Secretario Blinken; secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, Amina Mohammed; Dr. Barroso; Dr. Berkley, y Excelencias.
Me complace participar hoy en este evento. El Grupo Banco Mundial, uno de los miembros fundadores de la Alianza para las Vacunas (Gavi), es un asociado clave a nivel nacional en la labor de reforzar la inmunización sistemática, y ahora, nos estamos asociando con ustedes para detener la pandemia de COVID-19 (coronavirus) en el marco del mayor esfuerzo de vacunación de la historia. Nuestro objetivo, desde el inicio de la planificación de la campaña de vacunación hace casi un año, ha sido facilitar un sistema que pueda proporcionar los miles de millones de vacunas necesarias en el corto plazo y sentar las bases para la prevención de la enfermedad en el largo plazo.
Incluidas las sumas que, según lo previsto, serán aprobadas mañana por nuestro Directorio Ejecutivo, el Banco Mundial habrá comprometido USD 2000 millones para vacunas contra la COVID-19 en 17 países, previéndose que el total ascenderá, al menos, a USD 4000 millones y 50 países para mediados de año. Los países pueden utilizar este financiamiento para efectuar pagos a COVAX, incluida la adquisición de dosis adicionales más allá del 20 % proporcionado por COVAX, ya que los países aspiran a alcanzar mayores niveles de cobertura.
Nuestro financiamiento está disponible para que los países lo utilicen rápidamente después de la aprobación del Directorio Ejecutivo, a menudo en cuestión de días o semanas. Respalda la adquisición de vacunas y también su distribución: la importante labor de lograr que la población sea vacunada. En el caso de los países más pobres, gran parte del financiamiento se otorga a título de donación o en condiciones altamente concesionarias. El Banco Mundial está trabajando para aumentar aún más los fondos que pone a disposición de los países a fin de destinar todos los recursos disponibles al esfuerzo de vacunación.
Si bien COVAX ha recibido compromisos financieros, es necesario acelerar el proceso de conversión en efectivo para ayudarlo a completar las contrataciones necesarias para proporcionar su 20 % y niveles más elevados. Con los fondos del Banco Mundial por valor de USD 4000 millones que estarán comprometidos para mediados de año, nuestro objetivo es realizar compras a través de COVAX, en particular para los países más pobres, en la medida en que este tenga acceso a insumos.
Debemos reconocer que la oferta de vacunas podría plantear un obstáculo aún más grave que el flujo de efectivo. En la actualidad, muchos países tienen los dólares necesarios para adquirir dosis de vacunas, pero no es posible acceder a ellas en lo inmediato.
En este punto, considero de suma importancia que los países que ya prevean que tendrán un excedente de vacunas, se desprendan de esos insumos lo antes posible. Dado que la capacidad para entregar y administrar vacunas es limitada, es imprescindible que los países en desarrollo comiencen a recibir una mayor cantidad de dosis.
Asimismo, necesitamos que los proveedores, los países y sus asociados para el desarrollo marquen claramente las diferencias que existen entre los contratos, las opciones, las cartas de intención, los mejores esfuerzos y los memorandos de entendimiento.
Estas medidas de transparencia son necesarias para que el financiamiento se pueda destinar de manera más eficaz, y para que los países puedan planificar la recepción y la distribución de las vacunas. Son fundamentales, además, para propiciar inversiones privadas con el objeto de ampliar la oferta en el mediano y largo plazo. La Plataforma Mundial para la Salud de la Corporación Financiera Internacional (IFC), dotada de USD 4000 millones, respalda los esfuerzos para cerrar las brechas en términos de equipos e insumos de salud esenciales, incluidas las vacunas, pero el uso eficaz de dicho financiamiento depende de que se obtenga más información sobre la oferta y la demanda previstas.
Estamos trabajando intensamente en la distribución, para lograr que la inyección de vacunas sea rápida y segura. La campaña de vacunación contra la COVID-19 será diferente a cualquier esfuerzo previo de vacunación: el enorme volumen de personas, dosis, lugares y recursos humanos involucrados en la labor planteará un desafío incluso para los sistemas más resilientes, y hasta los planes mejor trazados para la distribución de las vacunas deberán sortear graves dificultades.
La colaboración del Grupo Banco Mundial con Gavi en el marco de COVAX y con otros asociados en el Acelerador del Acceso a las Herramientas contra la COVID-19 (ACT-A) ha sido sólida durante toda la crisis y es un indicador del modo en que nuestras respectivas ventajas se complementan mutuamente. La distribución sin pausa de las vacunas forma parte integral de la recuperación y también puede contribuir a la preparación para el futuro. Hemos trabajado con Gavi, el Fondo Mundial, la OMS y Unicef para ayudar a los Gobiernos a evaluar su grado de preparación. Las evaluaciones indicaron que aún queda mucho por hacer en el mediano plazo para fortalecer la resiliencia de los sistemas de salud. El financiamiento del Banco Mundial y de los bancos multilaterales de desarrollo desempeñará un papel importante para superar estas deficiencias.
El Grupo Banco Mundial está dedicando especial atención a los países más pobres, y se ha comprometido a trabajar con todos los asociados para lograr que el acceso a las vacunas sea rápido, justo y equitativo. La transparencia y la cooperación en el ámbito internacional son elementos clave del camino que nos queda por delante, y estamos dispuestos a seguir impulsando estos vitales esfuerzos de vacunación.
Muchas gracias.
