ANKARA, 27 de febrero de 2023. Como consecuencia de los dos terremotos de gran magnitud que se produjeron el 6 de febrero, Türkiye sufrió daños físicos directos por un valor estimado de USD 34 200 millones, equivalente al 4 % del producto interno bruto (PIB) del país en 2021, según un informe de evaluación rápida de daños elaborado por el Banco Mundial, que se dio a conocer hoy. En el informe también se reconoce que los costos de recuperación y reconstrucción serán mucho mayores, posiblemente el doble de lo calculado, y que las pérdidas de PIB relacionadas con las alteraciones económicas se sumarán al costo de los terremotos.
De acuerdo con ese informe, concebido para contribuir a orientar la respuesta temprana del Grupo Banco Mundial y de sus asociados y para ayudar al Gobierno a planificar la recuperación y reconstrucción en Türkiye, también es probable que, con el tiempo, el daño estimado aumente debido a las constantes réplicas.
Los terremotos del 6 de febrero, de magnitud 7.8 y 7.5, a los que siguieron más de 7500 réplicas y otros dos sismos, han provocado el mayor desastre de ese tipo en el país en más de 80 años, y los daños más importantes se han producido en 11 provincias al sur de Türkiye. Estas regiones tienen algunas de las tasas de pobreza más altas del país y en ellas se han recibido a más de 1,7 millones de refugiados sirios, que representan casi el 50 % de la población siria total refugiada en Türkiye.
En el Informe de estimación rápida mundial de los daños posteriores a un desastre, que se concentra en los daños físicos directos en Türkiye, también se calcula que 1,25 millones de personas han quedado temporalmente sin hogar debido a los daños de moderados a graves que han sufrido los edificios o a que estos se han derrumbado por completo. En el informe también se destaca que el 81 % de los daños calculados se produjeron en las provincias de Hatay, Kahramanmaraş, Gaziantep, Malatya y Adıyaman, donde viven alrededor de 6,45 millones de personas (un 7,4 % de la población total de Türkiye).
Los daños directos en edificios residenciales representan el 53 % (USD18 000 millones) de los daños totales; un 28 % de los daños (USD 9700 millones) se han producido en edificios no residenciales (p. ej., establecimientos de salud, escuelas, edificios públicos y edificios del sector privado) y un 19 % de los daños (USD 6400 millones) estuvieron relacionados con la infraestructura (p. ej., rutas, energía, suministro de agua). Los daños calculados en el informe no incluyen otros impactos económicos y pérdidas más generales de la economía turca, ni el costo de recuperación y reconstrucción, que podrían ser considerablemente mayores que los daños directos y requerir una evaluación más exhaustiva.
“Nos solidarizamos con el pueblo de Türkiye y de Siria por la enorme pérdida y sufrimiento causados por este desastre”, expresó Anna Bjerde, vicepresidenta del Grupo Banco Mundial para Europa y Asia central. “Es reconfortante ver cómo la comunidad mundial se moviliza para colaborar en los impresionantes esfuerzos de alivio y rescate que se están llevando adelante. El Banco Mundial ha movilizado de inmediato a sus expertos técnicos y fondos para ayudar en las iniciativas de recuperación de Türkiye”.
El 9 de febrero, el Banco Mundial anunció un paquete inicial de asistencia por USD 1780 millones para colaborar en los esfuerzos de alivio y recuperación. Esto incluye asistencia inmediata por USD 780 millones a través de los componentes contingentes de respuesta ante emergencias de dos proyectos existentes en Türkiye y USD 1000 millones en un nuevo proyecto de recuperación de emergencia para respaldar a las personas afectadas por esta catástrofe.
“Este desastre sirve como recordatorio de que Turquía está expuesta a un alto riesgo de sufrir terremotos y que es necesario mejorar la resiliencia en la infraestructura pública y privada. Como líder en gestión del riesgo de desastres, el Banco Mundial ha asumido el compromiso de acompañar Türkiye en sus esfuerzos por lograr una recuperación económica resiliente frente a los desastres”, expresó Humberto López, director de las operaciones del Banco Mundial en Türkiye.
Se continúa realizando evaluaciones, y dada la situación de constante incertidumbre y las réplicas, por ejemplo, el terremoto de magnitud 6.3 que se produjo el 20 de febrero de 2023 en la provincia de Hatay, se calcula que los daños podrían ser aún mayores.
En el caso de Siria, el Banco Mundial también ha preparado un informe independiente de estimación rápida mundial de los daños posteriores a un desastre para calcular los daños físicos y así poder colaborar en la elaboración de un plan para la recuperación y la reconstrucción. La fecha de publicación del informe prevista es el 28 de febrero de 2023.
El Banco Mundial en Türkiye
La asociación, profunda y productiva, entre el Banco Mundial y Türkiye se remonta a 1950. En los últimos años, el Banco se ha convertido en uno de los principales asociados de Türkiye para ayudar a ese país a realizar una transición verde y proteger a su pueblo de los efectos del cambio climático, así como en lo que se refiere a la gestión del riesgo de desastres, el desarrollo urbano y la eficiencia energética. El Banco ha ejecutado varios proyectos, entre ellos el Proyecto de Mitigación del Riesgo Sísmico y Preparación ante Emergencias en Estambul, y el Proyecto de Escuelas Seguras financiado por el Fondo para los Refugiados en Türkiye. Los proyectos en ejecución incluyen el Proyecto de Resiliencia a los Sismos y Eficiencia Energética en los Edificios Públicos y el Proyecto de Gestión Integrada del Paisaje e Infraestructura Resiliente en Türkiye. El año pasado, el Banco Mundial publicó el Informe sobre el clima y el desarrollo de Türkiye, en el que se analiza la relación entre clima y desarrollo para identificar medidas prioritarias para reducir las emisiones de carbono y promover la resiliencia. En la actualidad, el programa del Banco Mundial en Türkiye consta de 30 operaciones de financiamiento activas, por valor de USD 9000 millones.
El Banco Mundial y la gestión del riesgo de desastres
Los desastres perjudican en mayor medida a los sectores pobres y vulnerables. Durante los últimos 10 años, el Banco Mundial se ha convertido en el líder mundial en materia de gestión del riesgo de desastres, y ha brindado apoyo a los países clientes para evaluar la exposición a peligros y para abordar los riesgos de desastres. El abordaje de la estimación rápida mundial de los daños posteriores a un desastre puede permitir realizar un cálculo inicial rápido de los daños físicos posteriores a un desastre que hayan sufrido sectores clave dentro de las dos semanas de ocurrido el desastre en cuestión.
