CIUDAD DE WASHINGTON, 8 de diciembre de 2018. Según la última edición de Migration and Development Brief (Reseña sobre migración y desarrollo) del Banco Mundial, que se dio a conocer hoy, .
El Banco estima que . Este nuevo nivel sin precedentes se produce tras un sólido crecimiento del 7,8 % en 2017. Según las proyecciones, las remesas mundiales, que incluyen los flujos hacia países de ingreso alto, aumentarán un 10,3 % y alcanzarán los USD 689 000 millones.
, seguidas de África al sur del Sahara (9,8 %), América Latina y el Caribe (9,3 %), Oriente Medio y Norte de África (9,1 %) y Asia oriental y el Pacífico (6,6 %). El crecimiento estuvo impulsado por la mayor solidez de la economía y el empleo en Estados Unidos y un repunte de los flujos de fondos provenientes de los Estados miembros del Consejo para la Cooperación en el Golfo y la Federación de Rusia.
Los principales receptores de remesas fueron India, que mantiene el primer lugar, con un total previsto de USD 80 000 millones este año, seguida de China (USD 67 000 millones), México y Filipinas (USD 34 000 millones cada uno) y Egipto (USD 26 000 millones).
Dado que las proyecciones indican que el crecimiento mundial será mesurado, se prevé que en 2019 las remesas a países de ingreso bajo y de ingreso mediano aumentarán moderadamente, un 4 %, hasta alcanzar los USD 549 000 millones, y que las remesas mundiales se incrementarán un 3,7 % y alcanzarán los USD 715 000 millones.
Según la reseña, el costo mundial promedio que supone el envío de USD 200 aún es elevado: fue del 6,9 % en el tercer trimestre de 2018. La reducción de los costos de las remesas al 3 % para 2030 forma parte de la meta mundial 10.7 establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Asimismo, el aumento del volumen de remesas también se ha establecido como una meta mundial en el marco de las propuestas para obtener financiamiento para los ODS.
“Incluso con los avances tecnológicos, los gastos de envío de las remesas aún son excesivamente elevados, el doble de la meta del 3 % establecida en los ODS. La apertura de los mercados a la competencia y la promoción del uso de tecnologías de bajo costo reducirán la carga que soportan los clientes más pobres”, declaró Mahmoud Mohieldin, primer vicepresidente para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, Relaciones con las Naciones Unidas y Alianzas del Banco Mundial.
El costo promedio del envío de remesas en Asia meridional fue el más bajo (5,4 %), mientras que en África al sur del Sahara siguió siendo el más alto (9 %). Aún no se avizoran soluciones para las prácticas que incrementan los costos, como las medidas de reducción del riesgo adoptadas por los bancos, que dan lugar al cierre de las cuentas bancarias de los proveedores de servicios de remesas. Otro de los factores persistentes que mantienen los gastos de envío en un alto nivel es la alianza exclusiva entre las empresas nacionales de correos y los operadores de transferencias monetarias, pues permiten que el operador cobre cargos más altos a los clientes más pobres que dependen de las oficinas postales.
“El crecimiento de las remesas en el futuro es vulnerable a la disminución de los precios del petróleo, las políticas migratorias restrictivas y la moderación general del crecimiento económico. En el caso de muchos hogares, las remesas tienen un impacto directo en la reducción de la pobreza, y el Banco Mundial está en condiciones de colaborar con los países en la labor de facilitar los flujos de remesas”, declaró Michal Rutkowski, director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.
En la reseña también se señalan los avances realizados en el seguimiento de la meta establecida en los ODS respecto de la disminución de los costos de contratación pagados por los trabajadores migrantes, que suelen ser elevados, especialmente en el caso de quienes están poco calificados.
“Los altos costos de contratación pagados por los trabajadores migrantes poco calificados pueden reducir marcadamente los flujos de remesas. En ocasiones, esos costos ascienden a una suma que representa los ingresos que obtiene un trabajador migrante en el curso de más de dos años. La reducción de los costos mediante la incorporación de mejoras en las prácticas de contratación puede incrementar significativamente las remesas enviadas a las familias pobres”, declaró Dilip Ratha, autor principal de la reseña y director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD). La reducción de los costos de contratación forma parte de la meta 10.7 de los ODS, que tiene por objeto facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas.
Tendencias regionales de las remesas
Se prevé que, en 2018, las remesas destinadas a la región de Asia oriental y el Pacífico se incrementarán un 6,6 % y alcanzarán los USD 142 000 millones, suma que es 1,5 puntos porcentuales más alta que la tasa de crecimiento de 2017, y que las remesas destinadas a Filipinas crecerán un 2,8 %, porcentaje que representa una disminución respecto del aumento del 5,4 % de 2017. El menor crecimiento obedece a la marcada disminución de las transferencias privadas provenientes de Oriente Medio, que se redujeron en un 17 % en los primeros ocho meses de 2018, en comparación con el mismo período de 2017. Se calcula que, en 2018, las remesas destinadas a Indonesia registrarán un aumento de dos dígitos, de alrededor del 24 %, tras mantenerse estables en 2017. Se prevé que, en 2019, las remesas destinadas a la región aumentarán un 4,2 %.
En 2018, los flujos de remesas destinados a países de Europa y Asia central se mantuvieron sólidos, registrando un aumento de alrededor del 20 % hasta alcanzar una cifra sin precedentes de USD 63 000 millones. A raíz del mayor crecimiento, se incrementaron las sumas enviadas desde Polonia, la Federación de Rusia y España, las principales fuentes de remesas en la región. Las economías de la Comunidad de Estados Independientes se han beneficiado especialmente del repunte sostenido de la economía rusa. Mientras el crecimiento de la región se estabiliza, se prevé que las remesas aumentarán un 4 % en 2019.
En 2018, los flujos de remesas enviados a América Latina y el Caribe crecieron alrededor del 9,3 %, hasta alcanzar los USD 87 000 millones, siendo México y los países de América Central los principales destinatarios. El marcado aumento de 2018 estuvo impulsado, principalmente, por la solidez de la economía y el mercado laboral de Estados Unidos, donde reside la mayoría de los migrantes de la región. También se registraron mejoras de los parámetros fundamentales en España, que ocupa el segundo lugar en orden de importancia entre los países que reciben migrantes de la región. La migración intrarregional también contribuyó al aumento de las remesas. Se prevé que el aumento de las remesas destinadas a la región disminuirá al 3,8 % en 2019.
Según las proyecciones, en 2018 las remesas destinadas a la región de Oriente Medio y Norte de África se incrementarán un 9,1 % y alcanzarán los USD 59 000 millones, tras un aumento del 6 % en 2017. La tasa de crecimiento está impulsada por el rápido aumento de las remesas enviadas a Egipto, que según las proyecciones asciende al 14 %. Por el contrario, se calcula que, en 2018, las remesas destinadas a Jordania disminuirán un 1 %. Después de 2018, se prevé que en la región se registrará un aumento constante de las remesas, aunque a un ritmo más lento, del 2,7 %, en 2019. Se estima que la disminución de los precios del petróleo moderará el crecimiento en los Estados miembros del Consejo para la Cooperación en el Golfo y el envío de remesas también se reducirá a raíz de las políticas de nacionalización adoptadas por Arabia Saudita, en particular en los sectores donde, a partir de 2018, se prohíbe contratar a trabajadores extranjeros.
Se prevé que, en 2018, las remesas destinadas a Asia meridional se incrementarán un 13,5 % y alcanzarán los USD 132 000 millones, a un ritmo más firme que el crecimiento del 5,7 % que se registró en 2017. El fuerte aumento está impulsado por las condiciones económicas más sólidas en las economías avanzadas, en particular Estados Unidos, y el alza de los precios del petróleo que tiene un impacto positivo en las sumas enviadas desde algunos Estados miembros del Consejo para la Cooperación en el Golfo, como los Emiratos Árabes Unidos, que declararon un aumento del 13 % de las remesas enviadas en el primer semestre de 2018. En Bangladesh y Pakistán se registraron aumentos del 17,9 % y del 6,2 %, respectivamente, en 2018. Según las proyecciones para 2019, el ritmo de aumento de las remesas de la región disminuirá al 4,3 % debido a la moderación del crecimiento en las economías avanzadas, la menor migración a los Estados miembros del Consejo para la Cooperación en el Golfo, y los beneficios derivados de la disipación del aumento repentino del precio del petróleo.
En 2018, el aumento de las remesas destinadas a África al sur del Sahara se siguió acelerando y se prevé que estas se incrementarán un 9,8 % y alcanzarán los USD 45 000 millones. Las proyecciones indican que, en 2019, las remesas destinadas a la región seguirán aumentando, aunque a una tasa más baja, del 4,2 %. La tendencia alcista que se registra desde 2016 está impulsada por las condiciones económicas sólidas de las economías avanzadas, en particular Estados Unidos, donde muchos de los migrantes de la región obtienen sus ingresos. Asimismo, debido a los grandes flujos de migración intrarregional, se calcula que los flujos de remesas seguirán aumentando debido al fuerte crecimiento económico regional que se prevé para 2019.
Para consultar la reseña sobre migración y desarrollo, así como un análisis detallado de los datos sobre la migración y las remesas, visite www.knomad.org. Para interactuar con expertos en migración, visite https://blogs.worldbank.org/peoplemove.