Buenos días. Estamos teniendo una semana ajetreada. Las Reuniones de Primavera del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han comenzado, y los encuentros se llevan a cabo en un momento de múltiples crisis. Nos enfrentamos a la COVID-19, la inflación y la guerra en Ucrania. En lo que respecta al crecimiento de la economía mundial, hemos reducido nuestros pronósticos, y vi que el FMI también ha revisado a la baja sus perspectivas. El cierre de China relacionado con la COVID-19 forma parte de esta situación y puede incidir en la economía mundial en 2022. Pero lo más importante es que la guerra y sus consecuencias están ejerciendo presión sobre los pobres de todo el mundo. Está contribuyendo a la carga de la deuda, al sobreendeudamiento en muchos países y también a la fragilidad del medio ambiente mundial. Uno de los principales mecanismos de transmisión es la escasez de alimentos, energía y fertilizantes. Los fertilizantes y la energía son fundamentales para el ciclo de los cultivos; la falta de uno incide en el otro y viceversa, lo que genera una crisis de inseguridad alimentaria que durará varios meses, como mínimo, y probablemente se extienda al año próximo. Los precios de los alimentos ya subieron un 37 % en términos interanuales. Se ha producido un cambio en los precios relativos, y el aumento supera el índice de precios al consumidor (IPC). Esto es significativo porque permite medir cuánto afecta a los pobres, que tienen que gastar más en alimentos de su presupuesto diario. Cuando los precios de los alimentos aumentan más que el IPC, se ponen en evidencia la carga y la desigualdad que ocasionan las diversas crisis mundiales.
El Grupo Banco Mundial ha actuado con rapidez frente a las crisis: en primer lugar, proporcionó un gran volumen de financiamiento adicional para la COVID-19 durante más de dos años, lo que constituyó uno de los paquetes de ayuda más rápidos y de mayor envergadura de su historia. Ahora estamos destinando dinero a Ucrania y hemos avanzado rápidamente con los compromisos y desembolsos, incluidos los casi USD 1500 millones que anuncié en Polonia la semana pasada.
Esto forma parte del objetivo de aumentar el financiamiento del Grupo Banco Mundial, que esperamos cumplir en los próximos 15 meses, de modo de llegar a los USD 170 000 millones. Este sería el mayor conjunto de compromisos asumidos por el Grupo Banco Mundial en la historia. También estamos trabajando en otros desafíos clave que enfrentan los países en desarrollo. La vacunación es un tema importante, por lo que continuamos impulsando las iniciativas de este tipo. Para fines de junio, habremos comprometido USD 11 000 millones en programas de vacunas en 81 países. Estamos trabajando en soluciones relacionadas con la transparencia y la sostenibilidad de la deuda para los países en desarrollo, lo que afecta tanto a los países de ingreso bajo como a los de ingreso mediano.
También estamos participando activamente en cuestiones relativas al clima mediante nuestro Plan de Acción sobre el Cambio Climático y la elaboración de informes sobre el clima y el desarrollo de los países, en los que se identificarán los temas de alta prioridad por país, como parte de sus esfuerzos de mitigación y adaptación.
El mundo debe dar pasos importantes para abordar las crisis actuales. Uno es permitir la ampliación del comercio. Las medidas de apertura del mercado son fundamentales. Me llamó la atención y, a la vez, celebré que entre ayer y hoy India haya comenzado a vender de sus reservas. Creo que las medidas de apertura de los mercados por parte de muchas de las economías avanzadas podrían contribuir en gran medida a los suministros mundiales y aliviar algunos de los impactos observados en los países pobres. Y esas economías, a su vez, necesitan reforzar sus sistemas para producir más. Una de las dificultades es que, en los últimos años, ha habido escasez de inversiones, especialmente en el mundo en desarrollo. De ahora en más, debemos encontrar políticas que multipliquen la inversión.
Una de las soluciones para el mundo es reconocer que los mercados se orientan hacia el futuro. Cualquier anuncio de políticas que se hace hoy tiene un impacto inmediato en el lugar que eligen las personas para comenzar a invertir. Creo que el mundo puede tomar medidas para demostrar que la asignación de capital de los recursos mundiales se puede mejorar. Lo que tenemos ante nosotros en este momento es una asignación de capital que conduce a una profunda desigualdad. Y, de hecho, la desigualdad es cada vez peor. Eso significa que más países quedan rezagados, no logran avances y no cuentan con la inversión necesaria. En algunos casos, esto se debe a las políticas macroeconómicas de las economías avanzadas, que han tomado prestadas grandes sumas de los mercados mundiales de capital, lo que deja menos para otros países. Pero esto puede mejorar.
A medida que los bancos centrales aumentan las tasas de interés, es importante que utilicen todas sus herramientas y que su accionar no se vea socavado por las medidas adoptadas por los Gobiernos para estimular la demanda. Los bancos centrales pueden utilizar herramientas que respalden la oferta y permitan mejorar la asignación de capital. Pienso que eso va a ser de vital importancia. Se ha estado hablando no solo de las tasas de interés, sino también de reducir los balances generales, lo que tendría un efecto positivo en el clima mundial para la inversión, porque de esa manera se requeriría contar con menos capital en los bancos centrales que ahora. Además, los bancos centrales cuentan con herramientas de política regulatoria que pueden utilizar para permitir y alentar más inversiones en pequeñas empresas y en nuevos emprendimientos, que constituirán el sector dinámico de la nueva economía.
Una vez más, insisto en que los mercados miran al futuro. Los anuncios sobre la estabilidad monetaria generan impacto, y los anuncios sobre la asignación de capital tienen un impacto positivo en un momento en que el mundo trata de enfrentar diversas crisis.
Antes de pasar a sus preguntas, me gustaría mencionar algo más. La crisis de la deuda en sí misma es un tema que se conversará extensamente esta semana, tanto en el FMI como en el Banco Mundial, y dentro del Grupo de los Veinte y otros grupos de accionistas que se están formando. Es un tema fundamental, y sabemos lo que muestran los datos: una enorme acumulación de deuda, especialmente en los países más pobres. Es importante que el proceso de solución comience pronto. Si esperamos, será mucho más difícil implementar las soluciones. Sri Lanka se enfrenta a ese problema ahora mismo. Es importante formar los comités de acreedores lo antes posible. Hoy se solicitó a China que conformara el comité de acreedores para Zambia, lo que contribuiría a la implementación del Marco Común. Tal como lo mencioné, a medida que aumentan las tasas de interés, crece la presión de la deuda en los países en desarrollo, y debemos avanzar de forma urgente para encontrar soluciones. Muchas gracias. Ahora contestaré sus preguntas.
