en materia de salud y reducir la desigualdad
Ciudad de Nueva York, 25 de septiembre de 2015. En un informe del Grupo Banco Mundial dado a conocer hoy durante la Asamblea General de las Naciones Unidas se muestra que más países del mundo están poniendo en marcha programas de cobertura de salud universal diseñados para ampliar el acceso a la atención sanitaria y reducir el número de personas que se empobrecen debido a los elevados costos que deben pagar para obtener los cuidados que necesitan. En el informe, Going Universal: How 24 countries are implementing universal health coverage reforms from the bottom up (Hacia un modelo universal: Cómo 24 países están implementando reformas orientadas a la cobertura de salud universal desde la base) se analiza el caso de 24 países que emprendieron programas de cobertura de salud universal y están ampliando la cobertura para incluir a los pobres, quienes a menudo reciben mucho menos de sus sistemas de salud que las personas en mejor situación económica.
La ampliación de la cobertura de salud universal es fundamental: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Grupo Banco Mundial, 400 millones de personas carecen de acceso a servicios de salud esenciales, y un 6% que vive en países de ingreso bajo y mediano cae o se hunde en la pobreza extrema a causa de los gastos que realizan en salud.
Los autores analizaron cómo los encargados de diseñar políticas están abordando cinco desafíos clave: la cobertura de las personas, la ampliación de las prestaciones, la gestión del dinero, la mejora en la oferta de servicios de atención de salud y el fortalecimiento de la rendición de cuentas. Los países analizados en Going Universal incluyen a Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Etiopía, Georgia, Ghana, Guatemala, India, Indonesia, Jamaica, Kenya, México, Nigeria, Perú, Filipinas, República Kirguisa, Sudáfrica, Tailandia, Túnez, Turquía y Viet Nam.
Los autores llegaron a la conclusión de que los programas de los países son nuevos, masivos y transformadores: se implementaron mayormente en la última década; combinados, cubren a más de 2000 millones de personas, y están cambiando significativamente la forma en que funcionan los sistemas de salud. Cada uno de los programas tiene como objetivo superar un legado de desigualdad cerrando brechas en el financiamiento y la cobertura de los servicios que perjudican a los pobres. En el informe se muestra que la cobertura de salud universal exige una mayor inversión y un cambio en el gasto que permita asignar recursos adicionales de un modo que favorezca a los pobres y resulte fiscalmente sostenible.
El informe se da a conocer en el marco de la reunión de los líderes mundiales en Nueva York, en la que se adoptarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, que incluyen, por primera vez, el objetivo de lograr la cobertura de salud universal.
“Este informe ofrece datos prácticos para los encargados de diseñar políticas a nivel mundial que están tratando de acelerar el avance hacia la cobertura de salud universal, e implica el potencial de lograr un mayor nivel de equidad y una mejora en los resultados que genera el dinero utilizado”, señaló Daniel Cotlear, uno de los autores del informe, y economista principal del Departamento de Salud, Nutrición y Población del Grupo Banco Mundial.
Los autores documentaron y analizaron las experiencias de los países sobre la base de una iniciativa sistemática de recopilación de datos, que refleja con un mayor nivel de detalle cómo han venido implementado los países las reformas orientadas a la cobertura de salud universal.
La OMS y el Grupo Banco Mundial recomiendan que los países que procuran lograr una cobertura de salud universal apunten a brindar una cobertura mínima de los servicios de salud esenciales al 80% de la población, y que todas las personas, dondequiera que se encuentren, estén protegidas de los gastos de salud exorbitantes y empobrecedores.
“La cobertura de salud universal representa una triple victoria: mejora la salud de las personas, reduce la pobreza e impulsa el crecimiento económico”, señaló Tim Evans, director superior del Departamento de Salud, Nutrición y Población del Grupo Banco Mundial. “En el informe se destaca cuánto han avanzado muchos países en relación con la cobertura de salud universal, pero también se muestra cuánto deben mejorar muchos otros para garantizar que los más pobres tengan acceso a servicios de salud esenciales y estén protegidos de los gastos de salud que generan graves problemas financieros. A medida que el mundo se concentra en la forma de lograr los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, es necesario actuar en función de estos resultados para garantizar que los pobres del mundo no queden rezagados”.
La Fundación Bill & Melinda Gates respaldó el informe, que se presentará en la Fundación Rockefeller el 25 de septiembre de 2015.
El informe está disponible en: http://wrld.bg/SwBVQ.
El Grupo Banco Mundial y la cobertura de salud universal
En consonancia con su estrategia mundial de salud, nutrición y población, el Grupo Banco Mundial respalda las iniciativas de los países en desarrollo encaminadas a lograr la cobertura de salud universal y a ofrecer atención de calidad y accesible para todos —independientemente de la capacidad de pago—, con lo cual se busca reducir los riesgos financieros relacionados con los problemas de salud y promover la equidad. El camino hacia la cobertura de salud universal varía de un país a otro. Sea cual fuere el rumbo, la meta del Grupo Banco Mundial es ayudar a los países a construir sociedades más saludables y más equitativas, además de mejorar su desempeño fiscal y su competitividad, con el objetivo de poner fin a la pobreza e impulsar la prosperidad compartida.
Para obtener más información, visite: www.worldbank.org/universalhealthcoverage