Los fondos se destinarán a abordar situaciones de fragilidad, la cuestión de los refugiados, el cambio climático y otros desafíos apremiantes
YOGYAKARTA, INDONESIA, 15 de diciembre de 2016. Una coalición de más de 60 Gobiernos donantes y prestatarios acordaron hoy intensificar la lucha contra la pobreza extrema mediante un compromiso sin precedentes por valor de USD75 000 millones para la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial dedicado a los países más pobres.
“Este es un paso crucial en el camino para poner fin a la pobreza extrema”, dijo Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial. ”Los compromisos de nuestros asociados, junto con las innovaciones introducidas por la AIF para atraer al sector privado y reunir fondos en los mercados de capitales, transformarán la trayectoria del desarrollo de los países más pobres. Agradecemos la confianza de nuestros asociados en la capacidad de la AIF para generar resultados”.
Este financiamiento permitirá a la AIF incrementar significativamente las iniciativas de desarrollo para abordar situaciones de conflicto, fragilidad y violencia; el desplazamiento forzado; el cambio climático, y la desigualdad de género, y promover la gobernanza y el fortalecimiento de las instituciones, así como el empleo y la transformación económica, áreas en las que la entidad centrará especialmente la atención durante los próximos tres ejercicios. Estos esfuerzos se apoyan en un compromiso general de invertir en crecimiento, resiliencia y oportunidades.
“Con este paquete innovador, los países más pobres (en especial los más frágiles y vulnerables) recibirán el apoyo que necesitan para crecer, crear oportunidades para sus habitantes y lograr mayor resiliencia ante las crisis”, indicó Kyle Peters, director gerente interino del Grupo Banco Mundial y copresidente de las negociaciones relativas a la decimoctava reposición de los recursos de la AIF (AIF-18). “El énfasis de la AIF en temas como cambio climático, igualdad de género, conflicto y violencia también contribuirá a lograr mayor estabilidad y progreso en todo el mundo”.
Se espera que durante el período de la AIF-18, que se extiende desde el 1 de julio de 2017 hasta el 30 de junio de 2020, el financiamiento proporcionado respalde iniciativas que permitan:
· brindar servicios esenciales de salud y nutrición a unos 400 millones de personas;
· ofrecer acceso a fuentes mejoradas de agua a unos 45 millones de personas;
· brindar servicios financieros a entre 4 y 6 millones de personas;
· garantizar un parto seguro a entre 16 y 20 millones de mujeres gracias a la asistencia de personal sanitario capacitado;
· capacitar a entre 9 y 10 millones de docentes para beneficiar a más de 300 millones de niños;
· vacunar a entre 130 y180 millones de niños;
· mejorar la gobernanza en 30 países a través del fortalecimiento de la capacidad estadística;
· instalar otros 5 GW de capacidad de generación de energía a partir de fuentes renovables.
“La AIF está abriendo un nuevo capítulo en la historia del desarrollo”, señaló Dede Ekoue, copresidenta de la AIF-18 y exministra de Desarrollo de Togo. “Junto con los donantes y trabajando codo a codo con los Gobiernos prestatarios, estamos elaborando un paquete innovador, ambicioso y con capacidad de respuesta que da esperanzas a los más pobres. Estas iniciativas ayudarán a transformar la vida de miles de millones de personas que viven en los países prestatarios de la AIF”.
Para financiar este paquete revolucionario, la AIF ha propuesto la transformación más radical de sus 56 años de historia. Por primera vez, la entidad busca apalancar su capital accionario combinando las contribuciones de los donantes con recursos internos y fondos obtenidos a través de los mercados de deuda. Al integrar los fondos en condiciones concesionarias aportados por los donantes con sus recursos propios y con deuda de los mercados de capitales, la AIF podrá incrementar significativamente el apoyo financiero que brinda a sus clientes.
“Este paquete de financiamiento innovador permite optimizar los recursos de manera excepcional, dado que por cada USD 1 aportado por los asociados, se genera una capacidad de gasto de unos USD 3,” afirmó Axel van Trotsenburg, vicepresidente de Financiamiento para el Desarrollo del Banco Mundial. “Es una de las propuestas más concretas y significativas formuladas hasta ahora en relación con la Agenda de Acción de Addis Abeba, crucial para hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030”.
Con este financiamiento adicional, la AIF podrá duplicar los recursos destinados a abordar situaciones de fragilidad, conflicto y violencia (más de USD 14 000 millones), y encarar las causas de estos riesgos antes de que se agraven, así como destinar nuevos fondos para los refugiados y las comunidades que los reciben (USD 2000 millones). El aumento del financiamiento ayudará a intensificar el apoyo de la AIF para la preparación y la respuesta ante crisis, la preparación para casos de pandemia, la gestión del riesgo de desastres, los pequeños Estados y la integración regional.
Los esfuerzos dirigidos a estimular el desarrollo del sector privado en los entornos más complejos (factor central para la creación de empleo y la transformación económica) recibirán un importante impulso a través del nuevo Servicio de Financiamiento para el Sector Privado, dotado de USD 2500 millones. Este mecanismo, creado en conjunto con la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), contribuirá a movilizar capital privado e incrementar el desarrollo del sector privado en los países más pobres, en particular en los que atraviesan situaciones de fragilidad.
Los fondos también permitirán a los Gobiernos fortalecer sus instituciones, movilizar los recursos necesarios para brindar servicios y promover la rendición de cuentas.
Un total de 48 países prometieron suministrar recursos a la AIF, y se espera que otros Estados se sumen en el corto plazo. El Grupo Banco Mundial continúa con la tradición de aportar recursos propios a la AIF.
“Una de las características extraordinarias de la AIF es que reúne a distintos países para ayudar a los más pobres. En esta reposición en particular, hemos comprobado que la AIF es verdaderamente una coalición internacional”, dijo van Trotsenburg.
En total, 75 países de ingreso bajo reúnen las condiciones para beneficiarse con el paquete de financiamiento de la AIF-18.
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* La Asociación Internacional de Fomento (AIF), organismo del Banco Mundial establecido en 1960, ayuda a los países más pobres del mundo brindándoles donaciones y préstamos sin intereses o con bajas tasas de interés para proyectos y programas que impulsan el crecimiento económico, reducen la pobreza y mejoran la calidad de vida de los pobres. La AIF es una institución multitemática, pues brinda apoyo a diversas actividades de desarrollo que allanan el camino a la igualdad, el crecimiento económico, la creación de empleo, el aumento de los ingresos y la mejora de la calidad de vida. La labor de la entidad abarca, por ejemplo, la educación primaria, los servicios básicos de salud, la provisión de agua potable y servicios de saneamiento, la agricultura, la mejora del clima para los negocios, la infraestructura y las reformas institucionales. La AIF se asocia con una amplia gama de entidades, entre las que se incluyen organizaciones multilaterales, ministerios, grupos de estudio, organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la promoción de políticas o a las operaciones, el sector privado, fundaciones y otros actores, tanto en el nivel nacional como mundial. La AIF es una de las principales fuentes de asistencia para los países más pobres. Desde su creación, ha proporcionado medio billón de dólares (a precios constantes de 2015) para realizar inversiones en 112 países. En los últimos tres ejercicios, sus compromisos anuales alcanzaron un promedio cercano a los USD 19 000 millones, un 50 % de los cuales se destinó a África.