Gracias, primer ministro Abe, por su amable hospitalidad.
Es un gran placer estar aquí en esta nueva era de Reiwa, “hermosa armonía”.
Y es un verdadero placer constatar que el Banco Mundial y Japón han mantenido la armonía en su relación desde comienzos de la década de 1960, en particular cuando el Banco le otorgó un préstamo para contribuir a financiar la construcción del tren bala con miras a las Olimpíadas de Tokio de 1964. Cuando vaya esta noche a Tokio, tomaré ese tren. El tren bala y muchos otros avances desarrollados por Japón mejoraron su conectividad y contribuyeron al rápido crecimiento del país y a su exitosa graduación del Banco Mundial poco después de las Olimpíadas, en 1966.
Quisiera hablar con optimismo acerca de la reducción de la desigualdad y el crecimiento inclusivo y sostenible en todo el mundo, pero debo comenzar por abordar nuestra realidad actual.
En gran parte del mundo, las tasas de crecimiento son hoy en día demasiado bajas y las inversiones, demasiado escasas como para incrementar el ingreso promedio. En muchos países, la reducción de la pobreza se ha desacelerado o incluso revertido. Corremos el riesgo de no poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
Numerosos países necesitan llevar adelante un programa mucho más audaz para impulsar el crecimiento del sector privado y generar más y mejores empleos. Esto supone introducir cambios significativos que mejoren el clima para los negocios, de modo que el sector privado pueda competir con el Estado en igualdad de condiciones y generar ganancias e innovaciones.
Soy profundamente optimista y creo que con políticas y liderazgos sólidos e inteligentes se pueden mejorar las condiciones de vida, pero los desafíos que acabo de mencionar son enormes.
En el Banco Mundial trabajamos para ayudar a los países a generar políticas adecuadas y buenos resultados para la población, como hizo Japón en las áreas de conectividad y capital humano.
Tenemos sólidos lazos financieros con cada uno de ustedes, y esperamos poder seguir trabajando a partir de esos nexos. Los invito a respaldar una reposición cuantiosa de los recursos de la Asociación Internacional de Fomento en el decimonoveno período (AIF-19) y a apoyar la finalización del aumento de capital de la Corporación Financiera Internacional (IFC). Les agradezco que se hayan expresado con claridad al respecto en la declaración. Esto contribuirá a lograr políticas adecuadas.
En los países en desarrollo, estamos trabajando activamente para identificar los cambios en el entorno privado que permitirán atraer inversiones y mejorar el bienestar y la calidad de vida.
Trabajamos también en Estados frágiles, como los de la región del Sahel y el Cuerno de África, para ayudarlos a establecer bases más sólidas, de modo que los jóvenes tengan más posibilidades de quedarse en sus países en lugar de emigrar.
Para eliminar las diferencias entre los niveles de vida de hombres y mujeres, es fundamental dar a la mujer mayor acceso a oportunidades económicas. Por eso es tan importante la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi), y nos enorgullece celebrar su segundo aniversario aquí, en Osaka.
Como todos saben, para abordar las desigualdades y lograr un mundo inclusivo y sostenible se necesitan empleos, educación, atención de la salud, cuidado del medio ambiente y un fuerte comercio entre vecinos y países. Continuaremos trabajando con todos ustedes para enfrentar estos desafíos.
Gracias, señor presidente.