La desaceleración del crecimiento mundial, los precios de los productos básicos
y la restricción financiera pesarán en 2023
CIUDAD DE WASHINGTON, 30 de marzo de 2023. Se prevé que, en los países en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico, el crecimiento se acelerará en 2023 a medida que se reabra la economía china, mientras que en la mayoría de las demás economías de la región, el ritmo disminuirá tras el fuerte repunte registrado el año pasado, según un informe del Banco Mundial publicado el jueves.
El desempeño económico de la región, si bien es sólido, podría frenarse este año debido a la desaceleración del crecimiento mundial, la suba de los precios de los productos básicos y el endurecimiento de las condiciones financieras surgido como respuesta a la inflación persistente, de acuerdo con el informe del Banco Mundial titulado East Asia and Pacific April 2023 Economic Update (Informe actualizado sobre la economía de Asia oriental y el Pacífico de abril de 2023).
Según las previsiones, el crecimiento de los países en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico se acelerará del 3,5 % alcanzado en 2022 al 5,1 % en 2023, ya que la reapertura de China contribuirá a la recuperación de su economía a un ritmo del 5,1 %, en comparación con el 3 % del año pasado. Se espera que el crecimiento de la región, por fuera de China, se modere hasta ubicarse en el 4,9 % tras el firme repunte del 5,8 % registrado en 2022 después de la COVID‑19, ya que la inflación y el aumento de la deuda de los hogares en algunos países incidirán en el consumo.
“La mayoría de las principales economías de Asia oriental y el Pacífico han superado las dificultades de la pandemia, pero ahora el panorama mundial al que se enfrentan ha cambiado”, dijo Manuela V. Ferro, vicepresidenta del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico. “Para recuperar el impulso, será necesario promover la innovación, la productividad y sentar las bases de una recuperación más verde”.
Se prevé que en 2023 la mayoría de las economías más grandes de la región, incluidas Indonesia, Filipinas y Vietnam, crecerán a un ritmo más moderado que en 2022. Asimismo, se espera que en la mayor parte de los países insulares del Pacífico, el avance sea más rápido en 2023, pero es probable que el ritmo excepcionalmente sólido que mostró Fiji en 2022 se atenúe.
La mayoría de los países de Asia oriental y el Pacífico han mostrado durante dos décadas un crecimiento mayor y más estable que las economías de otras regiones. El resultado ha sido una notable reducción de la pobreza y, en la última década, también una disminución de la desigualdad. Sin embargo, en los últimos años se han estancado los progresos hacia la equiparación con los niveles de ingreso per cápita de las economías avanzadas, puesto que se han desacelerado el aumento de la productividad y el ritmo de las reformas estructurales. Si se abordara esta insuficiencia de reformas, en especial en el sector de los servicios, podría intensificarse el impacto de la revolución digital e impulsarse la productividad en diversos sectores, desde el comercio minorista y las finanzas hasta la educación y la salud.
Las economías de la región también deben hacer frente a tres desafíos significativos en un momento en que los responsables de formular políticas trabajan para mantener y acelerar el crecimiento económico tras la pandemia de COVID‑19. Las crecientes tensiones entre los principales socios comerciales afectarán los flujos comerciales, de inversión y de tecnología en toda la región. Por otro lado, el rápido envejecimiento de las economías más importantes de Asia oriental y sudoriental anuncia un nuevo conjunto de desafíos y riesgos que tendrá consecuencias para el desarrollo económico, el equilibrio fiscal y la salud. Por último, la región está especialmente expuesta a los riesgos climáticos, en parte debido a la elevada densidad de población y de actividad económica en sus costas.
“La desglobalización, el envejecimiento y el cambio climático ensombrecen las perspectivas de crecimiento de una región que ha prosperado gracias al comercio y que envejece con rapidez”, afirmó Aaditya Mattoo, economista en jefe del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico. “Sin embargo, si se promueve el comercio, se aborda la dinámica demográfica y se mejora la resiliencia climática, se podrá fortalecer el crecimiento”.
