CIUDAD DE WASHINGTON, 17 de abril de 2020. El Grupo Banco Mundial (GBM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) convocaron hoy a líderes africanos, asociados bilaterales e instituciones multilaterales a acelerar las medidas de respuesta a la COVID-19 en los países africanos. El presidente de Sudáfrica, Su Excelencia Cyril Ramaphosa, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, y las autoridades de distintos países delinearon sus planes de políticas para el uso eficaz de los recursos. Las organizaciones multilaterales, entre ellas las Naciones Unidas, prometieron seguir brindando apoyo y los asociados bilaterales ratificaron su compromiso de suspender el servicio de los pagos de la deuda a partir del 1 de mayo de 2020. Esto último responde al llamado que hicieron el presidente del GBM, David Malpass, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y otros asociados para que los acreedores suspendieran los reembolsos de deuda a fin de brindar a los países más pobres el apoyo que tanto necesitan.
“Esta pandemia ya ha tenido un impacto devastador en África y sus efectos se profundizarán a medida que aumente la tasa de infectados. Es un revés para los avances que hemos logrado en la erradicación de la pobreza, la desigualdad y el subdesarrollo”, declaró Su Excelencia Cyril Ramaphosa, presidente de la Unión Africana y jefe de Gobierno de Sudáfrica. “Si bien los recientes anuncios de los asociados internacionales son muy bienvenidos, aún se observan grandes brechas de financiamiento y se necesita mayor apoyo para garantizar que los países africanos puedan responder con eficacia a la crisis sanitaria y abordar los desafíos económicos”.
En conjunto, solo en 2020 los acreedores oficiales han movilizado hasta USD 57 000 millones para África —incluidos los aportes del FMI y el Banco Mundial, de más de USD 18 000 millones cada uno— a fin de brindar servicios sanitarios de primera línea, prestar apoyo a las personas pobres y vulnerables, y mantener a flote las economías durante la peor crisis económica mundial registrada desde la década de 1930. Este año, el respaldo de los acreedores privados podría ascender a unos USD 13 000 millones. Si bien es un buen punto de partida, en 2020 el continente necesita alrededor de USD 114 000 millones para luchar contra la COVID-19, con lo que existiría un déficit de financiamiento de aproximadamente USD 44 000 millones.
Como parte de la respuesta a la pandemia, el Grupo Banco Mundial y el FMI recomendaron una variedad de opciones de financiamiento y herramientas de políticas (i), y los países africanos están analizando la posibilidad de implementar muchas de ellas mientras planifican cómo lidiar con los impactos a mediano y largo plazo de la crisis. En todos los casos, se requiere mayor financiamiento de los acreedores oficiales y del sector privado.
“El Grupo Banco Mundial está desplegando toda su capacidad para trabajar por las personas de toda África mientras luchan contra esta pandemia”, declaró el presidente del GBM, David Malpass. “Pocas veces hemos visto una crisis de esta magnitud a nivel mundial, y nadie puede quedarse al margen; nuestra respuesta no debe excluir a ningún país. Hasta el momento, hemos brindado apoyo de emergencia a 30 países de África, que se irá incrementando, y seguiremos promoviendo el alivio de la deuda y el aumento de los recursos, sobre todo para los países más afectados por la COVID-19”.
“Nuestro mensaje es claro: estamos con África. A través de los compromisos que asumimos hoy nos estamos ‘movilizando con África’ para ayudar a suavizar el golpe de la COVID-19 en el continente”, expresó la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. “La pandemia está teniendo un impacto descomunal en África, y el FMI está colaborando con muchos otros asociados para maximizar sus recursos y ayudar a salvar vidas y preservar medios de subsistencia”. Y agregó: “El FMI otorgará más financiamiento concesionario, y confiamos en que otras instituciones entrarán en acción y harán su parte, para proteger la economía y a las personas, y sentar las bases para una recuperación sólida y sostenible”.
Asimismo, será fundamental que los países africanos trabajen juntos, especialmente en la respuesta sanitaria y las medidas orientadas a limitar las alteraciones en el comercio a fin de garantizar una mayor libertad de transporte de suministros médicos y alimentos. En vista de la gran cantidad de personas que trabajan en empleos informales —el 89 % de los trabajadores solo en África al sur del Sahara—, los países deben actuar de inmediato para ampliar los programas de protección social y apoyar a los trabajadores y a las pequeñas empresas. Los servicios públicos también deberán recibir atención para seguir siendo eficaces durante la crisis.
Los líderes del GBM y el FMI aplaudieron el revolucionario acuerdo alcanzado por los países del Grupo de los Veinte que consiste en suspender temporariamente a partir del 1 de mayo de 2020 los pagos del servicio de la deuda de los países clientes de la Asociación Internacional de Fomento y los países menos adelantados.
El Grupo Banco Mundial está tomando medidas rápidas y de amplio alcance para ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su respuesta ante la pandemia, aumentar la vigilancia sanitaria, mejorar las intervenciones de salud pública y ayudar a que el sector privado continúe sus operaciones y mantenga el empleo. Durante los próximos 15 meses, proporcionará hasta USD 160 000 millones en apoyo financiero, de los cuales USD 55 000 millones estarán destinados a África, para ayudar a los países a proteger a las personas pobres y vulnerables, respaldar a las empresas e impulsar la recuperación económica.
El FMI ha venido actuando con rapidez para brindar apoyo integral a sus países miembros, movilizando su capacidad de financiamiento de USD 1 billón; duplicando a USD 100 000 millones los límites de acceso anual de los servicios de crédito rápido a fin de responder al nivel sin precedente de solicitudes de financiamiento de emergencia efectuadas por más de 100 países; aprobando una línea de liquidez a corto plazo para países con indicadores económicos muy sólidos y analizando herramientas adicionales que ayuden a atender las necesidades de financiamiento de los países, e introduciendo mejoras a su Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes para ayudar a 29 de sus países clientes más pobres y vulnerables, de los cuales 23 se encuentran en África, a través de un rápido alivio del servicio de la deuda.