WASHINGTON, 6 de octubre de 2016 – Dado el escenario de débil crecimiento mundial, se espera solo un leve aumento de las remesas hacia los países en desarrollo en 2016, según la última edición del documento sobre migración y desarrollo publicado hoy.
Se prevé que las remesas hacia los países de ingresos bajos y medios crezcan en apenas 0,8 %, para alcanzar la cifra de USD 442 000 millones. La moderada recuperación de este año se vio impulsada principalmente por el aumento del envío de remesas hacia América Latina y el Caribe. En cambio, en las demás regiones disminuyeron los ingresos que los migrantes envían hacia sus países de origen. Esto ocurre luego de la reducción del nivel de remesas registrada en 2015.
Los bajos precios del petróleo continuaron incidiendo en los deprimidos flujos de remesas desde Rusia y los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG). Adicionalmente, hay factores estructurales que también influyeron en la disminución en el flujo de remesas. La lucha contra el lavado de dinero ha obligado a los bancos a cerrar cuentas de operadores de transferencias de dinero, situación que desvió la actividad hacia canales informales. Las políticas que favorecen la contratación de trabajadores locales por sobre los trabajadores extranjeros, en particular en Arabia Saudita, han desincentivado la demanda de mano de obra extranjera en los países del CCEAG. Por último, los controles cambiarios en varios países, incluidos Nigeria y Venezuela, han obstaculizado el flujo de remesas.
Las proyecciones apuntan a un crecimiento modesto de las remesas hacia los países en desarrollo, las cuales se mantendrían en alrededor del 3,5 % a nivel mundial en los próximos dos años. Por su parte, se prevé que el crecimiento será de 2 % o menos en todas las demás regiones en desarrollo con la excepción de América Latina y el Caribe.
El costo promedio total de enviar USD 200 se mantuvo en 7,6 % en el segundo trimestre de 2016. Sin embargo, los costos promedio disminuyeron con respecto al 9,8 % registrado en 2008. Con un costo de 9,6 %, África al sur del Sahara sigue siendo la región donde más cuesta enviar dinero, mientras que Asia meridional es la región más barata.
“Las remesas continúan siendo un factor importante de la economía mundial, aún más que la asistencia internacional. Sin embargo, esta “nueva normalidad” en la que las transferencias de dinero aumentan solo levemente puede plantear enormes desafíos para millones de familias que dependen en gran medida de ellas. A su vez, puede afectar gravemente las economías de muchos países y generar un conjunto de nuevos retos para el crecimiento económico”, indicó Augusto López-Claros, director del Grupo de Indicadores Mundiales del Banco Mundial.
El documento del Banco Mundial sobre "Migración y desarrollo: Un rol para el Grupo Banco Mundial” describe de manera general los factores fundamentales que impulsan la migración y los beneficios y desafíos económicos asociados. Además, el informe esboza la función que tanto el Grupo Banco Mundial como las Instituciones financieras internacionales (IFI) pueden cumplir en esta área y de ese modo, complementar la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes acordada en la Cumbre de las Naciones Unidas (ONU) sobre el tema, realizada el 19 de septiembre de 2016. Las IFI pueden contribuir a la agenda global sobre migración en cuatro áreas: i) financiando programas de migración; ii) abordando los factores fundamentales que impulsan la migración; iii) maximizando los beneficios y gestionando los riesgos de la migración en los países de origen y de destino; y iv) aportando conocimientos para la formulación bien documentada de políticas y mejorar las percepciones del público.
El documento revela que hay alrededor de 250 millones de migrantes internacionales y casi tres veces esta cifra de migrantes internos. De estos, 21,3 millones son refugiados (cifra que incluye 5,2 millones de refugiados palestinos). Aunque el número de refugiados ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos, aún no llega a los niveles históricos registrados a principios de los años noventa. En este contexto, la migración intrarregional es muy elevada y los movimientos Sur-Sur superan a aquellos de Sur a Norte. Los principales factores que impulsan la migración por razones económicas continúan siendo la desigualdad, los cambios demográficos y el cambio climático.
“Aunque los beneficios de la migración son innegables, algunos costos inclinan la percepción del público hacia su lado negativo. A medida que la comunidad mundial se prepara para definir un pacto global sobre la migración en 2018, se requieren ideas innovadoras para aprovechar los beneficios y mitigar los riesgos asociados. Cuando la migración se concibe a través de la óptica común de reducir la pobreza e impulsar la prosperidad, es posible ofrecer un marco unificador que permita dar una respuesta integral”, señaló Dilip Ratha, autor principal del documento y director de la Asociación Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD).
Tendencias en las remesas regionales
Las perspectivas en materia de remesas han empeorado en Asia oriental y el Pacífico debido a la fragilidad de la economía mundial. Su crecimiento se redujo de 4,1 % en 2015 a 2,1 % en 2016. Es probable que Filipinas registre la expansión más lenta en una década.
Se estima que las remesas hacia Europa y Asia central volverán a caer en un 4 % adicional en 2016. Sin embargo, esta caída es mucho menos significativa que la caída de 22,5 % registrada en 2015. De todas maneras, es posible que algunos países de la región, entre ellos Bulgaria, Montenegro y Bosnia y Herzegovina, experimenten un modesto incremento de estas entradas.
Los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe aumentaron en el primer semestre de 2016, debido principalmente a una recuperación de la economía de Estados Unidos (EE.UU.). Se espera que los envíos de remesas hacia la región aumenten en un 6,3 % y alcancen la cifra de USD 72 000 millones hacia fines de 2016.
Se proyecta que las remesas hacia Oriente Medio y Norte de África se incrementen en 1,5 % en 2016, si bien se espera una caída en las remesas que provienen de los países del CCEAG. Se estima que después de 2016, estas transferencias repuntarán solo gradualmente.
Este año, Asia meridional registró una reducción de 2,3 % en las remesas hacia la región, principalmente debido al impacto causado por la baja de los precios del petróleo y las políticas de nacionalización de los mercados laborales que han afectado las transferencias provenientes de los países del CCEAG. En el futuro, se espera que el crecimiento de las remesas continúe siendo moderado.
Se prevé una reducción de 0,5 % en los flujos hacia África al sur del Sahara en 2016, pero en 2017 deberían aumentar 2,5 %, justificados por remesas sin variaciones en Nigeria, país que representa dos tercios de los flujos hacia la región.
El documento "Migración y desarrollo: Un rol para el Grupo Banco Mundial", así como las recientes Reseñas sobre migración y desarrollo y los datos más recientes al respecto están disponibles en: www.worldbank.org/migration y www.knomad.org
Interactúe con expertos en migración en: https://blogs.worldbank.org/peoplemove/