Skip to Main Navigation
Discursos y transcripcionesEnero 28, 2025

Palabras pronunciadas por el presidente del Grupo Banco Mundial, Ajay Banga, en la Cumbre de Energía de África sobre la iniciativa “Misión 300”

Texto preparado para la alocución

Durante la próxima década, 360 millones de jóvenes africanos intentarán ingresar a una fuerza laboral que, según las previsiones, solo ofrecerá oportunidades a 150 millones de personas, lo que dejará fuera a 210 millones (tres de cada cinco).

Las previsiones no representan un destino inexorable. Y aunque los viajes están impulsados por la esperanza, se concretan en hechos.

Nuestra misión de abordar el desafío fundamental de suministrar electricidad a la mitad de los 600 millones de personas que carecen de acceso en África es un primer paso crucial. Constituye la piedra angular de un programa de empleo y la base del desarrollo futuro.

Para lograrlo, debemos aceptar una verdad simple: nadie puede hacerlo solo. Los Gobiernos, las empresas, las entidades filantrópicas y los bancos de desarrollo tienen una función que cumplir, y solo podemos lograr nuestro objetivo a través de la colaboración. 

Los Gobiernos son los arquitectos de las reformas, ya que elaboran las políticas y regulaciones que impulsan el progreso. También son los artífices de la inversión y utilizan sus recursos para financiar obras de infraestructura esenciales.

Durante el último año, hemos trabajado junto a los líderes para elaborar planes específicos para cada país basados en datos, respaldados en los niveles más altos y alineados con objetivos de reforma claros.

Estos planes se centran en la generación de energía asequible, la expansión de las conexiones y la integración regional. Apuntan a incrementar la eficiencia de las empresas de servicios públicos, atraer inversión privada y, en última instancia, suministrar electricidad confiable y sostenible. Estas reformas requieren voluntad política, persistencia y una visión a largo plazo.

En medio de las dificultades fiscales, es posible que los Gobiernos también necesiten apoyo para cumplir sus objetivos de infraestructura, un área en la que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros bancos de desarrollo pueden ayudar a liberar recursos. 

Para el sector privado, este esfuerzo representa tanto un desafío como una oportunidad.

Necesitamos su innovación, su eficiencia y su capacidad de implementar a mayor escala. Para facilitarles la inversión, hemos identificado las barreras regulatorias y políticas, y trabajado para eliminarlas. Nuestros planes crean un entorno en el que sus inversiones pueden generar rendimientos y, al mismo tiempo, promover un impacto significativo.

Para ello será necesario calcular los riesgos. Todos los bancos de desarrollo aquí representados lo saben y están listos para ser sus socios en todo momento.

Para el Grupo Banco Mundial, nuestro capital accionario y nuestras garantías son recursos que pueden ayudar a reducir los riesgos de las inversiones y respaldar sus esfuerzos. Alineando el capital privado con las prioridades públicas, podemos lograr resultados que ninguno podría lograr por sí solo. 

Las entidades filantrópicas y los bancos de desarrollo constituyen el pilar financiero, dado que actúan de vínculo entre la concepción de la iniciativa, las pruebas y la inversión a través del financiamiento en condiciones concesionarias.

El año pasado, la generosidad de la comunidad internacional permitió obtener la cifra récord de USD 100 000 millones para la AIF, financiamiento esencial para este esfuerzo. Este apoyo permite a los Gobiernos implementar reformas, subsanar las deficiencias que el capital privado no puede cubrir y, a través de nuestro modelo de pago por desempeño, vincular los fondos a avances mensurables, incorporando la rendición de cuentas y aumentando la confianza de los inversionistas.

Si bien nuestro esfuerzo de electrificación en el marco de la Misión 300 es una pieza central, forma parte de una estrategia energética más amplia.

El Banco Mundial también trabaja en proyectos energéticos, como inversiones en gas natural que respaldan la transición energética justa. Esto es vital para impulsar sectores como la agricultura, la atención de la salud y las manufacturas, sectores que crean empleos y el crecimiento que la próxima generación necesita. 

En esta estrategia de desarrollo se define la próxima etapa del Banco Mundial: garantizar que la creación de empleo no sea un producto secundario de nuestros proyectos, sino uno de sus objetivos explícitos.

Se necesitará un esfuerzo colectivo. Los Gobiernos deben impulsar reformas, el sector privado debe invertir con confianza y los bancos de desarrollo deben proporcionar financiamiento y promover la rendición de cuentas. El éxito puede exigir arduo trabajo —y visión—, pero está a nuestro alcance si avanzamos juntos.

Les agradezco su presencia y espero que puedan ver la oportunidad que nosotros vemos y se unan a nosotros.

Muchas gracias. 

Blogs

    loader image

ÚLTIMAS NOTICIAS

    loader image