NACIONES UNIDAS, 21 de septiembre de 2017. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y el presidente del Grupo Banco Mundial (GBM), Jim Yong Kim, instaron hoy a la adopción de medidas internacionales más firmes para prevenir los conflictos violentos, adoptando un planteamiento inclusivo que coloque a las personas en el centro de la escena para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En sus intervenciones con ocasión de la presentación del estudio conjunto titulado: “Pathways for Peace: Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict (Main Messages and Emerging Policy Directions)” (Opciones de paz: Planteamientos inclusivos para prevenir los conflictos violentos [Mensajes principales y nuevas orientaciones de política]) —el primero de su clase en la historia de la alianza entre las Naciones Unidas y el GBM— las dos autoridades máximas manifestaron que, si bien los Gobiernos deben ponerse a la cabeza de las medidas de prevención eficaz, la naturaleza compleja de los conflictos en la actualidad requiere la colaboración más estrecha de muchos actores: instituciones internacionales y regionales, la sociedad civil y el sector privado.
También hicieron hincapié en la importancia del desarrollo sostenible e inclusivo como medio de prevención. Además, llegaron a la conclusión de que los agravios en torno a la exclusión del acceso a la electricidad, las oportunidades y la seguridad están creando las condiciones propicias para la movilización proclive a la violencia.
"Este estudio conjunto... es una expresión de nuestro compromiso común de prevenir los conflictos, que representan un obstáculo para alcanzar los objetivos básicos tanto de las Naciones Unidas como del Banco Mundial", expresó el secretario general António Guterres. La prevención de los conflictos violentos es una cuestión de interés universal. No atañe solo a una región o franja de ingresos específica. Todos nos vemos afectados, y debemos trabajar juntos para poner fin a este flagelo”.
“La prevención da resultado, y beneficia a todos. Como se detalla en nuestro informe, si pudiéramos prevenir los conflictos en países sobre los que recaen los costos directos –por ejemplo, en forma de víctimas y pérdidas de crecimiento económico– evitaríamos más de USD 34 000 millones de daños al año", afirmó el presidente Jim Yong Kim. "Si bien hemos trabajado para abordar el impacto de los conflictos, debemos hacer más, y en una etapa más temprana, para garantizar que los programas y las políticas de desarrollo se centren en la prevención eficaz".
Según el estudio, desde 2010 el número de conflictos violentos graves se ha triplicado, y han aumentado las luchas en un número creciente de conflictos de baja intensidad. Las transformaciones en los ámbitos de la tecnología, la demografía, el trabajo y el comercio han acercado a las poblaciones y han reducido la pobreza. Empero, una combinación de riesgos mundiales, como el cambio climático y el tráfico ilícito, nos ha tornado más vulnerables.
Estas tendencias han hecho tambalear nuestra hipótesis de larga data de que el crecimiento de los ingresos por sí solo lleva a la paz. El estudio aclara que la inclusión es tan importante como el crecimiento o las instituciones para garantizar la resiliencia frente a los conflictos.
El aumento de la participación significativa de las mujeres y los jóvenes en el proceso decisorio, así como las políticas a largo plazo en respaldo de las aspiraciones de los jóvenes son fundamentales para mantener la paz.
Prevenir los conflictos violentos es un programa urgente común de las Naciones Unidas y el GBM. Ambas instituciones tienen mandatos distintos pero complementarios. El estudio conjunto marca un hito importante en la implementación de su nueva alianza para abordar las situaciones de crisis.
Con el mismo espíritu preventivo, ambas instituciones también están intensificando sus esfuerzos conjuntos para prevenir y responder a las hambrunas. Las autoridades máximas de ambas instaron a la comunidad humanitaria y del desarrollo a acelerar la búsqueda de nuevas maneras de trabajar, y a manejar las crisis de manera más eficaz y eficiente.
En una reunión de alto nivel presidida por el secretario general Guterres —a la que asistió el presidente Kim—, representantes de los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales y los organismos internacionales renovaron su compromiso de abordar las actuales hambrunas en Yemen, Sudán del Sur, Somalia y noreste de Nigeria.
La comunidad internacional ha prestado apoyo inmediato crucial para llegar a 12 millones de personas todos los meses, pero los participantes advirtieron que no cabe darse por satisfechos. Se recomendó integrar la planificación a corto y largo plazo, así como realizar evaluaciones humanitarias y del desarrollo conjuntas como manera de acrecentar más la colaboración.
El estudio completo titulado “Pathways for Peace: Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict” se publicará en 2018. En la versión abreviada, “Main Messages and Emerging Policy Directions”, presentada en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se presenta una reseña. Este estudio recibió el apoyo de los Gobiernos de Noruega, Reino Unido, Suecia, Francia, Suiza, los Países Bajos, la República de Corea y Alemania.
