Buenos días. Bienvenidos a las Reuniones de Primavera.
Quisiera comenzar con una reseña del panorama económico. La economía mundial muestra un sólido impulso. Esperamos que el crecimiento mundial se acerque al 3,1 % en 2018, la tasa más alta desde 2011, a medida que continúe la recuperación de la inversión, las manufacturas y el comercio, y las economías en desarrollo exportadoras de productos básicos se beneficien con el alza en los precios de dichos productos.
El desafío radica ahora en garantizar que este crecimiento sólido se traduzca en crecimiento inclusivo, de modo que los beneficios de la integración económica mundial lleguen a todos los miembros de la sociedad.
Este período de fuerte crecimiento constituye una gran oportunidad para invertir en capital humano y físico. La eliminación de los déficits de infraestructura, la mejora de los resultados en educación y salud, y el incremento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo podrían dar un mayor impulso al crecimiento. Si los responsables de formular políticas de todo el mundo se centran en estas áreas clave, podrán incrementar la productividad de sus países, elevar la participación en la fuerza laboral y acercarse a los objetivos de poner fin a la pobreza extrema e incrementar la prosperidad compartida.
Quisiera referirme a algunos puntos que figuran en el programa de estas reuniones.
Esta mañana, dimos a conocer la edición más reciente de Global Findex, nuestra base de datos sobre inclusión financiera, que permite analizar el modo en que las personas utilizan los servicios financieros. La inclusión financiera es un elemento importante para salir de la pobreza, y vemos que se está incrementando en todo el mundo. La tecnología digital impulsa el acceso a los servicios financieros y su uso. Pero la brecha de género es aún muy grande. Espero que hayan visto estos datos.
Como saben, el Grupo Banco Mundial está dedicado a poner fin a la pobreza donde sea que exista en sus países clientes. Siempre estamos buscando la forma de sacar el mayor provecho posible de todos los recursos de los que disponemos para resolver los enormes desafíos que enfrentan nuestros clientes. Quisiera mencionar dos iniciativas específicas dirigidas a respaldar estos esfuerzos.
En primer lugar, esta semana implementamos una importante innovación financiera. La Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los países más pobres, ingresó por primera vez en los mercados de capital y se unió así a un selecto grupo de emisores supranacionales de primer nivel, con un bono inaugural que permitió recaudar USD 1500 millones, aportados por inversionistas de todo el mundo.
El ingreso de la AIF en los mercados de capital internacionales es un hecho histórico y representa un nuevo cambio transformador en el modo en que encaramos el financiamiento para el desarrollo. Con este programa de financiamiento, la AIF podrá incrementar significativamente los fondos que proporciona a los países para ayudarlos a alcanzar los objetivos de desarrollo para 2030, y a la vez generar mayor valor para los accionistas.
La AIF saca así provecho de los 70 años de experiencia de la Tesorería del Banco Mundial en los mercados de capital internacionales. Asimismo, hereda la reputación del Banco Internacional de Fomento (BIRF) como emisor innovador al vincular los mercados con el impacto en el desarrollo.
En segundo lugar, como recordarán, en las Reuniones Anuales de octubre pasado, nuestros accionistas, representados por el Comité para el Desarrollo, solicitaron al Directorio Ejecutivo y a la administración del Banco que examinaran todas las opciones posibles para incrementar la capacidad financiera del BIRF y de la Corporación Financiera Internacional (IFC), y elaboraran un paquete de medidas para someterlo a la consideración de los gobernadores. La administración del Grupo Banco Mundial ha mantenido amplias y detalladas conversaciones con nuestro Directorio Ejecutivo y con los países miembros, y el Comité para el Desarrollo se reunirá el 21 de abril para analizar las propuestas.
Creemos que hemos presentado argumentos sólidos sobre el modo en que un Grupo Banco Mundial más consolidado puede cumplir con las aspiraciones de sus accionistas, responder a los desafíos mundiales, movilizar capital en gran escala e incrementar aún más su eficiencia y eficacia.
Ahora bien, las decisiones sobre la capacidad financiera son competencia de nuestros países clientes, y esperamos con interés las deliberaciones que mantendrán el sábado, bajo la dirección de Sri Mulyani Indrawati, ministra de Finanzas de Indonesia y presidenta del Comité para el Desarrollo.
Por último, confiamos en que las Reuniones Anuales de este año, que se celebrarán en Indonesia, resultarán sumamente exitosas. En ese encuentro daremos otro paso adelante con nuestro Proyecto de Capital Humano, con el que presentaremos una medición rigurosa y detallada del capital humano de cada país que ayudará a nuestros clientes a invertir más (y más eficazmente) en su población.
Allí daremos a conocer un índice que clasifica los países según cómo invierten en el capital humano de la próxima generación. Esta medición brindará la información que los jefes de Estado y los ministros de Finanzas deben tener para realizar inversiones que generen capital humano. La publicación del índice hará que sea difícil ignorar estos datos.
Ahora con gusto responderé sus preguntas.