Ciudad de Washington, 4 de marzo de 2021. Según un nuevo informe del Banco Mundial presentado hoy, más del 40 % de toda la población infantil que no ha alcanzado la edad escolar (es decir, casi 350 millones) necesita servicios de cuidado a los que no tiene acceso. En consecuencia, demasiados niños y niñas pasan el tiempo en entornos inseguros y poco estimulantes. La pandemia de COVID-19 (coronavirus) ha puesto aún más de manifiesto las deficiencias en la provisión de servicios de cuidado infantil y la vulnerabilidad del sector en todo el mundo.
El nuevo informe, titulado Mejores empleos y futuros más prometedores: Invirtiendo en cuidado infantil para crear capital humano (PDF), pone de relieve hasta qué punto la inversión en atención a la infancia puede aumentar el empleo y la productividad de las mujeres, crear nuevos puestos de trabajo, mejorar el desempeño de la población infantil, impulsar el crecimiento económico y contribuir a una recuperación más resiliente e inclusiva tras la pandemia. En el informe se señala que las dificultades que tantos progenitores han experimentado durante la pandemia a la hora de conciliar el cuidado de los hijos con las responsabilidades laborales también podrían propiciar el contexto político necesario que permita abordar la cuestión.
La inversión en servicios de cuidado infantil asequibles y de calidad es fundamental para desbloquear las vías de salida de la pobreza, contribuir a que todas las personas alcancen su potencial y aumentar la equidad, todas ellas piedras angulares del crecimiento económico y la productividad de un país.
“Los primeros cinco años en la vida de un niño son un período de rápido desarrollo del cerebro. Proporcionar a la población infantil un entorno seguro y estimulante durante esta etapa tiene enormes beneficios y permite que las inversiones posteriores en educación sean mucho más eficaces”, declaró Jaime Saavedra, director del Departamento de Prácticas Mundiales de Educación del Banco Mundial. “Sin embargo, el 40 % de los niños y niñas de los países de ingreso bajo y mediano necesita servicios de cuidado a los que no tiene acceso. Es preciso que ampliemos urgentemente las inversiones en cuidado infantil”.
Los Gobiernos desempeñan una función crucial para maximizar tanto la participación de la mano de obra femenina como el desarrollo de la población infantil. Pueden contribuir a garantizar que haya servicios de cuidado infantil asequibles, de calidad y que satisfagan las necesidades de todas las familias, especialmente las más vulnerables. La ampliación de la economía de la atención a la infancia y el desarrollo de la fuerza laboral para su cuidado pueden generar, además, hasta 43 millones de nuevos puestos de trabajo, al tiempo que se facilita que un mayor número de personas —especialmente las mujeres— pueda buscar o volver a encontrar un empleo.
“Sin servicios de cuidado infantil de calidad, los progenitores —y especialmente las madres— enfrentan enormes obstáculos. La falta de acceso a esos servicios puede impedir que las mujeres se reincorporen al mercado laboral después del parto y limitar la cantidad y la calidad de las oportunidades de empleo y de ingresos, lo que puede tener efectos negativos sustanciales en el bienestar familiar”, afirmó Caren Grown, directora mundial del área de género del Grupo Banco Mundial. “El Banco Mundial brinda apoyo a los países para que tomen medidas que permitan desarrollar soluciones de cuidado infantil que sirvan para incrementar la participación de las mujeres en el mercado laboral, mejorar el desarrollo infantil y los resultados del capital humano, y reducir las desigualdades”.
En el informe se destacan cinco objetivos políticos clave que los Gobiernos pueden adoptar para acelerar los avances hacia un cuidado infantil asequible y de calidad para todas las familias que lo necesitan:
1. Ampliar el acceso al cuidado infantil, promoviendo diferentes tipos de prestaciones, para satisfacer las diversas necesidades de las familias (esto puede incluir opciones de cuidado en centros específicos y en el hogar, mediante un financiamiento flexible para las familias y con cobertura de los horarios de trabajo ampliados, entre otros).
2. Dar prioridad a la cobertura de cuidado infantil para las familias más vulnerables y garantizar la disponibilidad de opciones de bajo costo y gratuitas.
3. Asignar financiamiento suficiente para que los servicios de atención infantil sean asequibles para las familias y se garantice su calidad.
4. Definir acuerdos institucionales claros y viables, y crear coherencia en el sistema, además de garantizar la coordinación entre diferentes partes del Gobierno.
5. Garantizar que la población infantil disfruta de entornos seguros y estimulantes mediante un sistema sólido de garantía de la calidad y un personal capacitado y que cuente con los recursos precisos.
El documento se publica poco después del informe del Banco Mundial Mujer, empresa y el derecho 2021, en el que se constata que las mujeres de todo el mundo siguen enfrentándose a leyes y regulaciones que limitan sus oportunidades económicas, especialmente frente a los nuevos desafíos causados por la pandemia de COVID-19 en materia de salud, seguridad, y protección económica.