CIUDAD DE WASHINGTON, 24 de noviembre de 2020. La violencia de género es un problema mundial urgente que afecta a una de cada tres mujeres en algún momento de su vida. Este tipo de violencia destruye la vida y los medios de subsistencia de las personas que logran sobrevivir e impone altos costos sociales y económicos que menoscaban el desarrollo y exacerban la pobreza. El Banco está decidido a combatir la violencia de género en todas sus formas y no tolera en modo alguno que ocurra en los proyectos que financia.
En la actualidad, Estos contratistas no recibirán contratos financiados por el Banco en ningún lugar del mundo durante dos años. Después de este período, los contratistas deberán demostrar que tienen la capacidad necesaria para cumplir los requisitos del Banco en materia de prevención de la violencia de género antes de recibir un nuevo contrato financiado por el Banco.
“La violencia de género es inaceptable”, señaló el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass. “Hemos asumido el compromiso de mitigar y prevenir los riesgos de violencia de género en los proyectos que financiamos, a través de políticas, normas y prácticas sólidas. Los contratistas que no alcancen el nivel exigido serán descalificados”.
La descalificación se basa en un mecanismo contractual independiente, creíble y probado, incorporado en las buenas prácticas de la industria y en los documentos estándar de adquisiciones del Banco Mundial para obras de gran envergadura. Se hace hincapié en la prevención a través del seguimiento independiente y constante del cumplimiento con las obligaciones relacionadas con la violencia de género durante toda la ejecución del contrato. La medida se aplicará a los contratos de obras de gran envergadura adjudicados después del 1 de enero de 2021, en el marco de los proyectos de infraestructura con calificación de alto riesgo de violencia de género.
El diseño del mecanismo de descalificación se benefició de una prolongada interacción a nivel mundial con partes interesadas clave, entre ellas contrapartes gubernamentales, asociados en la tarea del desarrollo, contratistas y asociaciones de contratistas, y con organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales.
El Banco Mundial, que financia una extensa cartera de contratos de infraestructura, confía en que el nuevo mecanismo de descalificación elevará los estándares en materia de prevención de la violencia de género y será un incentivo para que los contratistas se desempeñen de manera satisfactoria. Esperamos que otros bancos multilaterales de desarrollo adopten medidas concretas similares y se sumen a nuestro esfuerzo para profundizar la lucha colectiva contra la violencia de género.